51 Cartas Para Despedirse

CARTA #10

Querido Tú:

Anhelo profundamente a la persona que fuiste en nuestro último San Valentín, como pareja, antes de tu breve regreso. ¿Crees que es broma? Seguramente si, puesto que ese día me mostraste cuan caprichoso podías ser. Insististe en vernos a pesar de la cantidad de trabajo que ambos teníamos. En esa época pensaba que te veías bien haciendo berrinches. Fuiste a buscarme con un ramo de flores y te enojaste por que el tiempo fue breve, me llamaste amiga como si de un insulto se tratara. Al día siguiente me buscaste para pedirme perdón y un festejo atrasado. Tenía 19 años y aunque eras un poco mayor tú insistencia me hacía reír algunas veces, siento que he madurado y espero tú también.

No volvería a salir con un hombre como tú. Parte del crecer emocionalmente, me hizo comprender que yo merecía más. ¿Te fuiste por qué no quise casarme contigo? Ese, cariño, fue el último capricho que soporté. Yo no necesitaba a una persona que fluctuara tanto en su vida. Me cuesta aún hacerme a la idea, más porque sé que el día que lo acepte un cartel mental aparecerá frente a mi “Tú lo querías más”. Siempre dices que es al contrario, que tú me querías y aún me quieres más, pero si eso fuera verdad nuestra realidad sería otra. ¿Por qué casarse a los dos meses de formalizar una relación? ¿Por qué casarse cuando ninguno tenía estabilidad económica? ¿Por cumplir los deseos de tu madre?

Siempre me digo que tú me querías más por que eras más afectuoso, porque era tan fácil para ti el decir lo que sentías. Recientemente he descubierto que el hecho de que yo sea una persona reservada no significa en ningún modo que no se amar. Si me enamoro de nuevo, aprenderé a ser más abierta y compartir y expresar más. Espero me dejes partir, sería más fácil si no me envías canciones, poemas o fotos. Sería más fácil si no me das los buenos días en español, francés, inglés, italiano o huichol. Me canse de los esporádicos “te extraño”.  No puedo seguir enamorada de ti.

Siempre tendré en mi memoria el recuerdo de ese día en el pasto, mirando el cielo nocturno. Me contaste de tus viajes, de tu familia; pero hubo un momento en esa noche, en que ambos dejamos de mirar el cielo y nos vimos uno al otro. En tus ojos brillaban más estrellas que en el cielo y me imagine un futuro brillante para nosotros.  Sé que no es tarde para que ambos brillemos. Sé que mientras estemos bien, siempre, podremos construir puentes entre nosotros. Cuando ambos brillemos, volvamos a  empezar.

Con cariño, yo.



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En el texto hay: cartas, desamor, despedidas sin rencuentro

Editado: 12.05.2022

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