CARTA #13

Querido Tú:

Supe que vuelves de nuevo a la ciudad y creo que enloquecí, sabes había decidido dejar de escribirte, pero vivía secretamente al pendiente de tu vida en redes sociales. De pronto al saber que volvías me empodere y queme todo lo que me unía a ti, en sentido figurado claro. Borre tu número, tu contacto de cada red social, tus fotos y sentí que lo único que ahora me quedaba de ti eran estas cartas.

Me sentí tan bien, que comencé a hacer alarde de mi gran hazaña. Literalmente hice público el gran avance personal que tuve al borrar tu número de mi celular, por todo lo que significaba para mí. Pero al caer la noche llore abrazada a mi teléfono y me pregunté a mi misma de dónde saque el valor para sacarte así de mi vida, comencé a dudar de mis decisiones y pensé en buscar a tu madre para recuperar tu número pero me seguía sintiendo satisfecha por mi logro.

Fue entonces que descubrí que no todas las victorias son dulces. Y poder borrar tu número, de repente se había convertido en la victoria más amarga de mi vida adulta. Por un lado estaba la inocente mujer que pretendía encontrar un amor y una vida nuevos, aquella que estaba convencida de que la vida da segundas oportunidades. Por otro lado estaba una mujer que se pregunta ¿Cuándo dejara de amarte?

De repente me canse de las largas noches de desvelos viendo tus viejas conversaciones y pensando el algoritmo que determina que día me escribes y que día no. Quisiera no extrañarte todos los días y dejar de vivir en la amargura de esta soledad. Quisiera que nunca hubieras dicho que mi amor era solo consideración, porque aún me duele recordarlo.

Si tu decisión dependiera de mí, te diría que no quiero que vuelvas a la ciudad. Que estoy tranquila siendo consciente de que no me toparé contigo un día común por la calle, como hace años en aquella pizzería. Pero como no es mía la decisión, por favor avísame cuando vuelvas, para irme dos días antes y evitar el momento desafortunado que sería el toparme contigo.

No me malinterpretes, que aunque no quiera verte, aún te amo y es probable que este sentimiento sea precisamente el que me hace querer evitar el estar a pocos metros de ti. Por favor evítame ser el blanco de tus dudas y si quieres volver a mí, ven cuando te encuentres seguro de quererme, cuando sientas que no hay un plan alternativo por si me niego a estar contigo. Búscame cuando dejes de disfrazar tus prioridades, pero no te tardes mucho, porque quizá cuando estés seguro de quererme yo esté segura de olvidarte.

 Como tantas veces, yo