Reencuentro
Parte 1
En un ataud de madera de pino, yacia el esqueleto suyo. Esperaba que esto fuese alguna clase de mala broma.
¿Por qué ahora?
Tuve la ligera sensación de que alguien continuaba dando una clase de mini discurso. Algun sacerdote tal vez, o un cura. Con lo poco que entendia, supuse narraba un versículo, u que posiblemente solo lanzaba oraciones al azar mientras mantenía en sus manos un libro grueso de color azul.
Este me habia sido mi padre. Poco o nada era capaz de recordar. ¿Cuantos años han pasado desde la última vez?, ¿12? La mayoría de lo que recordaba sobre él, era lo que me habian contado entes externos. No habia cumplido 8 años para cuando desapareció.
¿Qué lo llevo a esto?
¿Por qué nadie dice nada sobre ese agujero en tu cabeza?
Siempre habia creido que volvería, pero, nunca de esta forma.
Levanté mis manos y las acerque a mi boca, exhalé lo mejor que pude para calentarme los dedos. Terminé por entrelazar los dedos para mantener el calor. De la nada el clima se volvió asquerosamente frio.
En este momento de nada sirve pensar en esto
Agaché la mirada, cansado u estresado, seguro que las dos.
Solo pude mirar como a mi lado, la mujer que mas sufria por volverlo a ver, sollozaba en silencio. Una cicatriz no sanada es peor que cualquier herida nueva, pensé para mi mismo. ¿Habia palabra alguna que pudiese amortiguar al dolor que sentia en su corazón?
Como pude la acerque a mi y permití que sacará todo. No dudo mucho en dejarse abrazar. Por lo humedo de mi hombre, supuse que ya estaba manchado de lagrimas y mocos. Agradecí que el traje fuese negro. Lucy se levantó luego de unos segundos e hizo lo mismo.
Un abrazo siempre ayudaba mucho a suavizar el dolor de las personas; te hace sentir que no estas solo
A lucy en si no le afectaba ver a su papá. Ella jamás pudo relacionarse o verlo más alla de fotos o lo que le contaban. Ella habia nacido unos meses después de su desaparición… Aún así, su tristeza radicaba en ver a su madre, una persona que ama, desconsolada, tal vez rota por dentro.
De reojo miré a mis alrededores en una busqueda innecesario de personas mas allá de nosotros o sus padres, amigos tal vez. Nada. Solo habian venido sus padres. Habian vuelto solo para despedirse de su hijo. Y un intruso que solo se quedaba con la mirada pegada al suelo.
No estaban interesados en saber de nosotros. Siempre fue asi. Siempre lo seria.
¿Cuál es la razon para odiarnos tanto?
Cuando sentí que sus sollozos habian disminuido, y su respiración se tranquilizó, comencé a dejar de abrazarla.
—Gracias, a ambos —dijo, con algo mas de animado, pero lleno de cansancio.
Como si lo hubiera estado esperando, se levantó, y fue hasta el ataud. La vi conversar, tal vez con ella misma, o tal vez con él, de alguna extraña manera. Cualquier palabra que fuese dicha, solo podrian saberlo ella y él. Tras parecer satisfecha, regresó y tomó asiento, en medio de ambos.
—Mamá… —quise decir, pero no fue mas que un inutil susurró.
Apenas entonces habia caido en cuenta del nudo que tenia en la garganta. También note que tenia los ojos aguados. Era porque ya habia comenzado.
Era el momento de enterrarlo bajo tierra. Seria la ultima vez.
Deje salir todo el aire de mis pulmones de un resoplido antes continuar llorando en silencio.
¿Sus finales serian distintos si no hubieran prometido nada?
Ya estando en la entrada del cementerio, me detuve en seco. No tenía intenciones de irme. Aún habia alguien con quien debia conversar. Habian pasado 9 años para que pudiese obtener alguna especie de respuesta.
Suspiré hondo, con los puños apretados.
Queria acompañarla en un momento tan dificil.
—¿No vienes? —preguntó mamá, mirando a sus espaldas; donde me encontraba.
—Hay algo que tengo que hacer, ¿Por qué no se adelantan?
Levantó la ceja ante mi repentina acción. De forma inconsciente, ya lo esperaba. Como toda madre, le importaba mucho saber que estaría haciendo su hijo, y donde. No obstante, al ver su reacción, solo alcancé asoltar una risa amarga.
—Quiero quedarme un rato —comenté, rascando mi nuca. Aún no queria darle la noticia. Al igual que yo, habia estado preocupada por ésta chica desde que se fue. Sin embargo, en suestado emocional, creo que es mejor mi decisión.
Vi sus ojos abrirse y cerrarse una vez comprendió lo que implicaban mis palabras.
—Bien. —respondió en un corto resoplar—. Te quiero en casa, para antes de las 7. No quiero perderte a ti también. —Agachó la cabeza, luego aspíró con fuerza mientras la levantaba de nuevo—. Saluda a Eyli de mi parte. Dile que seria bueno que se pase por nuestra casa con su madre. No he visto a Tina desde hace mucho tiempo.
Yo menos...
Asentí y la despedí con un gesto de mano bastante simple.
Se volvió hacia la entrada y, sin mirar atrás, volvió a tomar su rumbo, saliendo del cementerio junto a Lucy; ella parecia querer decir algo. De alguna manera, mamá denotaba mas calma. Eso logró que sintiese alivió en mi corazón. Tal vez deba comprarle un regalo, para ayudarla a distraerse un poco de la noticia, pensé.
Apenas sentia energía en el cuerpo para poder estar parado. Ya habian sido 3 funerales a lo largo de mi vida. No deseaba que ese numero aumentase.
Solo me quedaba alli para terminar mi asunto pendiente.
Me acerque a un enorme arbol que estaba cerca de las tumbas. Las hojas del arbol caían lentamente, gracias al fuerte viento que soplaba. Bailaban en una sincronía casi perfecta.
Aunque amaba con todas mis fuerzas Otoño, tal cariño se habia visto mermado por tales acontecimientos. Esperaba que como minimo algo; un milagro o lo que fuese, nos hiciese poder dejar de lado por un rato toda la situación.