Segundo capítulo

Hoy también debo asistir a clases. Todos los días espero algo nuevo de parte de ochenta y seis, siempre me sorprende apareciendo cuando más lo necesito. En mas de una ocasión e intentado descubrir quién es, pero no cuando está frente a mi, porque cuando su silueta está en mi campo de visión mi mente deja de funcionar, por ello me encuentro en total inutilidad, tanto así que aunque intente mirar aunque sea un mechón de su cabello es totalmente imposible para mi. Sin embargo, hay un detalle que no pasa desapercibido, y es su olor, ese mismo olor que recuerdo y me esfuerzo en sentir de nuevo durante la noche cuando pienso en él. Aún así, a sido imposible descubrir quién es.

Como resultado de mi insistente deseo de saber su identidad, dentro de mi cabeza, como un impulso que no está en el poder de mis manos, comienzo a sospechar. Sospecho principalmente de mis dos amigos, Nate y Scott, se debe a que en cuanto ochenta y seis aparece ninguno de ellos está presente. Con diferentes excusas ambos se marchan, como si supieran que algo malo va a suceder y entonces él, mi salvador, se verá obligado a ayudarme. Si es alguno de ellos es ilógico que esté a mi lado y al mismo tiempo siendo ochenta y seis en la misma situación.

Es verdad que esas son mis razones para sospechar de ellos, pero también tengo razones para pensar que es estúpido dudar de ellos. En especial por Nate, él siempre está a mi lado y si debe defenderme no corre a cubrir su rostro para hacerlo, sin duda Scott tampoco. Así que no hay necesidad de crear una identidad simplemente para hacer lo que ya hacen sin necesidad de cubrir su rostro.

Nate: Espero que hayas traído algo delicioso para mi-. Pasó su brazo sobre mis hombros y le echó un vistazo a mi mochila.

- Lo siento- respondí mientras entrábamos a la escuela.- Es tiempo de que traigas tu propia comida.

Nate: ¿De qué hablas?- dijo ofendido-, creí que eramos amigos.

- Si, no soy tu restaurante andante- reí y quité su brazo de mis hombros, no porque me molestara sino porque no podía caminar bien debido al peso que dejaba caer sobre mi, aunque seguro que él no lo sabe.

Scott: Hola chicos- saludó. De mi parte solo recibió una mirada extrañada, él no suele saludarnos. Además, tampoco parece estar de mal humor, es extraño.

Nate: ¿Puedes creer que Carly no me trajo almuerzo?- le comentó sorprendido.

Scott: Ya era hora de que hiciera algo inteligente- me dio unas pequeñas palmadas en la espalda.

Fingí que iba a golpearlo y él se apartó mientras sonreía. Le miré por unos segundos y me pareció que tenía una linda sonrisa. Lastima que no la muestre siempre. Así que me atreví a preguntar- ¿porqué hoy e tenido el privilegio de ver sonreír a Scott Kosmile?.

Nate: Tienes razón, algo muy bueno debe haberle pasado a nuestro amigo.

Scott: Mi vida personal no es de su incumbencia- guiñó-, si me disculpan, me iré primero- dijo y aceleró sus pasos evitando mis preguntas.

- ¡Scott!- llamé sin obtener una respuesta.

Él continuó caminando e ignoró mi grito, que no podía pasar desapercibido y llamó la atención de algunas personas a mi alrededor, lo que me provocó timidez y decidí que lo dejaría ir por ahora. Pero, espero que en el tiempo que le queda lo aproveche para pensar en unas buenas respuestas para mi interrogatorio en el almuerzo.

Nate: Creo que sé porqué está así- mencionó en un tono casi inaudible, como si temiera arrepentirse después de haberlo dicho.

- ¿A si?- respondí. Entramos a clase y en cuanto nos sentamos esperé a que prosiguiera con lo que había dicho. Es una lástima que Scott no se preocupara por haber quedado en clases distintas a las nuestras, habría estado aquí junto a nosotros y yo tendría mas oportunidad de molestarlo. Sin embargo, haber quedado en el grupo A no fue ningún problema para él, por ello llegué a la conclusión, bastante notable y obvia por cierto, de que él no es muy apegado a mi, al menos no como lo es Nate.

Nate: He escuchado el rumor de que Veriet se está acercando mucho a Scott.

- ¿Qué?- sus palabras parecieron haber entrado a mis oídos pero mi cerebro aún no logra comprender lo que los mismos acaban de escuchar.

Veriet no sólo es la chica que un pasado rechazó los sentimientos de Scott, además también es la hermana de Yanel, lo que lo vuelve aún peor.

Nate: Tal y como lo oyes. Nuestro amigo está creciendo.- Dijo con notable orgullo.

Rodé mis ojos- esa chica no me gusta y lo sabes.

Nate: Deja que el amor fluya, quizás lo haga sonreír más de un día.

- Como sea- crucé mis brazos molesta y di por terminada la conversación. No estoy celosa. Mi problema es que conozco a Scott, y es un chico grandioso. No quiero que alguien como ella le haga daño a mi amigo.

Ella es el tipo de chica que sólo le interesa tener una buena reputación, la típica rubia que está en el equipo de animadoras y que no parece conocer en lo absoluto ni siquiera la palabra "problemas".

La clase comenzó y poco a poco fui olvidándolo hasta concentrarme por completo en la clase. Era una de mis clases favoritas así que el tiempo pasó mas rápido de lo normal. En cuanto escuché la campana recordé lo de mi amigo y mi humor se fue abajo de nuevo. Recogí mis cosas y salí junto a Nate de la clase.  

- Si lo veo hablando con esa chica- comencé a decir en tono amenazador.

Nate: Los dejarás- terminó por mi, sin ningún acierto.

- ¡Claro que no!- protesté. Creo que esa ni siquiera podría llegar a ser mi última opción.

Nate: Car- se detuvo y colocándose frente a mi posó sus manos sobre mis hombros-, ¿tienes idea de lo mucho que le gusta esa chica?.

Una parte de mi se sentía mal por conocer la respuesta y aún así no querer permitirlo. No tengo ninguna duda de que Scott pasó mucho tiempo pensando en ella, es tanto así que llegamos a la conclusión de que se enamoró de ella.

- Si, lo sé pero...

Nate: Deja que lo intente. Si algo malo pasa, entonces le ayudaremos, pero si todo sale bien...