Azul y rojo esas luces eran la que estaban en mi cabeza no salían de mi mente por más que intentaba dejar de pensar en esos colores, ya habían pasado mas de una semana desde la fiesta y todavía no superaba lo qué pasó ese día.
Se sentía vacío el ambiente, todo se sentía vacío dormir en su habitación ya no se sentía como antes dormí en ese sitio que ahora se siente vacío para poder sentir algo de paz fue todo lo contrario me sentía asechada y como si esto fuera un castigo que teníamos que pagar.
"Nos estaban castigando de una forma horrible."
Pasaron los días sin hacer nada solo pensando en cómo pudo llegar a pasar eso.
Tenia días sin salir, sin comer y hasta sin bañarme no dejaba que nadie entrara a mi habitación ni siquiera a limpiar, me sentía vacía como si me faltara algo y todo por ese día.
La extrañaría, extrañaría sus abrazos sus consejos, su forma de hablar y su forma de decirme que tenia que cambiar mi estilo de vestir.
Era una de mis mejores amigas y la única verdadera; Mads fue quien le contó a mis hermanos que me había visto con el ruso y al enterarme no quería ni hablar con ella como tampoco quiero ahora.
Se siente feo ser traicionada por las personas que crees que en verdad sientes que te quieren y que nunca te lastimarían, esta mas que claro que cualquier persona hace lo que sea contigo y te deja.
Lo he comprobado con los años con mi padre cuando niña siempre jugaba con nosotras ahora ya no me habla mucho, ahora solo es un hombre que piensa en sus negocios y es muy frío al hablar conmigo.
Me pongo a pensar en las cosas misteriosas que pasaron en la fiesta como el número tres marcado en una pared diciendo he ganado, en como también drogaron a Mads todo fue para poder llegar a ella querían llegar a donde ella sin que ninguno de nosotros estuviéramos cerca querían tenernos ocupados en algo y la dejáramos sola.
Con todo lo qué pasó con Mads; es muy triste como en el velorio de su mejor amiga también estaba un poco mareada los medicamentos que le recetaron cuando la llevaron al hospital la mantenían así por lo nueva que era al usar medicamentos tan fuertes también
Todavía recuerdo como si hubiera sido ayer mi hermano amenazándola con decirme todo si no le seguía contando si me veía con el ruso, a lo primero pensaba que el la obligaba a contarle lo que yo siempre hacía pero solamente ella se lo contaba por que estaba enamorada de él y yo que pensaba que era una simple atracción.
Me levante de mi cama y me metí al baño para bañarme ya hasta olía mal, tenia exactamente seis día sin ver agua para bañarme.
Prepare mi bañera con sales de olores y me sumerjo en aquella agua, me pongo mis auriculares, escuchó Hello de Adele y cierro mis ojos ojerosos.
La tristeza es tanta que ninguna canción me aliviana y mucho menos el agua caliente en la que estoy sumergida.
Mi hermana se ha ido, mejor amiga en la que confiaba, no sé qué haré sin ella. Ella me guiaba en mis momentos más oscuros incapaz de pensar bien en esos días.
Ella era luz y ellos hicieron que se fuera apagando hasta que solo quedó un cuerpo vacío andando en el mundo.
Lo sé, lo veía; todos lo veíamos ninguno éramos ciegos para no saber si estaba bien o no.
Interrumpen mis pensamientos al sentir como me sacan de la bañera. ¡Espera! ¿Me sacan de la bañera?
Abro los ojos y veo a mis hermanos preocupados y a Asher que me carga en brazos y me deposita en la cama, siento un poco de vergüenza al verme que estoy desnuda y ellos observándome.
—P-pásame esa bata de baño que está ahí por favor, Azriel—Le digo señalando a su lado donde se encuentran las toallas y bata de baño.
Se notan que están furiosos y estresados, esta semana en la casa solo se han pasado teniendo discusiones.
Coge la bata y me envuelve en ella.
Se que quieren algo, lo noto en la forma en que se miran y como Asher está un poco nervioso.
—Queremos hablar contigo.
Me avisa el menor de mis tres hermanos.
—¿De que quieren hablar conmigo?—digo acostándome en la cama —no veo sobre nada qué hay que hablar.
Se sientan cada uno en diferentes lugares mientras observan mi habitación.
—¿Como te sientes?—pregunta Asher revisando mis cajones de ropa interior, siempre a sido muy directo y hace lo se le viene en gana cada vez que quiere—¿no responderás?—saca una de mis bragas de conejito siempre las he tenido—¿Todavía usas eso, enserio el ruso se motiva cuando te ve con eso puesto?
Trago con dificultades pero le contesto en un tono que no le agrada mucho a ninguno.
—No solamente se motiva si no que también quiere llevarme con él en ese instante. —digo y de una ves me arrepiento de mis palabras.
Se que mis palabras sobre ese tema le afectan mucho y como se pone rojo de la furia, se donde atacar.
Veo cómo para de revisar mis cajones y camina hacia mi con paso decidido pero Azriel lo detiene.
—Asher contrólate—le dice parándose al frente de él—sabes que ella no esta bien, la estas provocando y así no lograremos que nos diga nada.
—Yo tampoco estoy bien, lo sabes y no ando por ahí diciendo cosas estupidas para después arrepentirme.
Resoplo y observo mi habitación que está hecha un desastre con libros por donde quiera, ropa tirada en el suelo, zapatos sin ordenar, las lamparas rotas en esquinas de las paredes y almohadas destruidas.
Mis hermanos miran el desorden de mi habitación y hacen una mueca.
—Levántate ordenare que te preparen otra habitación mientras arreglan la tuya—Dice parándose Azriel y los otros siguiéndoles.
—No iré a ningún lado—digo y ellos se miran entre sí.
Azriel camina hacia mi armario, Arvel hacia el baño y Asher rebusca mis cajones.
"No se lo que traman pero no lo lograrán."
Cuando todos salen y se me acercan veo lo que llevan en la mano.