Deon
Inhalo profundo, me dejo caer en el sillón y mis sentidos se agudizan de inmediato, tallo mi nariz un poco para luego darle un trago a mi bebida.
La fiesta después de haber ganado por tercera vez en la noche está siendo muy aburrida, quisiera que Grace estuviera aquí.
- Oye, Russell está afuera preguntado por ti - no sé quién chingados me dice eso al oído.
Me levanto como puedo y tambaleándome un poco salgo de la gran casa, Russel con dos tipos a sus costados en posición intimidante.
- ¿Qué?
- Otra carrera.
Bufo, me cruzo de brazos y remuevo mi nariz.
- Ya te gane dos veces, vete a molestar a alguien más
Lo corro como un perro con la mano, me giro dispuesto a volver a entrar a la casa, pero soy volteado bruscamente del hombro. Pierdo el equilibrio y caigo de lado.
- Mierda.
- Una carrera más Deon.
- Deja de joderme, Russ.
Iba a levantarme y pone su asquerosaa bota en mi pecho evitándolo, gruño y golpeo su pierna.
- Apostemos algo grande y digno de esta última carrera.
Dejo de intentar quitar su pie, respiro hondo y lo miro directo desde el piso, ay creo que me maree.
- ¿Qué quieres perder ahora?
Ya le quite su auto, no creo que tenga algo más para darme.
- Más bien dime tú qué apuestas.
La pienso, puedo devolverle su auto.
- Tu cochinero de auto.
- ¿Y si mejor a tu mujer?, por ahí escuché que sigue siendo Grace.
Me río fuerte, cree este pendejo que ella es un objeto para que la este apostando.
- No, ella no es una cosa.
- Gallina, temes perder.
Me cabreo por eso, golpeo su otra pierna con fuerza y se aparta. Me levanto con el bilis subiendo conmigo y vomito en el césped.
- No correré contigo, perdedor.
- Mira quién lo dice, cobarde.
Gruño, me abalanzo contra él y sus perros me sujetan antes de tocarlo.
- ¡Te voy a ganar estúpido!
- Demuéstramelo.
Empujo a sus perros lejos de mi, me acomodo la chaqueta y voy directo a mi carro, me trepo haciendo rugir el motor. Alan de la nada se interpone frente al auto diciendo algo que no le entiendo y golpeado el capo.
Vuelvo hacer que el motor suene, avanzo un poco y Alan se enoja.
- ¡¿Qué carajos quieres?!
- ¡Baja del auto, estas drogado!
- ¡Debo ganarle a ese imbécil por tercera vez para que deje de joder! - grito enfurecido, vuelvo avanzar y tras pegarle de nuevo al capo se aparta.
Me muevo a lado del auto de Russell y bajo la ventanilla.
- ¿Listo para perder, idiota?
No me contesta, solo sonríe y hace rugir el motor. Lo imito y una chica con un vestido súper pegado y corto se pone entre ambos. Sube una tela color verde fosforescente y empieza a contar.
- ¡Go!
Piso el acelerador, hago cambio y doy vuelta limpia, lo arrebazo sin esfuerzo. Río como loco, vuelvo a dar la vuelta y no suelto el acelerador. Una calle larga, Russell viene atrás de mi, muy lejos.
- ¡Por estúpido! - le gritó al espejo retrovisor.
Unas luces me ciegan, evado al carro y me concentro en la calle, meto cambio y quemando llanta giro.
Grito eufórico y con la adrenalina recorriendo mi cuerpo a todo lo que da. Se siente fantástico.
Miro la bandera a cuadros, agarro el volante con mis dos manos y no despego mi vista de la meta.
- ¡Perdedor! - gritan a mi lado, el carro de Russell me arrebata, cruzo la meta siendo segundo y me enciendo.
Paro el auto de golpe dando un giro y quemando llanta, bajo y la mayoría de los que estaban en la fiesta festejan con Russell, niego y subo al auto de nuevo.
Me voy a casa, jugo sucio, que cree que no mire las llamas. Uso nitrógeno, eso no se vale.
Estaciono, bajo torpemente y pongo la alarma. Entro al edificio notando que Russell ya está aquí.
- ¿Lane?
- Ahh
- ¡Ey, suéltalo! - avanzó hacia dónde lo tienen retenido, uno de los perros del malnacido me detiene del pecho.
- Subamos a tu piso y lo suelto.
- ¿Cómo sabes que vivo aquí?
- Te seguí, duh.
- Suelta a Lane o ni madres me subo al elevador contigo.
Truena sus dedos, Lane cae al piso y le pregunto si está bien. Alza su pulgar, está bien. Suspiro y miro detrás de mí, no tengo escapatoria.
- No te daré a Grace, jugaste sucio.
- No había reglas, ¿Cuándo dijimos que estaba prohibido o no?
Hago puños mis manos, me acerco a grandes zancadas y le propino un buen puñetazo a la cara que lo anda al suelo.
- Eres un perdedor y ellos no merecen premio, así que lárgate - escupo su cara.
Siento como me empujan por la espalda y luego un golpe en el estomago.
Mierda, me han sacado el aire.
- ¡Abre el maldito elevador! - niego, vuelven a pegarme y me encojo.
Russell jala de mi pelo levantando mi cara y zas...mi nariz explota, siempre he sido muy sensible de esa zona.
- Saquenle la tarjeta - ordena.
Empiezan manoserame, forcejeo y recibo otro golpe en la cara.
Hijos de perra, son tres contra uno.
- Y tú baja ese teléfono o te vuelo los sesos - volteo con Lane, me mira asustado.
La sangre cae y sacan mi cartera que trae la tarjeta deprada, tiran todo en la ola sobra hasta dar con ella y se la dan a Russell.
Sonríe macabro, vuelve acercarse y quiero golpearlo, pero mis brazos están atrapados.
- Grace es mía y cuando le diga lo que hiciste te va a odiar de por vida - me acaricia la cara con la tarjeta.
Gruño y me retuerzo, da un paso atrás y se voltea yendo al elevador.
- ¡No, suéltame!
Le doy un cabezazo, caemos los dos y me levanto con dificultad, quiero detener las puertas, pero se cierran. Las golpeo llenándolas de sangre.
Dirían que no sabe el piso, recuerdo que la tarjeta lo tiene y en grande.
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Editado: 14.03.2020