A las afueras de Ciudad (blog)

Esa ternera que viste zaragüelles

Desde que era pequeño ellas me han visitado, tengo constancia de cada una de sus apariciones. Llegaban y me contaban secretos, muchos de ellos aterradores. Me hablaban de cosas que más tarde se cumplían, eso me ganó el título de "El que escucha voces" en la escuela. Esos anormales nunca descubrirán la sensación de que te visiten.

Seres bovinos de múltiples colores, formas y tamaños. De voces graves y obtusas. Las encontraba debajo de mi cama, dentro del armario, en mi cuenco de sopa, nadando por el rio Maede, en mis calzoncillos; y desaparecían con la misma peculiaridad. ¿Por qué las vacas decidieron atormentarme de esa manera? Yo no soy el responsable de su extinción de Ciudad, si tienen que culpar alguien que sea al Pez Gordo.

Son muchas las veces que han venido a mi encuentro, algunas han marcado mi vida, otras simplemente las he olvidado. Incluso han se han revelado en mis sueños, en los más canónicos. Tal vez algún día les cuente algunos, o tal vez ya lo hayan hecho. De todas maneras, no soy el único a quien visitan las vacas, ¿eres uno de ellos?

Siete son las terneras que he conocido:

o Lamh: Negra como los ríos de Ciudad, sin una pizca de luz. La más macabra. Todas las veces que se me ha aparecido el caos aparece. Fue ella quien me advirtió de mi salida de Ciudad, del atentado contra Pez Gordo y sobe todo, de la Masacre del Rio Nuu. Sus cuernos son casi un círculo.

o Tera: De un color rosado muy brillante, casi parece de plástico. Posee una sonrisa capaz de hacerme pasar dos noches en vela. Solo aparece en mis sueños, y me hace preguntas sobre Realidad. A decir verdad, todas están obsesionadas con Realidad.

o Mir: Es una vaca lechera. Le gusta aparecer en los lugares más insospechados (como mis calzoncillos). No puede comunicarse como las otras, pero es la más amable de las siete. Al parecer, ama comer. Ah, y viste pantalones.

o Cronn: Morada como los hematomas, un color hermoso. Una chismosa de cuidado, si se te aparece no le cuentes nada personal. Sus pezuñas son de color dorado, sospecho que son robadas. Habla y habla sin parar.

o Verónica: De un amarillo casi artificial. Critica todo lo que hago, es demasiado molesta. Es un déspota, ni siquiera quiero hablar de ella.

o Sunashi: Azul, como los genios. Es asombrosa. Conoce un montón de historias increíbles. Tiene muchos otros amigos azules, aunque son todos menos vacas. Es demasiado espiritual; hace unas poses muy raras cuando medita. Me pregunto qué es lo que buscará.

o Nora: Es macho, pero es una vaca; no sé si eso tiene algún sentido. Sus ubres son enormes montículos rosados. Nora es de un tenue color rojo. Se enoja muy aprisa, podría decirse que es volátil; como mis emociones. Me da un poco de miedo cuando me visita, su desorden es molesto.

Después les contaré más sobre mis amigas.

La verdad no sé si está bien que hable sobre ellas, ¿y si les molesta? Bueno, si no vuelvo a publicar considérenme muerto.

Si alguna vez han soñado vacas, o estas los han visitado, no duden en comentarlo. Será interesante descubrirlo. 

 



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En el texto hay: ciudad, bloguera, situacionesdelavida

Editado: 08.04.2018

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