Estaba ansiosa por ver las excusas que darías esta vez.
Mientras hablabas con "Verónica", a mí me exigías fotos.
Querías una muy especial, pues habías tenido ese deseo todo el día. Una, en la que se vieran mis piernas.
Con Verónica, nunca sentiste sueño, tu messenger no falló, y lo mejor de todo, estabas solo, no tenías novia.
Querías algo especial y pensaba dártelo.
Deseabas una foto, y te dije que no tenía fuerzas, que solo quería dormir, y que estaba muy cansada.
Me dijiste ven, dame un abrazo, vamos a dormir así para reponer fuerzas juntos.
Te mandé una nota de voz:
"¿Podrías dejarme en paz?"
No entendías lo que pasaba, ¿te asustaste? Te dije que te largaras de mí vida, que no quería volver a saber se ti.
Me repugnabas, ¡me dabas asco!
Mentiroso, traidor, cobarde.
"Amor, ¿que te pasa? ¿Por qué me tratas así? " me escribías, seguro haciéndote el inocente.
¿Amor? ¿Como podías llamarme amor, cuando a mis espaldas me negabas?
¿Amor? Yo no era tu amor, no era tu novia, no era nada en tu vida. Solo una sombra, un juego, una mentira.
Querías saber lo que pasaba y te pedí que fueras a preguntárselo a mi amiga Verónica.