Audrey
3 de diciembre.
Si pensé que después de la noche en la que Bruce me dijo aquello sobre David y su sexualidad iba a ser la última vez que nos veríamos, estaba tan equivocada.
Hace 4 días que no sabía nada de él, ni nos habíamos visto, pero por supuesto de nuevo me vi en la obligación de verlo. Ignore el hecho de que vería a David de nuevo, que sabía que era gay y le gustaba Bruce o que Bruce se beso con el antes que yo y siendo mi novio.
Fui a la casa de David de nuevo, está vez más enojada que hace 4 días, llegue a gritarle a Bruce que se callara ya porque los vecinos estaban enojados y lo regañe por llegar gritándole a la mamá de David cuando ella no era responsable de el.
Me pidió bailar, besarlo, abrazarlo, no hice ninguna de las tres, me mostré molesta en todo momento, no había tenido un buen día, Max y yo habíamos discutido porque de nuevo olvidé las llaves de su departamento y me pidió llevarle una camisa a la universidad porque la que traía se había manchado y no pude porque no tenía modo de entrar al departamento, una pelea estúpida pero la tuvimos.
Lleve a Bruce a la cama, cuando estaba por quedarse dormido me incline y dije
–Tu y yo vamos a hablar seriamente cuando estés en tus cinco sentidos –me aleje, me levanté de la cama y salí de la habitación.
Me quedé parada en el pasillo unos minutos escuchando a los chicos hablar en la sala, todos trataban de mantener un tono bajo para que no los escuchará, cerré mis ojos unos segundos, me recargue en la puerta detrás de mí y trate de encontrar paz en ese remolino de problemas que comenzaba a tener.
–¿Ya se durmió? –abrí los ojos, frente a mí estaba Theo el hermano de David, le di una sonrisa de lado y asentí –Lamento haberte molestado a estas horas, debes estar cansada –rasco su oreja, asentí
–No es fácil trabajar y estudiar –susurre, el asintió
–Imagino que no
–¿Aún estás estudiando? –pregunte
Tal vez en el tiempo que estuve con Bruce nunca me acerqué a David cómo le hubiera gustado, pero si había hecho una amistad con Theo ya que era el mejor amigo de Bruce y casi siempre estaba con nosotros
–Si, pero no trabajo –sonreí, Theo tenía la bendición de tener padres que cubrían todos sus gastos sin importar que ya tenía más de 18 años.
–No lo hagas –el rió
–Debes irte ya es tarde –asentí, me acerqué a darle un beso en la mejilla, Theo me susurro un “gracias”, me aleje de él y salí del pasillo.
Pase a la sala a despedirme de los chicos, salí de la casa y de nuevo David se ofreció a acompañarme, esta vez ninguno de los dos dijo nada hasta llegar a mi casa.
–¿No lo extrañas? –me detuve antes de abrir la puerta
–¿A quien?
–A Bruce –mire los ojos de David, hoy tenían un lindo color azul claro
–No, la verdad no –el asintió
–Bien –dijo
–Bien –dije. Los dos permanecimos así unos segundos, hasta que aclare mi garganta y volví a hablar –Gracias por esto, de nuevo –el asintió, David dio dos pasos al frente terminando casi por completo con nuestra distancia
–Audrey –vaya, al menos se sabía mi nombre
–¿Si? –lo mire, el alboroto su cabello
–¿Puedo hacerte una pregunta? –asentí –¿Alguna vez te guste? –mi respuesta fue quedarme callada.
En ese momento pensé en la posibilidad de que Bruce le haya dicho a David sobre mis sentimientos estando ebrio, tal vez le confesó que si lo termine fue por él, y me sentí patética por pensar que David iba a decirme que no podía sentir nada por mi porque era gay.
–Si, cuando era más chica –decidí irme por la verdad a medias, el se acercó más
–¿Y ahora?
–No, me gusta alguien más –le dije, el no parecía creerme
–¿Quién?
Pensé en dos personas en ese momento, en Zach y Max, por supuesto que me fui por el más creíble.
–Max –respondí
Y David me beso.
Sus labios tocaron los míos sin nada de sutileza, mis ojos se quedaron abiertos cuando los de él se cerraron, había imaginado tantas veces como sería nuestro primer beso y este estaba muy lejos de todas mis escenas imaginarias.
Mi corazón se aceleró, pensé en que posiblemente estaba soñando y en cualquier momento caería de la cama, pensé en empujarlo y pellizcarme el brazo, pensé tanto tiempo que termine cerrando los ojos y correspondí el beso.
David movió un poco sus labios sobre los míos, hice lo mismo, en esa noche lo único que escuchaba era nuestros labios y el ruido que hacíamos mientras nos besamos, sus manos presionaron mi cintura y las mías se enredaron en su cuello, profundice el beso.
Estaba besando a mi platónico de la infancia y se sentía tan malditamente bien en ese momento.
Ya después llegarían a mi los malos pensamientos pero por ahora imagina que triunfe en la vida y se sintió maravilloso.
David corto el beso, nos quedamos suspendidos en el tiempo y en una distancia corta hasta que nuestras respiraciones se regularon, el se alejó un poco para poder verme a los ojos
–Buenas noches Audrey –susurro antes de darse la vuelta e irse.
Eso fue confuso, emocionante y excitante y lo ame hasta que llegue a mi habitación y me di cuenta de dos cosas.
La primera es que posiblemente me había besado para tratar de convencerme de que no es gay
Y la segunda es que David tenía novia y realmente ella no era mala, esa fue la primera vez que me sentí mal por besar a alguien con pareja.
Editado: 02.09.2021