A Que Le Temes

Capítulo 19

 

-Nosotras somos las monjas encargadas de proteger el templo, este templo ha pasado por generaciones. 

Se dice que hubo un tiempo donde existía un sacerdote que se creía que tenía el poder de dios, curaba gente, hacia milagros pero lo que no sabíamos era su verdadero rostro.

 Hubo un conflicto enorme en el templo para esos tiempos, pero el sacerdote no quería que nadie se interponiera en su camino y así fue como este sacerdote asesino a sangre fría a todos los niños que se encontraban en el templo esa noche. 

Fue una larga, oscura y fría noche. No se sabía el porqué de sus acciones, así que solicitaron al consejo que mandaran a un exorcista para  que lo viera, pero fue inútil, había algo oscuro en su mirada, algo tenebroso y así fue como llegó un joven, no sabíamos de dónde, ni como había llegado aquí, el joven venía buscando al sacerdote, ya como último recurso los del consejo permitieron que el joven extraño  de cabello blanco, viera al sacerdote. 

Esa misma noche se escucharon gritos de terror que provenían de la habitación del sacerdote, una monja que tenía mucha curiosidad se asomo por la puerta y pudo ver algo que no se podía explicar, era algo fuera de este mundo. La monja nunca volvió a hablar, se volvió loca

 Y así fue como conocimos a behemoth, se dice que el poseío al sacerdote ya que este había cometido un enorme pecado.

Es cierto que somos humanos y que cometemos pecados, pero este sacerdote había matado y behemoth se  aprovecho de su situación y lo poseío. 

Tardamos años en volver a la normalidad, pero se dice que behemoth nos maldijo de alguna forma.

Por esa razón vivimos apartadas de toda la sociedad y los niños que tenemos en este lugar son niños especiales. 

-Por esa razón me asuste cuando dijiste que huían de behemoth. Muchas mojas creíamos que era un mito, algo que nos decían para asustarnos, pero al pasar el tiempo supimos que nunca fue un mito. Por eso vivimos con miedo.

-Yo lamento escuchar todo lo que han pasado, pero cuando llegamos aquí llegué a pesar que estábamos a salvo.

-Lo entiendo! Dijo la monja.

-No nos quedaremos mucho tiempo aquí, dijo finnick.

-Tomen el tiempo que necesiten, espero que esto no nos traiga repercusiones.

Habían pasado más de dos noches en ese lugar, en la tercera noche se escucharon los aullidos de perros, pero estos no eran simples perros normales. Eran perros del infierno.

 

 



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En el texto hay: terror, ficcion, romance o

Editado: 12.05.2024

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