A Toda Velocidad

Capítulo 15

            La música de  Nicky Minaj suena fuerte y las personas de apoco van llegando mientras toman asiento en las sillas que cuidadosamente ayudé a ubicar más temprano. Desde mi lugar, detrás de unas grandes cortinas que separan la pasarela del detrás de escena, observo que todo esté en orden cuando en realidad lo único que hago es distraer a mi mente de los nervios que estoy sintiendo en este momento.

            “¿Tú también sientes que vas a vomitar?” La voz de Nora detrás de mí hace que voltee mi cabeza ligeramente. La chica se acerca y se coloca junto a mí para mirar hacia afuera al igual que yo.

            “Me alegra no ser la única,” confieso pero puedo ver en su rostro que en realidad puede que vomite en cualquier momento así que decido tranquilizarla con palabras de ánimo. “Estoy muy orgullosa de ti,” hablo mientras coloco mis manos sobre sus hombros desnudos porque su vestido sólo lleva unos finos tirantes. “Esta es tu noche así que olvídate de todo y sólo disfrútala, te lo mereces.”

            Asiente vagamente pero sonríe un poco. “Te vez hermosa en mi vestido.”

            Cuando vi mi look frente al espejo hace como media hora puedo decir que me sentí muy bien con lo estaba frente a mí.

            Suspiro por lo bajo. “Habiendo tantas otras personas, ¿por qué yo?” Inquiero nuevamente y señalo hacia el otro lado de las cortinas. “Me hubiera visto mejor desde allí, tomando cientos de fotos.”

            Nora sonríe, esta vez mostrando sus dientes. “Porque eres hermosa, y fuerte…Y porque estoy desesperada. Ya estoy lo suficientemente nerviosa con todo esto.”

            “Bien,” muevo mis manos para calmar el ambiente, “supongo que es un desafío para ambas así que intentemos dar lo mejor.”

            La chica asiente en afirmación. “Gracias por hacer esto por mí, sé lo mucho que te desagrada.”

            Mi boca se tuerce en una mueca. “Sólo ruega que no me tropiece con estos zapatos.”

            “Lo harás genial,” me anima. “¿Estás lista?”

            Bufo. “Lo suficiente. Ese shot de tequila ayudó.”

            “Lo sé.”

            Hago un sonido con mi garganta. “¿Vamos a hablar de ti y Harry?” Ese cambio de tema repentino logra que su sonrisa se esfume en un instante.

            “No hay nada que hablar,” dice entre dientes desviando la mirada.

            Entrecierro mis ojos. “¿Vas a decir que fue sólo una noche y ya?”

            Chasquea su lengua. “Eso es exactamente lo que voy a decir,” toma una larga respiración. “No me hace sentir bien, no pasó mucho desde que terminé con Patrick y no quiero que piense que sólo lo hice por despechada,” admite.

            “¿No volvieron a hablar?” Mi amiga niega de inmediato.

            “No, ambos huimos cuando nos vemos.”

            Escondo una sonrisa. “Eso es muy inmaduro.”

            Suspira con fuerza de una manera frustrante. “No sé qué decir, cuando lo tengo cerca mi juicio se nubla,” confiesa exasperada.

            Le doy una larga mirada y largo un jadeo una vez que todo cae en su lugar. “¡De verdad te gusta!”

            “Estoy ocupada en este momento, no me distraigas,” advierte mirando hacia sus modelos.

            “No lo negaste,” sonrío con discreción.

           

 

            Minutos más tarde el desfile da inicio y con ello el torbellino en mi estómago se hace aún más fuerte. Claro que el ser la última en aparecer no ayuda en nada porque la ansiedad de ver a todas dando su función sólo crea más expectativa en mí y con ello más sudor.

            Necesito un ventilador en este momento. Y hielo para morder.

            Nora maneja a las modelos con total autoría y profesionalismo, como si lo hubiese hecho toda su vida. Controla que todo esté en orden unos segundos antes de que salgan y al darles la señal, cada chica coloca su mejor expresión de modelo y salen a brillar.

            Ese no es mi caso, yo no tengo una cara de modelo. ¿Qué se supone que haga? ¿Ponerme seria y contener el aliento? ¿Sonreír al final de la pasarela para que no crean que soy una completa perra o dar una vuelta completa para hacer lucir el vestido aún más?

            Nora finalmente mi mira y me hace una seña con su mano para decirme que es mi turno.

            Estoy perdida.

            “Esto fue una mala idea,” murmuro con desesperación cuando estoy cerca de la salida.

            “Espalda recta, brazos sueltos y relaja la cara como cuando te toman la fotografía para tu credencial,” lista con rapidez y yo hago lo mejor que puedo para seguirle el paso. “Respiración profunda,” ordena y obedezco. “Y….¡Estas afuera!” Exclama sobre la música a la vez que me da un empujón hacia adelante.

            Cuando estoy en el reflector –literalmente– me estremezco unos segundos, paralizada en mi posición, hasta que respiro nuevamente y empiezo a caminar. Mis pasos se acoplan al ritmo de Cruel Summer de Taylor Swift y me siento una con la pasarela. Al menos me repito eso una y otra vez como una mantra.



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En el texto hay: diversion, amor

Editado: 14.09.2023

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