Capitulo X

Hoy es sábado y como todos los sábados estoy en mi habitación despierta —desde de las 7:30 de la mañana—sentada en una esquina de la cama viendo a través de mi ventana a unas pocas personas sin sus respectivos ayudantes.

Los sábados son los días libres de todos — Bueno, son libres para los ayudantes pero por jornadas—por eso algunos andan divagando por el patio del edificio y otros como yo, estamos solo observando desde nuestra habitación.

Son ahora las 8:40 am, hace veinte minutos desayuné, ahora estoy leyendo un libro acerca de los monjes y como meditan. Al principio de todo me pareció algo aburrido ya que meditar no es algo que me guste hacer porque tengo leves problemas con el estar sola con mi mente, pero encontré una parte que hablaba sobre estar conectado con la naturaleza y con los elementos de nuestro entorno. ¿Será cierto que Kohem está conectada con la naturaleza?

Esa duda me llevó a otra ¿Cómo es que ella puede ver sin tener realmente vista? Sé que suena ilógico y hasta raro el decirlo así pero dijo: "mi poder me permite ver", entonces, si su poder la deja ver a pesar de estar ciega, ¿es porque está conectada con la naturaleza?

—Sí sólo supiera cómo y cuando consiguió su poder. —me dije a mí misma. Deje el libro a un lado para concentrarme en ese cuestionamiento que había surgido en mi repentinamente.

Yo recuerdo que tenía este poder desde pequeña, desde que tengo memoria lo he usado. —algunas veces sin querer y otras por curiosear en los sueños de alguien más — Nunca supe cómo lo conseguí ni él porque los tengo. Hubo una época de mi niñez en la que llegue a temerme a mí misma, a mí poder. Cuando mis padres comenzaron a repudiarme, sentía como si no valía nada, como si era sólo algo mal hecho que nunca tuvo que haber existido. Ahora más que nunca tengo mis dudas del porque soy como soy y sé que aquí podré descubrir el porque de todo.

Me pregunto si mis amigos y los demás como yo se han temido alguna vez, me pregunto si han tenido o tienen dudas acerca de dónde proviene su poder y porque lo tienen.

—Tengo una idea. —me levanto de mi cómoda cama y me dirijo al baño de mi habitación. Me doy una buena ducha con agua helada para despabilarme bien, al terminar de bañarme me pongo mi ropa interior de color negro. Busco en mi armario unas mallas negras y una camisa roja extragrande , —amo las cosas holgadas me dan una mayor relajación— me hago un moño luego de secarme el pelo y peinarlo. Me observo en el espejo una vez más, hace mucho no ponía tanto esfuerzo en mí como hoy, —Es hora de tener un sábado de chicas. —salgo por la puerta y me dirigo en busca de Lilieth y Kohem.

Di varias vueltas hasta llegar a la habitación de Lili, siempre está en su habitación —o por lo menos los sábados, que es cuando no esta con Jean. Eso es un record para ella. —Llego a su habitación y toco tres veces la puerta esperando su confirmación para entrar.

—Pase. —se escucha algo aburrida o bien decaída por el tono de su voz.

Entré y ella estaba acostada boca arriba con una parte del cuerpo fuera de la cama y la otra adentro, esta leyendo una revista de modas o eso es lo que parece.

—Hola querida, ¿por qué tan aburrida? —me observa haciendo una mueca desespero y sigue leyendo.

—Es sábado, por eso. No tengo a donde ir, como siempre. —aclara—Jean está de libre y regresa hasta la noche, y yo estoy acostada en mi cama leyendo una revista de hace más de cinco meses o años, que encontré en un basurero afuera, lo peor de todo es que sigo viendo las mismas imágenes aburridas, paso de página en página y no cambian.

—Entiendo tu desgracia, querida. —ella asiente mientras camba de página nuevamente.—Por eso te he traído una propuesta y no, no te negarás. La propuesta es la siguiente: nos reuniremos con varias chicas del laboratorio —menos las ayudantes o científicas—Sólo como nosotras, será un día de chicas ¿¡Que dices!? —expreso emociona.

—Déjame pensar. —suelta la revista y la pone sobre su pecho.—Estoy dentro. Espero no arrepentirme, porque algunas chicas de aquí están algo lo-locas, amiga. —se levanta de la cama, se arregla el pelo mientras modela en el espejo moviendo sus caderas sensualmente. Luego de terminar su corto baile, me jaló hacia la salida. Me asombra como su hubor cambiaba de un momento a otro con sólo decirle algo.

Nos encaminamos hasta el cuarto de Kohem, hasta que nos dimos cuenta que no sabíamos donde estaba su habitacion, nunca le preguntamos ya que sólo la veíamos en las noches. Decidimos ir al tercer piso donde están las habitaciones para hacer nuestras pruebas y dónde estaba el área de los ayudantes, vamos a buscar a Aker o a Óscar para que nos digan dónde está Kohem.

Usamos el ascensor para no tener que subir tantas escaleras. Llegamos y el cártel de la puerta decía: "sólo personal autorizado". Así que para no interrumpir—como lo hice la otra vez —Toque tres veces y espere a que alguien se acercará a abrirnos. Al cabo de unos segundos nos abrió un chico bajo de pelo café casi rubio, le pregunté por Aker ó Óscar y dijo que esperáramos que él les iba a hablar, y así lo hizo, Aker salió con Oscar detrás de él.

—¿Para que nos ocupan, guapas? —pregunta Aker y escucho como bufa Oscar. Este tipo me cae tan mal.

—Queremos saber dónde está Kohem, tendremos un día de chicas y queremos invitarla.

—Ella está ocupada, —alega Oscar.—y aunque no lo estuviera, ella no tiene permitido andar por ahí sin supervisión.

—¿Siempre eres así de gruñon? —esta vez habla Lili.—Deja que se divierta, no todo el tiempo tienes que ser su perro guardián.

Oscar se tensa, puedo ver como su mandíbula se contrae. Se enojó por el comentario de mi amiga, pero ella tiene razón, él es muy aburrido y siempre anda molesto. Kohem si necesita un respiro de este tipo.

—No dejaré que me digas así Lilieth. —amenaza, su voz se escucha ronca, es señal de que estaba enojado. Se quiso acercar a ella un poco pero Aker lo detuvo.