✧*:.｡.Capítulo 6.｡.:*✧

Capítulo seis : Estas desnuda y no te dijé nada

Mi boca estaba ligeramente abierta, todas esas personas se romovían desesperadas para entrar desde mi punto de vista, mientras que los oficiales trataban de no dejarles el pase libre.

Solté con cuidado las cortinas blancas, giré mi mirada hacia el. ¿Por eso fue que se devolvió?. Me trague  las ganas de reírme en su cara.

—¿Y ahora qué piensas hacer? —me preguntó. Lo miré  sin entender.

—¿A qué te refieres? —alcé una ceja.

—A qué ahora estas hundida—me miró  sin una pizca de gracia.

—No sé a que quieres llegar con eso pero por la situación, el hundido eres tú.

Su mirada se alzó hasta mis ojos, y juró que pude ver que un destello opaco se cruzó entre ellos.

Negó lentamente mientras se recostaba en mi cama, me dirigí hacia él.

—¡Oye! —lo removí—¿No piensas quedarte aquí o sí?

—¿Acaso eres estúpida o qué? —me miró—Ah, lo siento, ya eres estupida.

—Y tú un tremendo imbécil —fruncí el seño —,solo pensé que huirias en tu jet privado.

Empezó a comodarse entre mis almohadas mientras agarraba el edredón blanco.

—Eso no te importa.

—¿Porqué creés que te pregunté?

—Soló deja de ser un estorbo y dejame dormir —gruño.

—Deja de llamarme así —crucé mis brazos —Me llamó a Afrodita, imbécil.

Se giró entre la cama para verme.

—Qué nombre más ridículo.

—Como sí el tuyo no lo fuera— ironicé.

—Fuera—musiquió con los ojos cerrados.

—¿Dispulpa? —arqueé una ceja—¿Me estas echando de mi propia habitación?

—¿Quieres que te responda?

Me quedé un rato pensándolo, en verdad, mirándolo bien. Bajos sus ojos tenía unas ojeras bastante oscuras y notables, su boca carnosa y roja fue subtitulada por unas suaves arrugas marcadas palidas. Y, soy tonta por no haberme fijado que traía la misma ropa de ayer.

Me giré sobre mis talones para diriguirme a la salida. Y tras de ella, apagarle la luz.

Pase toda la tarde dando tras pié por todo mi departamento. Al fin y el cabo, aunque el era un imbécil y hijo de pacotilla. No se me quitaba la emoción que cagarba encima. Aunque por dentro me este repitiendo mil veces que lo olvidara.

Me dirigí rápidamente a la cocina mientras trataba de no caerme en el intento. Abrí el microondas viendo como todas las palomitas que minutos atras había metido, estaban casi quemadas. Solté el aire que contenía, tendría que comer como castor para solo comer la parte blanca.

Me serví las palomitas y me prepare un vaso con agua y hielo. Para después no salir como loca apuraba en los comerciales.

Me senté en el sofá cómodamente,era de noche y ya estaba lista para el mataron de playful kiss por novena vez.

Entre risas y enojos sin sentido me atragantaba con las palomitas quemasdas ¿Que más daba? Mi parte romántica se hacercada y el sabor a quemado me mantenía despierta a las 2 de la mañana. Ya se me estaba acontrubrando a ver maratones de Doramas.

Y cuando mi parte favorita llegaba a su comenzó, mi amado y maldado computador se le ocurrió decir "Lo sentimos, su conexión a internet no esestable ". ¡Diablos! ¿no podía a ver ocurrido en otro momento? Justamente, en la parte que había anhelado toda la noche y ¿ahora me salía con divorcio?

Con mala gana me levanté del sofá, sabía que la vieja cotilla había apagado el moden o mejor dicho,¿me habra descubierto colandome de su red WiFi? Suspire, tendría que decirle Hestia que mañana me que daría un buen rato en su departamento. Solo rogaba que no me echara a patadas.

Agarré mi móvil que estaba en el cocina,tecleé un mensaje para Hestia, quien en esta hora debería estar traspasando el noveno cielo y con pies en la cabeza.

Lo deje cargando y moví sigilosamente entre el pasillo que conectaba a mi habitación.

Entre en puntillas mientras veía cada segundo en dirección a mi cama.
Abrí mi closet buscando un enredon y una almohada disponible.

—¿Qué haces? —casi me doy un cabezazo con la puerta del closet.

—¿No es obvió? —me giré a verlo con la almohada y el enredon a mis costados.

—¿Porqué buscas más cosas, habiendo una cama? —se sentó.

¡Oh cristo!, ¿el tipo quería que me diera un desmayo o derrame nasal?. Porqué si es así, ya estoy apunto en caer al suelo frío.

Estaba completamente desnudo de la cintura para arriba, dejando al descubierto su pálida piel y su bien formado torzo.

Mis mejillas se calentaron mientras que él no me dejaba de mirarme.

Giré mi cabeza rápidamente —¿Te puedes poner algo?

—No tengo que ponerme.

—¡Pero estan las sabanas para cubirte!

—Tengo calor —me giré a su dirección.

—Entonces ponte tú camisa —fruncí los labios.

Él me quedo viendo mientras recorría todo mi cuerpo con su mirada.

—Tú estas desnuda y no dijé nada.