A través del coffee

✧*:.。.Capítulo 9 .。.:*✧

Capítulo nueve : Maldita pantufla

Pestañe varias veces mirando ya la puerta de Hestia completamente cerrada. Mi mente todavía no procesaba lo que ella me había informado.

¿Qué Karma había suspendido su regreso en jet privado y a cambió se devolvió a mi departamento?. Sonaba como un cuento o como en un libro de romance cliché.

Abrí la puerta ya más confundida de lo que estaba. Estaba emocionada  por ver por fin mi parte favorita, pero, lo que me acaban de decir. Mi mente empezó a ser varias teorías de porque sé habrá devuelto. Tiré mis llaves al mueble mientras me recargaba de la puerta.

Mi móvil empezó a vibrar, lo encendí encontrandome con un mensaje de mi madre.

«Afrodita, Necesito leche, fresas y chocolate. POR FAVOR, no te comas las fresas en el caminó. Te quiere, tu madre. »

Reí antes desepegarme de la puerta.Estaba cansaba por no haber dormido bien, con la idea de que intencionalmente, el me abrazará. ¡Pero no! Ese momento nunca llegó y a cambió me gane unas ojeras demacradas, parecía un zombie andante.

Pase por el espejo de mi casa. Tenía una pijama completa holgáda de un monstruo de ojos saltones de color verde y el pantalón hacía juego. Unas pantuflas de conejos blancos. Y mi cabello hecho un desastre con un chingo despelucado.

Giré mi cabeza, si iba a si todo el mundo me miraría raro, pero como no me importa del mundo ni que dirán, me voy así.

Agarré mis llaves del mueble y a paso desganado salí de mi departamento. Después de sentir todas esas miradas de sorpresa, disgusto y deseo por parte de la gente del edificio.

Espera,  ¿Deseo?. Miré a la izquierda, el conserje no dejaba de mirarme con ojos raros. En verdad era mi primera vez viéndolo. Era un chico bastante joven, más joven que yo. Cabello marón y ojos grises.

Hice una mueca de sonrisa, él sólo  miró hacia otro lado vergonzado.

Salí del edificio después de llevarme ese raro encuentro y me en caminé hacia el super más cercano.

Después de debátir que tipo de leche llevar, no le dí mucha importancia y me lleve las dos. Pagué todo mientras la cajera no dejaba de mirarme raro y digustada.

Salí en dirección hacía el departamento de mi madre. Juro que no iba con la mejor cara de todas. Literal, mi cara decía "Si me hablas, a llegado el profético día de tú muerte".

Miré a mi derecha encontrandome  con mi paraíso. Una librería, hacer una pequeña parada no estaría mal. Entré buscando Nuevas especies de Laurann Dohner, me encantaba sus sagas. Y esta ves, quería Justice.

Salí de la tienda contenta con mi Justice en manos. Ahora sí iba en camino al departamento de mi madre.

Íba cruzando la calle tarareando la canción Love Me You Do de Ellie Goulding cuando sentí que mi pantufla izquierda toco algo no identificado, miré hacía el suelo encontrandome con un enorme charco.

Un grito desgarrador  hizo que mis sentidos se alertaran. Estaba en medio de la carretera. Y mis piernas no sé movían mientras tratada de asimilar la situación.Un auto venía a toda velocidad hacia mi ¿Así iba a morir? ¿Sin leer Justice ni beber una ultima taza de café? ¿Y mi Eros? ¿Lloraría por mi muerte?

Retrocedí hacia atras, no podía morir hoy. Aparte de pagar las deudas de mi madre ¿Si me muero? ¿Quién cuidara de ella? Mi maldita pantufla no quería salir del charco, estaba completamente llena de agua. Haciendo que en ves de retroceder, callera de tracero hacia el suelo. Hasta el día de mi muerte la suerte no estaba conmigo.

Cerré los ojos esperando el impacto.



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En el texto hay: primer amor drama

Editado: 17.04.2020

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