A través del lente

Capítulo 5

Brooke

Mi despertador suena indicándome que es hora de levantarme e ir a trabajar.

Odio levantarme temprano.

Me baño para después vestirme con ropa cómoda, pero algo formal, para después ir a desayunar.

—Mía —llamo a mi gatita, ella viene corriendo y yo la alzo en mis brazos—. ¿Quién es la gata más hermosa? Exacto, tú mi amor.

Ella ronronea y se queda acomodada en mi pecho, esta gata es mi compañera de aventuras y cómplice de crímenes hechos en casa de mis padres cuando vivía con ellos, la mayoría del tiempo pasaba rompiendo cosas.

—A comer, pequeña traviesa —le digo, ella maúlla como si me entendiese y la dejo en el suelo para ir a la mini cocina que tengo y dejarle su comida junto con su otro plato lleno de agua al lado—. Me voy, pórtate bien.

Tomo las llaves de mi auto, un Tesla Model Y color rojo, subo en él y lo enciendo para dirigirme hacia la oficina. Después de aproximadamente diez minutos ya estoy frente al edificio, al entrar me topo con la secretaria del señor O'Brien.

—Buen día —saludo educadamente.

—Buen día, señorita Brooke —me sonríe.

Y yo pensé que era fría, nunca juzgues a un libro por su portada, Brooke.

—Su nombre es.... —alargo la frase para que me diga.

—Liliana, y no me trates de usted que me haces sentir vieja —dice riéndose, yo solo me rio con ella.

—Vale, pues tú tampoco me digas "usted" o "señorita" —ella solo asiente—. Nos vemos después, Liliana.

—Hasta más tarde.

Me dirijo a la oficina del señor O'Brien para empezar el día de trabajo.

Al llegar toco la puerta tres veces.

—Adelante —escucho su voz grave del otro lado de la puerta, haciéndome estremecer.

Concentrada, mente concentrada.

Bien, aquí vamos Brooke, tú puedes con esto.

—Buen día, señor —saludo ingresando lentamente.

Alza su mirada y la clava en mí, poniéndome nerviosa al instante.

Quiero uno así.

Somos la misma persona, conciencia, así que queremos uno así… en fin.

—Buen día, Brooke —sonríe amable —. No me llames señor que no soy tan viejo, llámame Matthew.

Yo solo asiento, tratando de no parecer tan afectada por su presencia.

—Está bien, se- Matthew —Al decir su nombre mi mente creyó ver algo en su mirada, seguro ya me estaba volviendo loca.

Es lo más probable.

—Hoy trabajarás conmigo en una sesión fotográfica muy importante para la empresa —habla, cambiando su voz a un tono más serio.

Si antes estaba nerviosa ahora lo estoy más.

—Vale —hago una pausa para tomar aire y relajarme —. ¿A qué hora es la sesión?

—En diez minutos —su expresión era divertida al ver que estaba a punto de tener un ataque debido a los nervios —. Tranquila, sé que lo harás bien.

Trato de creer en lo que dice. Sé que soy buena pero la inseguridad me gana en estos instantes, aun así, lo intentaré.

—Bien, hagámoslo —digo tratando de hacer desaparecer mis nervios.

°°°

Una hora después estábamos viendo las fotos que tomé bajo su dirección. A decir verdad, me gustaba mucho el resultado, pero estaba más nerviosa por la reacción de Matthew.

La bebé de un año a la que me tocó fotografiar había sido un amor, no me dio problemas y se portó muy bien en todo momento.

—No me equivoqué al elegirte —dice sonriéndome, yo solo sonrío aliviada —. Tienes un gran talento.

Hurra por nosotras.

—Gracias —susurro, sonrojada mirando al suelo.

—Solo te digo la realidad, Brooke —alza mi mentón delicadamente con sus dedos, poniéndome inquieta por la repentina cercanía —. Perdón.

Se aleja rápidamente al percatarse de su gesto hacia mí, igual he quedado un rato tratando de entender qué acaba de pasar.

—Que esto no te haga confiar demasiado, recuerda que sigues a prueba —dice con seriedad, lo cual me hace caer en cuenta de ello y recuperarme de mi distracción.

—Claro —respondo—. ¿Tenemos algo más por hacer? —pregunto, me muero de hambre.

—No, por ahora no hay nada —hace una pausa para mirarme—, puedes ir a almorzar.

—Con permiso —Salgo lo más rápido que puedo de la oficina, siento que me quema la cara.

—¡Eh, Brooke! —me llaman, al mirar quién es me topo con Liliana.

—Oh, hola Lili. —Me acerco a ella con paso lento.

—¿Almorzamos juntas? —pregunta, yo solo asiento en respuesta.

Caminamos tranquilas por las calles mientras conversamos, me doy cuenta que no es tan seria como había pensado en un principio ni mucho menos.

—Siendo sincera, pensé que eras muy seria —le comento mientras comemos.

—Muchos me dicen eso —ríe —, pero es como debo comportarme en el trabajo.

Y yo aquí, medio comiéndome a mi jefe con la mirada.

Basta de pensar esas cosas.

—Verdad —es lo único que sale de mi boca al no saber qué más decirle.

—Bueno, cuéntame de ti —hace una pausa—. ¿Desde cuándo te dedicas a la fotografía?

—He fotografiado desde que tengo memoria, no he estudiado para ello, pero creo que se me da bien —le respondo sonriendo.

—Para que el jefe te haya puesto a prueba debes ser muy buena —Bebe de su agua.

Me quedo quieta sin saber qué decirle.

—Supongo —susurro, repentinamente nerviosa.

Calma, calma, calma.

—Tranquila —me dice riendo.

—Bueno, es hora de volver al trabajo.

Pagamos la cuenta y salimos del restaurante.

—Entonces. ¿Tienes novio? —pregunta con una pequeña sonrisa.

Me toma por sorpresa, pero pongo la mejor sonrisa que tengo al responderle

—Sí —mi alegría al decirlo es tan falsa que me sorprendo a mí misma de mi buena actuación.

—Bueno...—dice susurrando, creo que no la convencí tanto como pensé.

—¡Brooke! —me llaman a lo lejos.



#32439 en Novela romántica

En el texto hay: drama, amor, fotografia

Editado: 23.12.2022

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