A través del tiempo

Capitulo 17: Tenemos que hablar

Narra Reiji

-Hermano ya estoy lista ¿nos vamos?

-si espérame ya bajo- después del funeral de la abuela, Mitsuha regresó a casa con nosotros y comenzó a estudiar en la primaria de Genki School que ocupa el lado norte del edificio, ha estado muy triste, tuvo que dejar su colegio anterior y a sus amigos, casi no come y eso me preocupa, no quiere hablar con sus compañeros, es muy distante, le cuesta trabajo hacer nuevos amigos y no le gusta entrar sola, siempre la acompaño y la dejo en su salón- bien vámonos-  salimos de casa, cuando llegamos a su salón la detengo- ¿Cómo te sientes enana?

-bien- responde forzando una sonrisa

-está bien- le acaricio la cabeza- que te vaya bien, te quiero

-yo también- le dejo un beso en la frente y entra en su salón, camino por los pasillos hacia el lado sur donde están las aulas de secundaria y preparatoria

-Reiji sabes que no está bien ¿verdad? Ya no se la pasa corriendo… ni siquiera sonríe, estoy preocupada por ella

-lo se Hikari pero ¿que podría hacer yo para cambiar eso?

-hablar con ella

-pero no quiere hablar

-pues inténtalo otra vez, enserio me preocupa, esa actitud no es normal en ella

-lo se… voy a intentarlo otra vez

-bien, me voy no quiero llegar tarde a clase, adiós- se despide y se aleja por uno de los corredores, yo sigo el camino a mi aula sumergido en mis pensamientos

La clase pasa igual de monótona que siempre, con los mismos profesores que nos repiten las mismas cosas, incluso el día se siente pesado… triste, a pesar de que el sol estuviera en todo su esplendor y el cielo más azul que nunca no puedo sentirme bien, pero disfrazo mi tristeza con una sonrisa, debo ser fuerte para poder ayudar a aquellos que amo y eso haré aunque me mate, la primera hora pasó y llegó el receso, no teníamos hambre así que decidimos dar vueltas sin rumbo hasta la siguiente hora

-oye pero eso no está bien, se supone que él se tenía que quedar con la de cabello blanco- dice Rebecca

-¡lo sé! Pero se quedó con la castaña- dice Hikari

-yo todavía pienso que debió haber muerto cuando ese demonio lo lanzó en las brasas del infierno- dice Taji

-era más que evidente que no iba a morir, es el protagonista, ellos siempre terminan siendo inmortales por su orgullo- doy mi punto de vista de la serie que estamos viendo- es que por más que intenten matarlo siempre regresan y más fuerte que antes, siempre es el mismo patrón en ese tipo de series

-eso es verdad- dice Katare

-sí, sí que mal se quedó con la castaña y no con la de cabello blanco, eso es solo para darle más vueltas a la historia al final termina quedando con ella- dice Shizou

-yo no vi el episodio porque no pude y ahora tampoco lo voy a ver porque ya me lo contaron- se queja Kael

-hola…- dice Mitsuha

-hola princesa- le responde Rebecca

-ya me preguntaba en dónde estabas que no te había visto- dice Taji, en los recesos Mitsuha no la pasa con sus compañeros, siempre nos busca, dice que se siente más cómoda con gente que ya conoce y no necesita estar rodeada de más personas, me recuerda a mí ya que con Taji decía que era suficiente aunque ahora mi circulo de amistad ya se ha expandido, no se puede encerrar para siempre en ese pensamiento

-estaba dando una vuelta y los vi, ¿de que hablaban?- Mitsuha se unió a la conversación hasta que sonó el timbre que indicaba que el receso había terminado y todos nos fuimos a nuestras respectivas aulas; cuando todas las clases terminaron regresamos a casa y Mitsuha se volvió a encerrar en su habitación, Hikari subió a llevarle algo de comida, tan solo espero que la pruebe

-¿está comiendo?

-no sé, le deje la comida en su mesita de noche, tan solo espero que la toque al menos, ¿vas a hablar con ella?

-sí, más tarde hablo con ella… se lo que necesita

-está bien, voy a subir a terminar una tarea, ¡esa profesora me trae loca!- dice subiendo a su habitación- una estúpida maqueta que represente los agujeros negros y que tan peligrosos pueden ser para nuestro sistema solar ¿a quién se le ocurre?, ¿quieres aprender sobre eso? ¡Estudia astrología, astroquímica o como sea que se llame!...- cuando ya no la escucho más sé que ha entrado a su habitación, cuando termino mi tarea que no era tanta toco la puerta de la habitación de Mitsuha

-¿puedo entrar?

-pasa- dice desganada, entro y cierro la puerta atrás mí- ¿Qué ocurre?

- no has tocado tu comida

- no tengo hambre

-levántate, vamos a salir

-no quiero

-no te estoy preguntando, levántate

-¡bien!- se queja y se levanta de la cama

-te espero abajo- salgo de su habitación y me siento en la sala hasta que sale

-¿A dónde vamos?- salgo de la casa y enciendo la moto con Mitsuha siguiéndome- ¿y? ¿Me vas a responder?

-sube, ahorita te digo- se sube a la moto y me dirijo al muelle, cuando llegamos su mirada se encuentra perdida en cada punto del muelle, me paro en la baranda que deja la vista al mar y apoyo mis brazos sobre ella

-¿Qué hacemos aquí?- dice viendo el mar

-ve, está por comenzar- los colores del cielo comienzan a mezclarse entre si- ¿te acuerdas de lo que nos decía Kaigo?

-que los colores del atardecer lo llenaba de tranquilidad

-y ¿a ti?

-algo

-¿sabes que era lo otro que decía?

-¿Qué?

-en las cosas simples de la vida se encuentra ese sentimiento, hay paz, tranquilidad y felicidad sobre todo si lo compartes con las personas que quieres

-Reiji primero se va Kaigo y ahora la abuela, la extraño

-yo también la extraño

-¿enserio?- voltea a verme- no creo que la extrañes- comienza a llorar- desde que murió no te he visto llorar por lo menos una vez Reiji… ni siquiera una sola lagrima y ¿aun así me dices que la extrañas?

-que no me hallas visto llorando no quiere decir que no lo he hecho,  Mitsuha no he parado de llorar desde el día en que me llamaste- se me escapan un par de lágrimas- como acabas de decir primero se va Kaigo y ahora se va la abuela… fui la última persona que vio a Kaigo antes de que muriera y aun así no pude hacer nada para evitarlo porque no sabía que eso le iba a ocurrir, no he parado de echarme la culpa desde entonces, aun lloro, pero también le prometí que iba a ser fuerte y hago mi mayor esfuerzo para serlo, todas las noches lloro por la abuela Mitsuha, pero no dejo que  me veas, ahora es mi turno de cuidarte y sin importar lo que pase estaré para ti




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