Capítulo 25

Such a long, long time

And I can’t stop running

Such a long, long time

Can you hear my heart beating.

Gravity

Coldplay.

Melinda 

Después de comer y seguir nuestro largo recorrido decidimos que era buena idea irnos al hotel y descansar un poco. Para mi desgracia debo de compartir habitación con él, aunque no sería la primera vez que lo hago, pero tal vez está no es una buena situación en donde la tensión sexual no se sienta en el aire.

En cuento yo me termine de bañar y arreglarme salí del baño para que él pudiera hacerse todas las cosas mágicas que lo hacen lucir hermoso por fuera, aunque por dentro no muchas personas sean capaces de verlo, pero yo soy consciente de que tal vez si existan más personas famosas iguales o con el corazón más bonito que Jared, pero por el momento la única persona que me interesa terminar de conocer a es él y no a nadie más. Me mire por milésima vez al espejo para asegurarme de que todo esté en orden. He cogido un vestido de color negro y de tirantes largo con una abertura en la pierna que tenía guardado desde hace no se cuento tiempo y jamás lo había utilizado y creí que esta sería una buena idea para utilizarlo, ya que uno nunca sabe cuándo debe de cambiar sus trapos por ropas formales.

Me deje mi cabello medio ondulado por la trenza que me hizo Jared cuando me acalore mientras caminábamos. También me puse unos pendientes largos y brillantes mientras que el contrate es mi labial rojo y los tacones abiertos.

Me gusta que estilice mi figura delgada y escuálida que tengo, al menos me hace notar que tengo caderas cuando en realidad solo tengo puros huesos. No termino de entender porque las mujeres debemos de ser estéticamente perfectas. Yo en lo personas me siento demasiado feliz por no tener ni pechos ni glúteos, soy una perfecta tabla andante con pecas, pelirroja natural y alta. Todas las que dicen ser mis amigas siempre me pregunta que qué es lo que hago para mantener la figura y mi secreto es estar bajo estrés todos los días y tomar medicamentos que te quitan el apetito durante todo el día, pero sobre todo tener a un Jared, que siempre te esté supervisando que comas bien y te acabes todo.

En cuento Jared salió del baño nos pusimos en marcha hacia el sitio en donde sería nuestra cena.

Yo había expresado mi opinión sobre los restaurantes caros y lujosos a los que él está acostumbrado, pero en ningún momento quiso escucharme y mejor me tomo como una loca más que se quedó hablando con su mano cuando le estaba diciendo que no tenía hambre y que lo único que quería hacer es ver televisión y comer helado, pero él se encargó de dejarme demasiado claras las cosas y no la tendría nada fácil. Aun sigo pensando que se aprovecha de sus encantos para hacerme decir y hacer cosas que claramente no quiero hacer pero que termino haciendo porque él me las pide y no me puedo negar con ese par de ojos tan bonitos que tiene.

—Por cierto, te vez hermosa —dijo mientras el coche estaba en movimiento.

—¿Gracias? —nunca he sido buena aceptando cumplidos.

Jared se burló de mí, pero ya es costumbre suya hacerme la vida imposible.

—Debes aprender a recibir cumplidos no siempre los recibirás de mi parte —sé que está bromeando él siempre se la pasa recordando que soy hermosa.

—Tal vez no me quiero acostumbrar a que lo hagas —dije mirando hacia la ventana.

Y es verdad. No me quiero acostumbrar a que él siempre me esté recordando que soy hermosa por qué quiere hacerme olvidar todo lo malo que sucede a mi alrededor. Me gusta sí, todo de él me gusta, pero cuando se termine esto ¿qué será lo que pasara? ¿qué es lo que tendré que hacer cuando él ya no esté? Creo que tengo demasiado presente lo que pasará cuando él se vaya y mi vida tendrá un poco más de paz ya que no estudiare solo trabajare y tendré más tiempo libre, pero creo que hasta el momento he disfrutado mucho de su compañía más que él de la mía. Lo había estado pensando y no quería admitirlo, pero la que necesitada una salida de emergencia era yo y no el mundo como siempre lo había pensado. Papá también necesito varias veces una salida de emergencia cuando las cosas se salían de control en casa, ser un padre joven es complicado, pero sobre todo cuando las posibilidades de que todo vaya de mala en peor son del cien por ciento altas. Mamá siempre estuvo para mí cuando más la necesite y nos entendemos a la perfección, aunque no siempre estemos de acuerdo y ella parezca una niña pequeña y bueno tal vez solo me hacía falta esa salida que mi padre tomo y que también volvió a cruzar varias veces hasta que se cansó y decidió abrir otra puerta en busca de la felicidad.

Mi vida es un completo caos. Nada dentro de mi vida me agrada del todo, pero soy rica y tarde o temprano lo tendré que aceptar, tengo una gran fortuna heredada y la que se siegue acumulando por los hoteles, bien podría dejar de trabajar, vender las dos casas que tenemos e irnos a vivir a otro país, a otra casa más grande o iniciar una carrera de modelo como mi madre antes de tenerme la tenía, pero no la termino y tampoco quiso seguirla para cuidarme e intentar siempre estar ahí para mí si la necesitada. En realidad, siempre hemos sido mamá y yo toda la vida en ningún momento estuvo papá más que cuando lo necesitada, amo sobre todas las cosas a mi padre por estar conmigo cuando mamá simplemente no podía hacerlo y por cuidarme en esas noches cuando las tormentas me asustaban y él se acostaba conmigo en mi cama y me comenzaba a contar historias de piradas, hadas y demás criaturas, lo amaba demasiado hasta que nos dejó y se olvidó de que existíamos por completo, admito que lo odie demasiado al principio pero después lo olvide como él a nosotros.