-¡Maldita Noctícula, traidora! ¿Cómo osas en venir aquí? Repite furioso Belfegor
-Soy la Noctícula tu peor enemiga, ¿recuerdas cuando me denostaste en aquella junta demoníaca hace años?
-No es bueno guardar tantos venenitos juntos Noctícula... Alega Belfegor
-¡Callen los dos, profanos de mi templo! Vocifera rabiosa María Magadalena.
-Digamos señora mía Magdalena que yo Noctícula estoy salvándote la vida, deberías ser más gentil.
-¡Calla Noctícula, no digas más! Agradezco que desvelaras a Belfegor mi enemigo acérrimo pero no eres invitada aquí. Comenta María Magdalena
-Te destruiré Magdalena, no me iré de aquí sin hacerlo. Grita Belfegor
-¡Vampiresas y vampiros vengan ya! Manda Noctícula
Se presentaron enseguida centenares de vampiros, tomando de pies y manos a Belfegor, conteniéndolo.
-¡Semejante aberración, no puedo creerlo! Dice con temor intenso Belfegor
Las beatas aparecían angustiadísimas, rezando al Señor por su ayuda que no tardó en llegar.
-Gracias por tu ayuda Noctícula pero mis alumnas son poderosas y han pedido ayuda al Señor. Vete de aquí perdono tu vida.
-No es tan fácil Magdalena he venido aquí no a derrocarte sino a pedirte tu favor para que me des tu apoyo para conservar mi reinado en la parte de Francia que me corresponde y tú en este sur de Francia te encuentras en un callejón sin salida.
La Noctícula en esta ocasión tenía la razón, María Magdalena y sus beatas serían asesinadas por los vampiros o los caballeros así que aceptó.
-Muy bien Noctícula acepto tu trato, ¿pero quye pasará con Belfegor?
-Lo encerraré en una de mis prisiones de por vida para que mis vampiros le den una muerte lenta y dolorosa.
Belfegor fue llevado por los vampiros a las celdas de oscuridad. Las dos diosas se dieron la mano, no era la primera vez que un santo se enfrentaba a un demonio para hacer un trato. El orden fue restablecido. Loa Caballeros Templarios fueron asesinados por alta traición. Del cielo descendían ángeles para proteger a María Magdalena cada uno de ellos podían matar personas por orden de la Santa y para cuidar de sus beatas. La Noctícula se retiró a su reino de oscuridad ya sin irrupciones de ningún tipo hasta el Día del Juicio Final.