Abrahel

XII

-¡Maldita Noctícula, traidora! ¿Cómo osas en venir aquí? Repite furioso Belfegor

-Soy la Noctícula tu peor enemiga, ¿recuerdas cuando me denostaste en aquella junta demoníaca hace años?

-No es bueno guardar tantos venenitos juntos Noctícula... Alega Belfegor

-¡Callen los dos, profanos de mi templo! Vocifera rabiosa María Magadalena.

-Digamos señora mía Magdalena que yo Noctícula estoy salvándote la vida, deberías ser más gentil.

-¡Calla Noctícula, no digas más! Agradezco que desvelaras a Belfegor mi enemigo acérrimo pero no eres invitada aquí. Comenta María Magdalena

-Te destruiré Magdalena, no me iré de aquí sin hacerlo. Grita Belfegor

-¡Vampiresas y vampiros vengan ya! Manda Noctícula

 

Se presentaron enseguida centenares de vampiros, tomando de pies y manos a Belfegor, conteniéndolo.

 

-¡Semejante aberración, no puedo creerlo! Dice con temor intenso Belfegor

 

Las beatas aparecían angustiadísimas, rezando al Señor por su ayuda que no tardó en llegar. 

 

-Gracias por tu ayuda Noctícula pero mis alumnas son poderosas y han pedido ayuda al Señor. Vete de aquí perdono tu vida.

-No es tan fácil Magdalena he venido aquí no a derrocarte sino a pedirte tu favor para que me des tu apoyo para conservar mi reinado en la parte de Francia que me corresponde y tú en este sur de Francia te encuentras en un callejón sin salida.

 

La Noctícula en esta ocasión tenía la razón, María Magdalena y sus beatas serían asesinadas por los vampiros o los caballeros así que aceptó.

 

-Muy bien Noctícula acepto tu trato, ¿pero quye pasará con Belfegor?

-Lo encerraré en una de mis prisiones de por vida para que mis vampiros le den una muerte lenta y dolorosa.

 

Belfegor fue llevado por los vampiros a las celdas de oscuridad. Las dos diosas se dieron la mano, no era la primera vez que un santo se enfrentaba a un demonio para hacer un trato. El orden fue restablecido. Loa Caballeros Templarios fueron asesinados por alta traición. Del cielo descendían ángeles para proteger a María Magdalena cada uno de ellos podían matar personas por orden de la Santa y para cuidar de sus beatas. La Noctícula se retiró a su reino de oscuridad ya sin irrupciones de ningún tipo hasta el Día del Juicio Final.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.