En algunas ocasiones, he llegado a pensar que Taehyung me ve como algo más que una amiga, pero la mayoría de sus acciones me indican lo contrario, como cuando lo veía besar a esas chicas. Ninguna de ellas sabe que Kim Taehyung es el hijo de uno de los empresarios más reconocidos del país, y no le gusta alardear de eso. Me ha dicho que quiere ser reconocido por sus propios méritos y no estar debajo del éxito de su padre, algo que admiro de él, ya que pienso similar.
—Puede ser, ¿por? — traté de zafarme de su agarre, y él, al notar mi acción, soltó mi brazo.
—Te acompaño, así no te vas sola —dijo con una sonrisa, saliendo a mi lado en dirección a su auto. Esas acciones me hacían confundirme. Taehyung podía llegar a ser todo un caballero, pero es todo un rompecorazones, eso es lo que me desilusiona. Ha estado con tantas chicas, todas ellas diferentes a mí, que, por eso, me repito una y otra vez que nosotros no tenemos oportunidad alguna.
—Preferiría irme con Min Ho, no quiero causarte alguna molestia —me detuve a unos metros de su auto, debería estar acostumbrada a estar a su lado, al ser amigos pasábamos mucho tiempo juntos, pero el sentimiento que tenía por él era más que eso, algo lamentable, parece que no he sido hecha para el amor.
—Sabes que no causas ninguna molestia, vamos —dudosa, me acerqué a él, quien ya había abierto la puerta del flamante auto negro.
Dentro del auto se podía respirar el aroma a su perfume, que en él desbordaba elegancia completamente de pies a cabeza. —Estás más callada de lo normal, ¿te pasa algo?
—No, es solo que no estoy del todo cómoda con este tipo de eventos, no es algo que me gusta, y menos usar este tipo de ropa —mantuve la mirada en mis manos, sintiéndome algo nerviosa.
—Te ves hermosa, así, deberías verte en un espejo, te ves genial —sus palabras sonaban convincentes, pero no podía creerlas, no después de verme una y otra vez comprobando mis imperfecciones.
—No digas esas cosas, no es verdad.
—Tu novio debe decírtelo todo el tiempo, no es mentira lo que te digo —su semblante cambió al pronunciar esas palabras, era exactamente eso lo que me hacía creer que se interesaba en mí, su voz sonaba con un toque de celos.
—Sí, mi novio lo hace —miré a través de la ventana la oscura noche, iluminada por las luces de la ciudad. No pretendía hacer esta mentira tan grande, ¿de dónde sacaré un novio antes de que sigan insistiendo en conocerlo?
—¿No hay tal verdad? ¿Lo dijiste solo para zafarte de tu madre? —Taehyung detuvo el auto a la orilla de la carretera, sus palabras me hicieron voltear a verlo rápidamente, haciéndonos quedar frente a frente, a unos centímetros de distancia.
—¿Cómo lo supiste? —Me sentía hipnotizada por la cercanía, el resplandor de sus ojos no me permitía dejar de verlo, no podía apartarme de él.
Su mano pasó suavemente por mi rostro, brindando una suave caricia. —Te conozco más de lo que piensas, cariño, solo a ti se te ocurriría fingir tener novio, no eres nada buena mintiendo, tiendes a sujetar tus manos con fuerza cuando lo haces.
Puse mi mano sobre la suya con la intención de quitarla —No sabes lo que dices —me separé de él, manteniendo la vista al frente, puso el auto en marcha nuevamente.
El auto se quedó en silencio, se escuchaba solo el motor del auto y nuestras respiraciones ahí dentro. Minutos después, las gotas de lluvia amortiguaron el sonido de mis pensamientos. Los relámpagos en el cielo captaron mi atención, a muchos les da miedo, pero me parece fascinante esta obra de la naturaleza.
—¿Cómo piensas presentarle a tu novio imaginario a tu madre? — Tenía una sonrisa en el rostro.
—No te rías de mis desgracias, eres mi amigo, deberías ayudarme —me crucé de brazos, mirando a la ventana.
—No hagas eso —aclaro su garganta —, si quieres yo puedo… —No terminó de hablar, puesto que mi teléfono comenzó a sonar interrumpiéndolo, volteé a verlo, fijando mi vista en el móvil al instante.
—Papá, ¿qué sucede?
—Solo quiero saber si estás bien, cariño Min Ho me ha dicho que te has ido con Kim Taehyung —se notaba algo preocupado, siempre ha sido así de sobre protector.
—Sí, todo bien, él se ofreció a llevarme a casa. No te preocupes, por cierto, quiero hablar contigo. ¿Podemos hablar más tarde?
—Claro que sí, para ti siempre tengo tiempo.
—Nos vemos en un rato, papá —después de esa pequeña conversación dejé mi teléfono en el bolso de mano que hacía juego con el vestido.
—Puedo ayudarte con eso de tu novio falso —habló Taehyung a mi lado.
—Y dime, ¿tú de dónde vas a sacar a alguien que me quiera como novia? —volteé a verlo —. Ya no te burles, mejor le diré a mi madre que termine con él y se acabó—. Mi vista se fijó al frente, a través de la lluvia podía ver las luces de la gran mansión.
—Claro que hay personas que quieren tenerte como novia, eres muy linda.
—Eso solo lo dices para hacerme sentir bien.
—Claro que no, siempre te tomas a broma mis palabras — bajé del auto antes que él, mojándome casi al instante. La lluvia era demasiado fuerte.
—Estás loca, ¿cómo se te ocurre salir así? — Llego a mi lado empapado.
—Pues somos dos locos, tú también has bajado así, mira cómo estás —lo señalé—, remarcando que él también estaba empapado. Ambos subimos los escalones que nos separaban de la entrada.
—Me contagias de tu locura —soltó una sonora carcajada, contagiándome.
Entramos a la casa, dejando un rastro de agua a nuestro paso. Entre risas, una de las amas de llaves se acercó a nosotros con un par de toallas.
—Gracias— después de decirle eso se retiró —mi madre se enojará si se entera de esto, acompáñame, no dejaré que te enfermes— subimos las escaleras rumbo a mi habitación —espérame aquí, te traeré algo de ropa —Salí de la habitación rumbo a la de mis padres, tomando algo de ropa de papá, algo qué tal vez le podría quedar a Taehyung.