En caída libre

Jungkook

Nunca me había sentido tan triste en mi vida, me hubiese gustado nunca haber presenciado esa escena, prefería verla sonreír, pero me doy cuenta de que ella nunca fue feliz, no pude hacerlo, no supe cómo ayudarla.

—No por favor T/N, no digas eso —ya no me escuchaba, había perdido la conciencia, esperaba que la ambulancia no llegara demasiado tarde. Aún había tiempo, quería creer eso.

Ver como la subían en esa ambulancia me partía el corazón, sentía que el camino hacia el Hospital era más largo, su mano se sentía fría, pero seguía con vida, me aferraba a eso —Kookie —su voz débil me llamo.

—Todo va a estar bien cariño, no digas nada, todo va a estar bien.

—Por favor, no le digas a nadie —¿Qué clase de petición era esa? Sus padres y su hermana debían saber que está mal.

Se llevaron a T/N por un pasillo, impidiéndome seguir con ella —Joven por favor acompáñeme —dijo una enfermera acercándose a mí.

Después de llenar el papeleo, el Doctor se acercó a mí, T/N estaba estable, solo necesitaba dormir —¿Es usted familiar de la joven?

—Sí, es mi novia.

—¿Puedo hacerle unas preguntas?

—Claro que sí.

—¿Sabe si la señorita T/N ha tenido problemas últimamente? ¿ha presentado disminución o aumento de apetito, irritabilidad, ansiedad, cambios de humor? —hizo una serie de preguntas, las cuales tenía la respuesta a cada una de ellas.

—Últimamente ha tenido problemas, empezó a dejar de comer, ha estado viendo a una nutricionista… y con lo demás, su estado de ánimo es inestable, la mayor parte del tiempo esta triste o quiere estar durmiendo… —le explique todo casi a detalle.

Verla ahí en esa cama, con una venda en donde había hecho tal herida me dolía, hubiese querido hacer más por ella, regresar el tiempo y borrar todos y cada uno de esos malos momentos, las palabras hirientes de su madre, quería borrar todo lo malo y pintar un mundo feliz en su lugar.

Ahora se veía tranquila, sin que nada la molestara, estando alejada de todos los problemas ¿Qué había pasado para que hiciera tal cosa? No había tanto misterio, lo más seguro es que tenía que ver con su familia, más precisamente su madre… me quedaría observando su bello rostro todo el día, no tenía ningún problema en eso, me gustaría hacerle saber que es hermosa, que me tiene a mi sin importar que, me enamoré de ella por su forma de ser, por su constante negación a acercarse a los demás, porque quería conocerla, más allá de la simple apariencia física, más allá de todo los problemas que la sobrepasaban me enamore de la chica frente a mí.

—No te dejaré, me tienes a mi para seguir adelante, solo aférrate a mí y no te sueltes otra vez —deposité un corto beso en sus labios y me senté a su lado. Lo que menos quería era separarme de ella.

Sostenía su mano, habían pasado horas desde que se encontraba ahí, según el doctor no había dormido bien, por lo que después de perder la conciencia solo se quedó dormida, no tardaría en despertar, quería quédame a su lado hasta que eso pasara, pero me fue venciendo el sueño antes de verla despertar.

T/N

Escuchaba el sonido desesperante de la máquina a mi lado, sentía los párpados muy pesados, estaba muy cansada, pero sabía dónde estaba. Que mala suerte para tener que despertar cuando lo que más quería era morir; no sé si esto es una mala jugada del destino o una segunda oportunidad.

Al abrir lentamente los ojos pude darme cuenta de que era de noche y por el reloj que estaba al lado era bastante tarde. Era enternecedor ver a Jungkook durmiendo, pero me partía el alma ver su rostro triste a pesar de estar dormido, lamentaba que estuviese en esta situación por mi culpa.

Quise moverme, pero Jungkook sostenía mi mano, inevitablemente lo desperté —T/N, despertaste, iré a buscar un médico —se levantó del sillón en donde estaba dirigiéndose a la puerta.

—No, espera.

—Hice lo que me pediste, no le dije a nadie que estabas aquí, pero tarde o temprano se enterarán.

—Vámonos a Londres sin que nadie se entere, mi madre y mi padre han organizado un compromiso por conveniencia —Jungkook permanecía atento y sorprendido ante lo que le estaba contando —No quiero casarme, y no quiero que te lastimen, es irnos a Londres cuanto antes o terminar esto qué hay entre nosotros.

—¿De qué hablas? —se acercó a mi sentándose a mi lado.

—El fin de la reunión de ayer era anunciar mi compromiso, mi madre organizo todo y mi padre no se apuso, ella me amenazó con hacerte daño si no me alejaba de ti.

—¿Y por eso hiciste eso? —señalo mi brazo.

—No lo pensé solo lo hice, si no quieres estar conmigo solo dime, no pretendo ser una molestia o una carga para ti.

Me abrazo, cada vez que lo hacía sentía que reunía las piezas rotas en mi —no me malinterpretes, es solo que me lleve un gran susto, vamos a Londres cuando estés mejor, pero prométeme que no lo harás de nuevo, la noche solo es más oscura antes de amanecer, así que por favor no lo hagas, no sé qué será de mi si te pierdo.