Jungkook
Fue la noche perfecta, solo así podría definirlo, aunque esa palabra se quedaba corta para definir lo que había pasado. T/N es más de lo que algún día había soñado, estoy en ese momento en el que me estoy dando cuenta de que la persona correcta llega, pese a las adversidades estamos juntos, haciéndonos mejores cada día.
—¿Cómo amaneciste cariño? —pregunté cuando sus ojos se conectaron con los míos.
—Bien —me miro con esa hermosa sonrisa que me enamora —¿Qué tal tú?
—Mejor de lo que esperaba, ¿Qué quieres hacer hoy?
—Nada, quiero quedarme aquí.
—En serio ¿haciendo qué?
—Ey, no es lo que piensas
—¿y según tú que es lo que pienso? —la mire alzando una ceja provocando que se sonrojara.
—Ya, no hagas eso —se envolvió en la sabana y se levantó —iré a darme un baño.
—¿Puedo acompañarte? —me levante también, pero ella corrió hacia el baño cerrando la puerta causándome risa —está bien iré a la otra habitación.
Después de bañarme y vestirme me dirigí a la cocina, faltaba poco para medio día, era una bonita mañana de domingo, así que me dispuse a preparar algo para comer en lo que T/n salía del baño. Cuando estaba todo casi listo la voz de T/n llego a mis oídos haciéndome levantar la mirada hacia donde ella se encontraba.
—¿Qué te tiene con esa gran sonrisa Kookie? —se sentó en uno de los bancos frente a mí —mmm huele muy bien.
—Una chica linda —me miro con una sonrisa —y estoy preparando su comida favorita ¿quieres probar? —ella asintió acercándose a donde estaba preparando los alimentos.
—Esta delicioso, te ayudo a servir —asentí —¿quieres salir hoy? Hace tiempo que no lo hacemos.
—No lo sé, me gusta más la idea de quedarme aquí y no hacer nada.
—T/n, T/n, no vinimos a Londres para quedarnos en casa, dejo de llover hace rato así que podríamos salir un rato, visitar algunos de los lugares que tienes en esa lista.
—¿Cómo sabes de la lista Jungkook? —me miro con los ojos abiertos.
—Bueno, no debes dejar cosas por ahí si no quieres que las vea.
—Eres un chismoso cariño, pero me gustaría salir, solo que me duele un poco el caminar por lo ocurrido anoche —se sonrojo al decir lo último.
—Oh perdón, no me paso por la cabeza —le di un beso en la frente —si es así, nos quedaremos, todo es mejor estando a tu lado.
Lo nuestro era más que amor, así lo siento, aunque llevamos solo unos meses, esto es en serio, lo que siento por T/n es lo más real que he llegado a sentir, vamos más allá de solo enamorarnos. Lo nuestro no es algo monótono, no es un romance adolescente, pero tiene ese toque de dulzura que nos une una y otra vez. No es un capricho de un joven que se enamoró de su compañera de clase, y me alegro de que no se hubiese quedado en un tal vez de que me hubiese arrepentido. Y pese a lo que dice su madre, no es interés en absoluto, conozco a la perfección mi posición y eso no tiene nada que ver. Hay una larga line entre el amor que siento por ella y la posición social que tiene.
T/N
Estábamos a un par de días del cumpleaños de Jungkook, y no sé qué regalarle aún, tenía pensado en algún viaje de fin de semana, había reunido algo de dinero estando en la empresa de mi padre, y con lo que tenía ahorrado pues era posible hacerlo, pero conociéndolo, él prefiere algo sencillo y significativo. Así que hasta ahora solo tenía una carta y una lista de posibles regalos, la cual escondí en cuanto entro a la habitación.
—¿Qué haces amor?
—Estaba viendo una lista de pendientes antes de seguir con la tarea ¿vas a salir?
—Iré al supermercado, nos hace falta algo de despensa, ¿vas conmigo o te quedas aquí?
—Prefiero quedarme aquí, me duele todo y apenas es el primer día en el gimnasio.
—Bien, no tardo —tomo su billetera y salió no sin antes darme un beso, algo que se estaba haciendo costumbre cuando se despedía o llegaba, a veces se comporta como mi padre con mamá.
Mi lap comenzó a sonar indicado una videollamada entrante, al ver el nombre de mi hermana sin dudarlo respondí —Hola Chiara, ¿Qué haces despierta a esta hora? Es casi media noche.
—No podía dormir, además es mejor hablar a esta hora, mamá ya está dormida, así nos deja hablar más rato.
—Ay Chiara, que cosas dices —comencé a acomodar un poco el escritorio para colocar bien la lap frente a mí.
—Es la verdad, cada vez que hablamos terminas la llamada por lo que dice mi madre, no me gusta verte mal por sus palabras, así que por eso llamo a esta hora, por cierto, cada vez que hablamos por videollamada te vez mejor, te ha sentado muy bien el irte a Londres pequeña.
—Me estoy esforzando en cambiar, en sentirme mejor, aunque no estoy del todo bien, pero con el tratamiento adecuado se solucionará, o al menos eso dice el médico.
—¿Otra vez al borde de la anemia?, ¿Jk lo sabe? —negué en repuesta a las dos preguntas.
—No es algo de que preocuparse, así que no hay por qué preocuparlo, siguiendo al pie de la letra las indicaciones del nutricionista y del médico, todo ira bien, además hoy fue mi primer día en el gimnasio.