Todos somos directos hasta que nos desafían al corazón Pt. 1

La biblioteca estaba casi vacía, solo había unas cuantas personas de nuestra clase, así que entre a uno de los cubículos que se encontraban vacíos, era mejor que estar entre el bullicio que más tarde se generaría al llegar más personas y podría contestar la llamada entrante de mi hermana sin molestar a los que estaban ahí.

—Hola Chiara —salude a mi hermana que se encontraba al otro lado de la pantalla.

—¿Estas en clases?, ¿interrumpo?

—No, estas de suerte, podemos hablar un ratito, no he tenido las primeras clases, estoy esperando a un compañero, tenemos que hacer un trabajo —. Detrás de ella paso mi padre, al parecer ocupado que no se dio cuenta de que estaba hablando con Chiara.

—Papá tiene una comida de negocios, de no ser por eso, mamá y papá estarían aquí —su mirada fue en dirección a donde había visto yo.

—Hace días que no he hablado con él, está bastante ocupado.

—Claro que lo está, ¿estás trabajando en la sede de Londres? —asentí a su pregunta —pues ya sabrás lo de la celebración que se hará en un mes por la afiliación a una de las empresas de allá, y aquí hay otros proyectos.

—Deberías haber estudiado esto, aunque no lo hayas hecho estas muy al pendiente, a veces creo que es lo que te gusta —me miro con una sonrisa.

—Me conoces bastante, pero prefiero algo diferente, esto no es algo que me haga sentir feliz como a ti —hasta cierto punto esto era lo que me gustaba desde que veía a mi padre. Y cuando empecé a relacionarme más, quede fascinada con todo, aunque a veces se me hace difícil cumplir con las expectativas que me he generado de todo esto.

—Deberías intentarlo, tal vez y te gusta más de lo que piensas—me encogí de hombros.

—No, solo lo veo como un pasatiempo, de lo que puedo aprender un poco.

Unos golpecitos en la puerta me hicieron voltear, encontrándome con Liam —ha llegado mi amigo y compañero de trabajo —ella asintió —pasa Liam, te estaba esperando, estaba hablando con mi hermana en lo que llegabas. Liam, te presento a Chiara, Chiara, él es Liam, mi amigo.

—Hola, mucho gusto —saludo Liam.

—El gusto es mío, los dejo para que hagan su trabajo, hablamos luego.

—Hasta luego —dije antes de que ella terminara la llamada.

—¿Les han dicho que se parecen bastante? —pregunto Liam viéndome, a lo que yo asentí —solo su color de cabello las hace diferentes.

—Físicamente hay más que solo el color de cabello —dije tratando de evitar que sonara tan mal como lo había pensado.

—Sí, aunque fueran gemelas no serían completamente iguales, no hay dos personas iguales en este mundo, bueno, empecemos —sacó su laptop y la puso sobre la mesa —no hay que ponernos incomodos —dijo con una sonrisa disminuyendo la tensión.

—Bien, tienes razón, empecemos, así avanzamos más.

—Mira esto, avancé ayer después de que lo que hicimos en la biblioteca, no es mucho, pero peor sería nada —y así comenzó el día, entre libros y debates entre qué información era más relevante.

Estábamos comenzando apenas con los deberes más pesados antes de iniciar con los exámenes. Las vacaciones me habían hecho olvidarme hasta cierto punto de lo pesado que es esto de levantarse tan temprano y dormir hasta tarde. Al igual que nosotros, poco a poco fueron llegando más personas a la biblioteca, a veces estaba casi vacía y otras estaba completamente ocupada, con personas entre los pasillos buscando libros y mesas repletas de estudiantes con pilas de libros por leer.

—Al fin terminamos, yo reviso el archivo y si hay algo que cambiar te digo —hable mientras comenzaba a guardar mis cosas.

—Me parece bien, ¿quieres ir a almorzar o esperaras a tu novio?

—Vamos, le mandaré mensaje a ver si nos acompaña.

—Bien, vamos.

La mañana era un poco fría, pero al interior de la cafetería en la que nos encontrábamos se sentía calentito —¿solo eso comerás? —deje una bandeja con vaso con té y un sándwich sobre la mesa.

—Sí, no está mal, ¿por?

—¿No es muy poquito?

—No, está bien, siempre y cuando coma algo, ¿vendrá Maren hoy? —pregunte en un intento por cambiar de tema.

Negó —esta algo ocupada, llegaron unos familiares de visita ayer por la noche, y quedo en salir con ellos hoy, está muy emocionada.

—Me imagino, si no se ven tan seguido los debe de extrañar —comenzamos nuestro almuerzo —¿te ha hablado de su intercambio a Corea?

—Sí, es algo que le emociona mucho, se ha estado esforzando, aunque lo tiene más que hecho, le encanta ver novelas coreanas, y su música ni se diga.

—A muchos les atrae últimamente, espero y que le guste cuando vaya, si llegas a ir tu también, les mostraremos muchos lugares.

—Genial, será toda una aventura.

—Así es, no te lo puedes perder.

Jungkook no podía acompañarnos, así que todo seguía como lo acordamos, después de terminar sus clases el pasaría por mí. Después del almuerzo, Liam y yo nos dirigimos a donde tendríamos las únicas clases del día.