La calma que antecede al huracán Pt.3

Vimos cómo se adentraban a la cafetería, y se dirigían al otro lado en busca de un lugar disponible sin voltear en nuestra dirección —ah que lindo sería tener un novio como él, hay pocos como él, escuche decir a una de mis amigas que están en su grupo que es tan caballeroso, y sobre todo serio, dice que parece que todo el tiempo está enojado. Rara vez ha tenido una conversación con alguna de las chicas a menos de que no sea por trabajo.

—Así es él, podría decirse que es de pocas palabras cuando no está con sus amigos.

—Hola chicas, perdón la tardanza, ¿no ha llegado Liam? —Harry se sentó a mi lado dejando sus cosas a un lado.

—No. Pero podríamos ir comenzando antes de que se haga más tarde —propuso Olivia.

Comenzamos iniciando una serie de discusiones sobre el trabajo a realizar hasta que se unió a nosotros Liam, quien se había quedado dormido por no escuchar la alarma. Las horas de trabajo con ellos eran llevaderas. Entre conversaciones que salían de la nada nos encontrábamos ahí los cinco en la biblioteca.

Los días fueron pasando, en un subir y bajar de emociones, con la llegada de los exámenes que más podríamos esperar que el estrés de poder retener la información y al final obtener una buena nota. El frio octubre estaba trayendo cerca el cambio de estación, el otoño más frio que hubiese presenciado, el cambio de color de las hojas de los árboles sin duda es mejor de lo que me imagine. Desde la habitación podía ver el viento soplando entre las hojas antes de que se llagara el momento de que cayeran.

—Mamá hará un viaje con sus amigas, se irán a un crucero o algo así escuche le decía a papá —dijo Chiara mientras hacia una de esas rutinas de belleza.

—¿No iras con ella? —acomodé las cosas en el escritorio dando por terminada la tarea que me tenía con dolor de cabeza desde que la comencé.

—No, dijo que solo serán sus amigas, un viaje solo para ellas, creo que le hace falta un cambio de aires como a ti. Anda de un humor que ni papá la tolera, creo que eso es lo único que la calma, el estar con sus amigas.

—Es bueno entonces, un respiro de lo cotidiano.

—Tienes razón, aunque creo que te extraña, aunque no lo diga.

—Se libró de mí, su tortura, no podía andar en las reuniones con una chica de 21 que no se había comprometido o siquiera tenido algún pretendiente, mientras las hijas de sus amigas ya habían vivido tanto. Y qué decir de ir en busca de ropa.

—Era lo mismo conmigo, aunque pienses lo contrario, se deja llevar mucho por sus amigas, sabes como son. Pero sin duda te quiere, solo que no sabe cómo demostrarlo, no sé qué le paso, pero creo que trata de protegerte, por no ser como los demás.

—Nunca me lo dijo, ni lo ha demostrado, es muy diferente a como es contigo.

—Es dura, pero ya se le pasará.

—Esperemos que sí, o sino a mi regreso volverá con sus locas ideas del matrimonio. Qué horror.

Después de hablar con Chiara me dirigí a la cocina donde Jungkook preparaba la comida, abrazándolo por la espalda, algo que a él no le molesta que haga —¿Cómo te fue con tu hermana cariño?

—Bien, estos meses sin verla se me hacen eternos, pronto volverá a Italia, me dijo que extendió sus vacaciones lo más que pudo, pero necesitan de la mejor modelo que han conocido. Ah es tan genial poder cumplir tus sueños, estoy tan feliz por ella. Creo que podríamos visitarla durante las vacaciones si es que no regresara a Corea hasta abril.

—Sería una buena idea, harás que me guste esto de viajar y no de quedarme en un solo lugar —me miro con una sonrisa —es una aventura el estar contigo.

—Nos llenaremos de aventuras en esta vida, es fascinante ¿no crees?

—Claro que sí.