Abren la puerta, cruje la madera,
estoy acostada en la oscuridad de mi pieza
pero lo realmente negro está en mi cabeza.
Se mueve la cama, alguien toca la frazada.
¿Quién está ahí? ¿Te importaría acompañarme un rato?
Rozan mi mano, vamos…
necesito un oído
ahora que en mi interior hay vidrios.
Monstruo bajo mi cama, ¿puedes escucharme?
No tengo a nadie, ¿sabes cómo se siente?
Llévame antes que se les ocurra extrañarme,
llévame antes que se acuerden que me quieren,
si soy demasiado mártir para ti,
escúchame.
Monstruo bajo mi cama, no puedes asustarme,
pero puedes escucharme.
Monstruo bajo mi cama, te sientas sobre mi espalda,
¿quieres ser mi amigo? Me levantaré a jugar contigo.
Monstruo bajo mi cama, prometo no encender ni una llama,
la oscuridad es tan familiar que me agrada.
Sonrío todo el día
pero de noche estoy destruida.
Necesito aferrarme a algo así sea siniestro
y aunque no sea verdadero.
Monstruo bajo mi cama, no te tengo miedo,
muéstrate sin pretextos,
yo soy más repugnante.
Monstruo bajo mi cama, escúchame,
déjame ser tu sombra,
te daré de mi cerebro las sobras.
Monstruo bajo mi cama, no me dejes tú también,
dormiré eternamente para no dejar de verte.
Monstruo bajo mi cama, escúchame,
les cuesta decir hola y les cuesta decir adiós.