Acepta que me Amas

Capitulo 16 "Noche Vieja" Pt.1

Elise Pov

Ni por más que traté de descansar, no pude pegar el ojo en toda la noche. Trato de que la situación con Iván no me afecte, pero aun así lo hace, además me siento algo culpable con Emanuel, por mi lo hirieron.

Creo que es hora de volver a tener secciones con mi psicóloga.

Miro la hora en mi teléfono y apenas son las 6:15 am, decido levantarme e ir a correr antes de que se despierte Giovanna se despierte y nos vallamos al hospital a relevar a Darcy y Lorena.

Tal vez hoy me encuentre de nuevo a Arturo, desde que empecé con el proyecto, no e ido a correr diariamente como a mí me gustaría, valoro más mis horas para dormir.

Termino de atar mis agujetas y salgo hasta la playa y comienzo a correr, al cabo de 45 minutos llego hasta el hotel, donde veo a otra persona correr en mi dirección, cuando se acerca veo que se trata de Arturo.

—¿Cómo amaneciste mi cielo? —pregunta antes de darme un ligero beso en los labios.

—No pude dormir nada—me sincera con él. —Me siento culpable por lo que paso—

—No tienes porque—responde antes de pasar su brazo por mis hombros y comenzar a caminar en dirección a mi departamento—Pudo haber sido cualquier bar, y al estar ese sujeto en la ciudad iba a pasar en cualquier momento. Lo positivo es que ya se fue gracias a la denuncia—me recuerda.

—Pero, aun así, no puedo evitar sentirme culpable—le cuento.

—¿quieres que hablemos sobre esto? —pregunta.

—No, hablare con mi psicóloga. La que me atención en el proceso del aborto—le aclaro.

—Si eso es lo que quieres, yo te apoyo en todo—dice colocándose frente a mi y poniendo ambos brazos en cada uno de mis hombros. —Pero señorita es hora de que sigamos trotando—dice antes de tomar una de mis manos y jalarme con él mientras trota y yo al instante hago lo mismo.

La verdad cuando comencé a hacer ejerció, parte de esto comenzó cuando me llenaba de ansiedad en la universidad con tantos trabajos y tareas, creía que no lo iba a lograr ya que estudiar una carrera como arquitectura no es nada fácil, muchas veces deje de hacerlo cuando me desvelaba toda la noche o al menos gran parte de ella, pero el ejercicio me ayudo a sacar todo el estrés que había acumulado y entre mas corría mejor me sentía.

—¡Espera por favor­! —pide Arturo que se quede a unos metros atrás de mí.

—Creí que estaba en mejor forma señor De Córdova—me burlo cuando llega hasta donde estoy.

—Y lo estoy señorita Lombardo—contesta. Señalando todo su glorioso cuerpo.

—Demuéstrelo entonces— lo reto antes de salir corriendo nuevamente y el detrás de mí. Corro hasta llegar al acceso que comunica nuestro departamento con la playa y antes de subir el primer escalón, Arturo me toma de la cintura y tira de mí, haciendo que en el proceso ambos caigamos sobre la arena, el de espaldas y yo sobre su pecho.

—Eres terrible, ¿Lo sabes no? —pregunta teniendo su rostro a escasos centímetros del mío.

—Si—respondo antes de eliminar la distancia y comenzar a besarlo, con ambas manos sujeta mi rostro provocando que el beso se vuelva más intenso, con mis manos empecé a acariciar los musculosos brazos que se carga este hombre, el pasa sus pulgares por mis pómulos antes de bajar ambos brazos y apretarme contra él.

Suelto un ligero jadeo al sentir la parte que estaba despertando en su anatomía, gracias a la ropa deportiva me logre generar una idea del estado en el que esta.

Abro más la boca y comienza una deliciosa pelea de nuestras lenguas por quien llevar el control. Trato de acomodarme mejor sobre el pero solo consigo provocarlo aun mas con cada roce de nuestras pelvis, Arturo suelta un gemido ante esto y presiona ahora mi trasero contra su creciente erección.

—Por mucho que quiera segur— comenta cuando tratamos de tomar aire—No podemos, alguien nos puede ver y no creo que la mejor opción sea pasar a tu departamento con tus amigas ahí—comenta sin soltarme.

Miro a mi alrededor y recuerdo donde estamos, bajo rápidamente de el y me siento aun lado.

¡Maldición!

La verdad si me hubiera encantado seguir, pero no creo que un arresto por faltas a la moral sea lo mejor ahora.

—Tienes razón, no sé qué paso—respondo y veo como se sacude la arena de la espalda, pero la parte que despertó entre sus piernas llama mi atención—Lo siento—digo señalando su erección.

—Pasa la noche conmigo—pide tomando mi mano, como hoy es año nuevo y vamos a cenar con él y sus amigos.

—¿No habrá problemas con los demás? —pregunto.

—Saúl no vendrá, pasara año nuevo con Kris y Camilo es probable que se valla a su casa, tus amigas pueden ocupar el mismo cuarto de la anterior vez y espero que Zuri no se dé cuenta—comenta.

Toma mi mano y me jala de nuevo hasta logar que quede sentada encima de él.

—No podemos estar así, nos verán—le recuerdo.

—Sera peor si me ven con una erección al aire—dice.

—Y esto se supone que debe ayudar—comento señalando nuestra posición.

—Tienes razón, solo quiero sentirte cerca—responde antes de darme una sonrisa realmente arrebatadora.

A pesar de sus protestas me levanto.

—¿quieres pasar en cuento te calmes? —le pregunto señalando su entrepierna.

—Quisiera, pero aun faltan muchas cosas para la cena de esta noche—responde,

—¿Quieres que ayudemos con algo? —le pregunto.

—Pueden llevar de nuevo los postres, Camilo ya se comprometió a comprar y llevar las bebidas y bueno a mi me toca la comida—responde.

—Me parece bien, entonces despertare a las chicas si es que no lo están para ir de compras y preparar algo—me acerco y me pongo de puntas para poder darle un beso a modo de despedida ya que la altura si es algo significante entre nosotros, prácticamente le llego al hombro.

—¿Te quedaras? —pregunta sujetando mi cintura.

—Si—responde y ahora sí, continuo el camino hacia mi departamento, al final mi madre tuvo razón y será hora de utilizar uno de los conjuntos de lencería que me empaco.




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