La urbe dominada por el hielo

El sol apenas había comenzado a salir por el horizonte cuando Jax "El Relámpago" Hunter se encontró en el límite de una ciudad que no figuraba en los mapas oficiales: la Ciudad del Martini con Hielo. Esta urbe, conocida solo por rumores y leyendas urbanas, se encontraba en un desierto helado, oculto de las miradas indiscretas y gobernado con puño de hierro por el tirano Martin N-ice.

Las calles de la ciudad brillaban con un resplandor frío y cristalino. Los edificios, altos y elegantes, parecían estar esculpidos en hielo, reflejando la luz del amanecer en tonos azules y plateados. A pesar de su belleza, había una sensación de peligro latente en el aire, como si algo oscuro acechara debajo de la superficie brillante.

Jax caminaba lentamente por una de las avenidas principales, notando la falta de actividad. Las pocas personas que veía se movían rápidamente, sus rostros escondidos bajo capas gruesas de ropa. Todos parecían tener un destino específico, evitando cualquier interacción innecesaria.

En el centro de la ciudad, se alzaba un rascacielos imponente, conocido como La Torre Martus. Este era el hogar de Martin N-ice, un hombre cuya reputación era tan mala como la ciudad que gobernaba. Martin había logrado amasar un poder considerable, controlando no solo los recursos de la ciudad, sino también a sus habitantes, quienes vivían bajo su constante vigilancia.

Jax había oído hablar de Martin N-ice. Un ex-empresario con un pasado sombrío, relacionado con jax.

Martin había tomado el control de la ciudad después de un golpe de estado que dejó a sus opositores muertos. Ahora, N-ice era más una figura de leyenda que un hombre, con rumores que decían que había modificado su cuerpo con tecnologia cyberBuck, convirtiéndose en algo más que humano.

Mientras Jax continuaba explorando, se dio cuenta de que había llegado al distrito comercial, una zona repleta de tiendas de lujo y bares exclusivos. A pesar de la opulencia, la atmósfera era inquietante, con guardias patrullando cada esquina y drones sobrevolando las calles.

Finalmente, llegó a un bar pequeño y discreto llamado "Cercy’s Bar", cuyo letrero brillaba con un neón tenue. Jax empujó la puerta y entró, siendo recibido por el cálido murmullo de conversaciones y el olor a alcohol fuerte. El lugar estaba lleno de personajes sombríos, mercenarios y contrabandistas que habían venido a la ciudad en busca de oportunidades.

Se acercó a la barra, donde un bartender de aspecto cansado le lanzó una mirada fugaz antes de servirle un vaso de whisky con hielo. Jax lo aceptó sin decir una palabra, sus ojos escaneando el lugar en busca de cualquier pista que pudiera serle útil.

Un hombre, sentado al final de la barra, parecía captar su atención. Vestía un abrigo largo y oscuro, con una cicatriz que atravesaba su mejilla izquierda. Al notar la mirada de Jax, el hombre sonrió y levantó su vaso en señal de saludo.

—No es común ver caras nuevas por aquí —dijo el hombre con voz áspera—. Especialmente alguien con la fama de Jax Hunter.

Jax no respondió de inmediato, evaluando si el hombre era una amenaza o un posible aliado.

—¿Quién pregunta? —dijo finalmente, con tono neutral.

El hombre dejó su vaso en la barra y se inclinó hacia adelante.

—Alguien que sabe lo que buscas —respondió—. Y que puede ayudarte a obtenerlo... si estás dispuesto a arriesgarte.

Jax levantó una ceja, interesado.

—¿De qué hablas?

El hombre sonrió de nuevo, pero esta vez su sonrisa tenía un toque de seriedad.

—De Martin N-ice. Y de cómo derribarlo.

El corazón de Jax dio un vuelco. Derribar a N-ice no solo significaba liberar a la Ciudad del Martini con Hielo, sino también acceder a recursos y tecnología que podrían cambiar el juego en su propio plan para el robo del Banco Metálico.

—Hablemos.

El hombre asintió, señalando una mesa en la parte trasera del bar. Mientras caminaban hacia la mesa, Jax sabía que se encontraba en el comienzo de un nuevo y peligroso capítulo, uno que podría definir no solo su destino, sino el de toda ciudad.