Lo primero que hizo Jack una vez que todos se habían marchado, fue llamar a Jim para informarle de lo sucedido, y luego procedió a darle instrucciones.
Jim no perdió el tiempo y antes de las nueve de la mañana, todas las órdenes de Jack habían sido cumplidas. Como Jack tampoco podía moverse de donde estaba ni quería hacerlo, envió a Neal por las rosquillas que gustaban a Jesse y se dispuso a esperar que ella despertase. De lo que Jack no estaba muy seguro era de cómo proceder una vez que ella despertase, porque dudaba mucho que lo que le había dado David tuviese el milagroso efecto de borrar la memoria, así que en principio, ella querría saber qué había sucedido con Giovanni aunque aquello sería relativamente fácil de manejar, porque con seguridad ella se contentaría con saber que se había marchado aunque también era posible que lamentase que no hubiese muerto. Pero cuando preguntáse por Nick las cosas podían complicarse como en efecto sucedería, pues Jesse actuaría tal y como Jack lo había imaginado casi en todo.
Jesse dejó la frase inconclusa incorporándose con brusquedad y Jack se tensó.
Dicho esto se levantó y se fue al baño, de manera que Jack se dirigió a la cocina y mientras encendía la cafetera, le envió un mensaje a Charlie preguntándole si había alguna novedad y avisándole que ya Jesse estaba despierta, algo que seguramente preocuparía a Nick quien esperaba que ella despertase alrededor de mediodía.
Como ella estaba acostumbrada a que Nick nunca la dejaba sola, no se interesó por la presencia de Jack ni hizo más preguntas de momento sino que se comió un par de rosquillas y se despachó tres tazas de café.
Y siendo que él la conocía bien, optó por el silencio. Después de eso Jesse recogió las tazas, las aclaró y se fue a su habitación. Jack sacó su móvil y vio el mensaje de vuelta de Charlie: Nada aun. Aquello le gustó poco pero no podía arriesgarse a llamar y que Jesse lo escuchara, y en cualquier caso por lo que había contestado Charlie, no habría podido agregar nada más.
Jack estaba extrañado y horrorizado a partes iguales; lo primero porque no eperaba que le contestase y cuando mucho que le lanzase algo a la cabeza por entrometido, y lo segundo, porque evidentemente Donatello no podía contestar. Sin embargo, sus niveles de horror aún no eran bastantes, porque cuando Jesse se tiró en uno de los sillones enseguida se levantó como si se hubiese sentado sobre una silla de clavos.
Pero cuando se volvió, fue que Jack supo lo que era el verdadero horror, porque ella tenía en la mano el móvil de Donatello.
Con posterioridad Jack pensaría que ese fue su error, porque si se lo hubiese tomado con la misma naturalidad que ella parecía haberlo hecho, no habría despertado su suspicacia.
Incluso hasta allí habría sido manejable aunque ya Jesse lo miraba con suma sospecha, pero Jack intentó quitárselo justo cuando el móvil había comenzado a vibrar de nuevo, de modo que Jesse conectó aunque no alcanzó a decir nada.
Jesse no dijo nada pero tampoco escuchó nada más, porque había lanzado el móvil a un lado y se le había ido encima a Jack. Normalmente, Jack nunca reaccionaba cuando Jesse lo golpeaba y nadie entendía cómo era eso posible, no era que esperasen que le devolviese los golpes, pero al menos que alanzase a protegerse habría sido lo lógico.