Cap. 30 Rebote

La CDN era una organización internacional conformada por representantes de todas las naciones del orbe. Su razón principal de ser, era ayudar a mantener las buenas relaciones entre los países, pero también, y quizá más importante que lo anterior, velar que se respetase el estado de derecho en los mismos, y si por cualquier motivo se rompía el hilo constitucional en alguno de ellos, intervenir para se restableciese de forma pacífica, por lo tanto, si lo anterior tenía lugar, era su obligación intervenir para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos humanos de los habitantes del país en conflicto.

No obstante, la situación de Jör, y de acuerdo a como lo percibía la opinión popular, estaba siendo irresponsablemente ignorada por esta organización, basados en el precepto del respeto a la soberanía de los pueblos.

Una vez que se dio a conocer la noticia del atentado sufrido por Zora, y como cabría esperar, las redes sociales explotaron, las manifestaciones se volvieron incontrolables y los grupos defensores de los derechos humanos exigían a gritos que la CDN se pronunciase. Sin embargo, y aunque todos tenían pocas dudas acerca de la procedencia del ataque sufrido por Zora, no habiendo pruebas de ello, porque las autoridades no habían atrapado a nadie, no se podía responsabilizar al gobierno de Jör ni a nadie en realidad.

Al día siguiente de los hechos, y para complicar una situación ya de por sí espinosa, el vocero ruso de la CDN, Andrei Orlov, que o bien era muy estúpido, o su gobierno había sobrevalorado su capacidad para la diplomacia, se le ocurrió dar unas declaraciones a la prensa, donde exponía que efectivamente no había pruebas que señalasen a nadie como autor material o intelectual del hecho, pero, que si por cualquier motivo aquello tuviese como autor al gobierno de Jör, el único responsable sería el mismo Dàmir por ir por ahí emitiendo opiniones sobre algo que no estaba en capacidad de entender, refiriéndose a la política interna de un país que ni siquiera era el suyo, o haciendo acusaciones que no podía probar en contra de su mandatario.

Evidentemente aquello fue un error, y uno muy grande que se convertiría en un problema internacional de proporciones épicas, porque naturalmente Dèjan no iba a pasar aquello por alto, de modo que Ioan se preparó primero, para hacer frente a la ira apocalíptica de Dèjan que tardó exactamente el tiempo que demoró su primo en escuchar las declaraciones de aquel imbécil, y segundo, para embarcarse en la segura vendetta en contra del individuo. Lo que no imaginó, fue que en aquella ocasión Dàmir actuaría de forma tan parecida a su progenitor, algo de lo que se enteraría no por Dèjan ni por Dàmir, sino por Josh.

• Sea lo que sea, hazte cargo – dijo cuando vio entrar al chico en el despacho
• Pienso hacerlo, pero consideré importante que lo supieras, porque es un problema que atañe a Dàmir – dijo haciendo que Ioan levantase la cabeza
• ¿Qué le sucede? – preguntó pensando que si tenía que hacerle frente a otro desastre por causa de Dàmir, en realidad no podría hacer nada más en su vida, porque Dèjan lo asesinaría
• Está furioso y quiere la cabeza de Orlov
• ¿Qué? – preguntó pensando que aquello no era propio de su sobrino y fue lo que dijo
• ¿Recuerdas a Riley? – preguntó Josh – Pero más importante que eso ¿Recuerdas por qué nos hizo perseguirla? – pero como Ioan tenía expresión de confusión, agregó – Los periodistas, y los que no lo son, pueden decir de él lo que les venga en gana siempre que sean opiniones, pero si alguien dice mentiras – puntualizó – descubrirá de la peor manera su error. Y en este caso, en el que Dàmir tiene como probar más allá de toda duda, que ciertamente lo que dice acerca de lo que está sucediendo en Jör es cierto, y lo que no ha hecho es emitir declaración alguna señalando al gobierno de Jör como autor del atentado, va a destruir a ese sujeto públicamente. De modo que tengo que ver cómo me las arreglo para incoarle una demanda por difamación a ese desdichado, algo que no será fácil, porque es un diplomático y no una periodista o un cantante, pero como Dàmir es hijo de su padre, y también quiere destruir su carrera, supongo que tendré unos días nada agradables.

Ioan abandonó la sorpresa para ocuparse de lo inmediato, porque si padre e hijo querían la misma cosa, él no podía darse el lujo ni siquiera de dormir hasta que no encontrase el modo de resolver aquello. Sin embargo, como solo había un modo de demandar a Orlov y lograr que fuese procesado, y era que perdiese su investidura diplomática y con ello su inmunidad, le dijo a Josh que se ocupase de redactar una demanda lo más destructiva posible mientras él lo hacía de la parte delicada.

Los Besevic tenían más contactos políticos que los Zazvic, pues en el caso de los segundos, ninguno que lo fuera se había preocupado nunca por nada que no fuesen sus negocios, mientras que los Besevic tenían más claro que el poder económico era importante, pero que el político no lo era menos, y se habían asegurado de que aquellos que tenían alguna relevancia política, les debiesen mucho o les temiesen lo suficiente como para estar dispuestos a cumplir cualquiera de sus demandas.

Ivar por su parte, que si bien le había pedido a Dèjan que hablase con Dàmir para que este bajase el tono de su discurso en beneficio de su propia seguridad, lo que no estaba en su sistema, era aceptar que ningún político de segunda hablase de alguien que llevase su sangre en los términos que lo había hecho Orlov, y quería ir a sacarle el corazón él mismo, pero como Ivar llevaba mucho tiempo ejerciendo el control de sus emociones, llamó a Zêgar.

• Ivar – dijo el hombre
• Si hubiese estado en Sarajevo habrías llegado en navidad – le dijo del peor humor, algo más bien extraño en él
• Supongo que quieres la cabeza de Orlov – dijo él con tranquilidad
• La cabeza, el corazón y…
• Inconveniente – escucharon  y al volverse, vieron a Andrija en el sillón
• ¿Qué estás…?
• Te conozco y sabía que ibas a cometer alguna necedad, pero como dije, es inconveniente, porque quienes interesan, sabrán que tú diste esa orden
• Deberías estar con Dàmir – dijo Ivar
• Él está a salvo de momento, porque ese sujeto tendría que ser muy estúpido para…
• Sabemos que es estúpido
• No, sabemos que está loco, pero no es estúpido, y aunque él lo fuese, te aseguro que Naime no lo es – dijo mientras encendía un cigarrillo – Ahora, si te avienes a escuchar, podrás enterarte que no necesitas hacer nada para hundir al imbécil de Orlov, porque él solo ya lo hace bastante bien, pero, además de eso, Dàmir no es la criatura desvalida que pareces creer que es y en este momento se está preparando para apuñalar él mismo a Orlov, y con seguridad lo hará en una transmisión global. Pero supongamos que eso no te parece suficiente, porque a tus ojos y a los de Dèjan, insultar públicamente al príncipe heredero del imperio Zazvic es un crimen de lesa majestad – dijo en tono odioso – Tampoco debes preocuparte por eso, porque en este momento McIntosh está preparando una demanda en contra del diplomático estrella, y por lo que sabemos del niño ese, va a barrer el piso con el pobre infeliz
• ¿Te das cuenta que estamos hablando del delegado ruso…?
• La pregunta es ¿por cuánto tiempo lo va a ser? – lo interrumpió y fue a encender la Tv – ¿Lo ves?
• ¿Qué exactamente? Porque han estado manifestándose desde…
• A menos que seas ciego y sabemos que no lo eres, notarás dónde lo están haciendo - y efectivamente Ivar vio que aquellas personas estaban frente a las puertas del edificio de la CDN – Si hay algo que esos sujetos no soportan es la presión popular, así que me apuesto el nombre, a que en breve le estarán pidiendo al gabinete de gobierno ruso que sustituya a Orlov y se encarguen ellos de ver qué hacen con él. Así que si quieres hacer algo para castigar al tipo, haz algunas llamadas, es un camino un poco más largo y McIntosh necesitará tener algo de paciencia, pero finalmente sucederá, destituirán a Orlov y él podrá demandarlo hasta por el aire que respira si se le antoja.