Eino estaba encendiendo un cigarrillo cuando los escuchó y juntó las cejas. Un momento después se hizo visible la multitud, pero lo más importante era la alta figura que venía al frente.
Sin embargo, su expresión no varió hasta que estuvieron verdaderamente cerca, pero no notó que los miembros de la comisión se bajaban del vehículo y casi se perdió el saludo del presidente de la misma, ocupado como estaba mirando en forma venenosa a Dàmir que finalmente había dejado de cantar.
El presidente de la comisión era Nadim Bakri, un árabe muy estirado que había estudiado leyes en Harvard, un individuo muy formal y de la clase idealista, razón por la cual su país lo había enviado como delegado a la CDN, posiblemente y casi seguro, para que encontrase un mejor patio de juegos en alguna comisión defensora de los derechos humanos, de protección ambiental o cualquier otra que le acomodase, y dejase de molestarlos a ellos. De modo que en aquel momento, en el que tenía la mano extendida hacia Eino y como este parecía no notarlo, juntó las cejas con disgusto, pues le parecía muy grosero de su parte, así que se aclaró la garganta.
Y si eso fuera posible, con seguridad Naime habría caído víctima de las muchas miradas iguales o peores que la que él le había estado dispensando a Dàmir, porque no solo era la de los chicos, sino la de la multitud que los acompañaba, y que tenía sobradas razones para odiar a aquel individuo. Sin embargo, como no era así, cuando dejó de mirar a Dàmir, saludó al delegado, solo les hizo un gesto al resto de los integrantes de la comisión, y volvió a mirar hacia donde estaba el grupo de chicos.
Dàmir dio el primer paso y Andrija lo hizo junto con él, mientras Nick tecleaba en su móvil.
Nick masculló una maldición y miró a Charlie que le hizo un gesto de asentimiento. Aunque se suponía que estaban allí para proteger a Mihailo, Charlie lo conocía lo suficiente y sabía lo obsesivo que era aquel individuo, y que también estaba preocupado por el rokerito, aunque dijese que no, así que estaba preparado para actuar si veía algún peligro, y ciertamente en su opinión había muchos, de modo que tenía sus sentidos tan alertas como era posible. Dàmir por su parte, había avanzado hasta donde estaba el delegado, pero sin dejar de mirar a Eino.
Aquella fue una de esas ocasiones en las que ambas personas sienten tanta aversión la una por la otra, que fueron incapaces de darse las manos.
Dàmir aún se tomó un largo minuto, y antes de contestar, miró al individuo de arriba abajo preguntándose cómo cabía tanta maldad en tan poco espacio, mientras que Eino fue violentamente lanzado a su infancia en la que los miembros de la realeza solían mirarlo de aquella forma, pero finalmente escuchó a Dàmir y volvió al presente para encontrarse con la azul y helada mirada.
Andrija que casi podía ver el funcionamiento de aquel cerebro, tuvo la clara y acertada impresión, de que Eino quería clavar un cuchillo en el pecho de Dàmir, y Charlie debió percibir lo mismo, porque se movió con celeridad situándose al lado de Dàmir, y si Eino siquiera hubiese respirado, se habría encontrado con una inconveniente navaja atravesada en el cuello, pues la velocidad de Charlie era famosa entre los suyos. Sin embargo, Andrija le salvaría su necio cuello a aquel fulano.
Los miembros de la comisión, prácticamente no lo conocían, pero con lo poco que habían visto de él, pensaron que por desagradable que fuese el lugar, él lo aventajaba por mucho.
Eino salió del trance de odio en el que se hallaba, miró de nuevo a Nadim y luego le hizo un gesto a Ostovic, quien le entregó una carpeta que él pasó a su vez a Nadim.
#11336 en Otros
#1869 en Acción
amor lealtad lucha, peligro amigos politica, amor compromiso esperanza
Editado: 01.07.2022