Acordes del Corazón (libro 8. На успешан начин)

Cap. 1 Injusto

 

Después de la odisea vivida en Jör, todos los involucrados decidieron tomarse un descanso, no solo porque querían estar con sus familias, sino porque necesitaban, en algunos casos, descansar y recuperarse de las heridas.

Para Dàmir no era un buen asunto estar inactivo, porque durante el tiempo que duró la gira internacional, Kerim, como de costumbre, le había hecho notar que tenía un problema. Dàmir había partido a aquella gira en estado de furia, y la misma obedecía a lo que le había dicho Jeff con respecto a Ivy, de modo que la mayor parte de la gira se lo pasó de pésimo humor, de manera que cuando tuvo lugar lo sucedido después de la visita del enviado de la CDN y que había terminado con el puñetazo que le acomodó Ajle para alejarlo de la licorera, fue cuando Kerim decidió hablar con él.

  • ¿Dónde se supone que vas? – lo detuvo Ajle cuando iban al comedor un par de días después de lo anterior
  • Voy a hablar con Dàmir

Ninguno dijo nada mientras lo veían alejarse y a Mix ir tras él, pero Edvin notó que Ajle había juntado levemente las cejas.

  • ¿Qué? – le pregunto
  • Y será inútil –  murmuró

Imran y Edvin se miraron, pero como Ajle ya iba hacia el elevador, se apresuraron a seguirlo. Mix había detenido a Kerim antes de que llegase a la suite.

  • Déjalo en paz, Kerim
  • No puedo hacer eso, porque por si no lo has notado, tiene la tendencia a preocuparse, a hundirse en horrorosos abismos de tristeza o todo lo anterior cuando algo lo afecta
  • Bien, pero…
  • Mix, ya pasamos por esto antes, así que déjame ocuparme y ve con los demás

Aunque Mix seguía en desacuerdo y siendo que él era enemigo de las discusiones, se dio media vuelta marchándose mientras Kerim tomaba aire antes de entrar. Si bien Kerim tenía una idea de lo que le sucedía, lo que lo sorprendió fue verlo inactivo y no de cabeza en alguna partitura.

  • ¿Podemos hablar?
  • Es obvio que al menos tú puedes ¿no?
  • Yo puedo, pero quien en realidad debe hacerlo eres tú – contestó, pero como él nada dijo, agregó – Dàmir, no puedes seguir así, cuando nos molestamos por algo, lo mejor es hablar o…
  • Romperle la cara al infeliz responsable
  • Eso es posible sin duda, pero… ¿quién es el infeliz?

Kerim pensó que de forma inmediata, el dudoso ganador del porrazo iba a ser él por la forma en la que Dàmir lo estaba mirando.

  • ¿Eres estúpido o qué?
  • Pues será o qué, porque sabemos que no soy lo primero

A partir de ahí, Dàmir se lanzó en una furiosa diatriba en contra de Jeff, así que Kerim lo escuchó con paciencia hasta que su amigo o bien necesitaba respirar o se le habían acabado los insultos.

  • Dàmir, hace poco, tú mismo dijiste algo que deberías recordar, y es que solo nos molesta aquello que es verdad – puntualizó
  • ¿Estás sugiriendo que yo quiero hacerle algún daño a Ivy? – pregunto con horror
  • No, pero me pregunto si notaste que exhibías una actitud muy obvia de adolescente enamorado – y fue consciente de que Dàmir tenía aspecto de estar a punto de sufrir como mínimo un paro respiratorio, pero igual continuó – Sin embargo, supongamos que no es así y que solo se trata de tu habitual forma de tratar a las chicas, en ese caso Jeff tendría razón al preocuparse por el daño que podría sufrir Ivy al confundirse y pensar equivocadamente que tu sentías algo que no sientes – puntualizó

Si bien Kerim no había conseguido nada más, pues Dàmir se encerró en un silencio absoluto, a partir de aquel momento volvería a ser más o menos el mismo de siempre. Sin embargo, Dàmir no dejó de llamar a Ivy más de lo que en justicia debería, pero también comenzó a preguntarse si Kerim tenía razón. No obstante, cuando se sucedió el atentado y como estuvo algunos días sin hablar con la chica y luego se les vino encima todo el asunto de Jör, no había tenido oportunidad de pensar en aquello, pero una vez superado todo, lo que pensó fue que Ivy estaba en la misma posición que estuviese Jesse en el pasado, porque ni siquiera parecía interesada en saber si él estaba bien o no, de modo que concluyó que de nada valía esforzarse en averiguar o aclarar sus propios sentimientos si ella no tenía ninguno hacia él.  El problema era que él se negaba a aceptar, tal vez de forma inconsciente, que no había nada que aclarar, pues en verdad se había enamorado de aquella chica.

No obstante, el estado emocional de Dàmir siempre tendería a la complicación, y como decía Kerim, al drama, porque apenas llegó a su arbitraria conclusión con respecto al desinterés de ella, comenzó a sentirse miserable y a pensar que el amor no se había hecho para él. Y para complicar aún más las cosas, aunque había decidido no ir a verla, finalmente sucumbió a ello y se fue derecho a visitarla. Por supuesto aquello no pudo resultar una peor idea, porque si bien Ivy se mostró muy emocionada, después de los saludos y de interesarse en cómo estaba de sus heridas, comenzó a hablarle de lo que estaban haciendo, pues se acercaba navidad y le dijo que Nick preparaba todos los años un evento para los niños. Dàmir era normalmente un conversador ameno, pero en aquel momento estaba luchando con varios sentimientos que lo inhabilitaban para comportarse como lo hacía habitualmente; por un lado, estaba la emoción de volver a verla y las ganas casi inmanejables de besarla, y por el otro, la seguridad de que él no le interesaba a ella en lo más mínimo, y a todo lo anterior vino a sumarse uno más peligroso aún, que eran unos celos venenosos en contra de Nick, pues en su arbitraria opinión, aquella chica babeaba por el necio aquel. De manera que en aquel momento, Dàmir estaba en la misma posición que estuvo Nick en el pasado con respecto a él, solo que los celos de Nick eran los del hermano que quería proteger a su hermana, mientras que los de Dàmir eran los del hombre que se sentía desplazado por otro.




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