Capítulo I
Luna de sangre
El misterio de la elegida
La luna de sangre siempre ha sido un símbolo de magia, misterio, poder y esta luna de sangre que se avecinaba traería consigo muchas sorpresas para Kantu Fernández, quien no era el tipo de chica convencional, ella no creía en criaturas fantásticas, ni nada que no pudiera ser comprobado por la ciencia, pues las cosas no habían sido sencillas para ella, por ello dejó de creer en milagros y cosas sobrenaturales. Pero eso estaba a punto de cambiar, pues tendría una misión que no cualquier chica de su edad podría cumplir, ya que la llevaría a muchos peligros, a arriesgar su propia vida y la de sus seres queridos, pero también la llevaría a conocer amigos y sobre todo… el amor, el amor por alguien poco convencional, prohibido, peligroso, y también… su enemigo.
—Han pasado casi ya diez años desde aquel trágico día, desde entonces me he preguntado qué hago aquí. Alguien me dijo un día que todo ser humano tiene una misión, pero ¿cuál era la mía?, ¿la tendría?, no estaba segura, según yo la mía era acompañar y cuidar del abuelo, o eso creía, de todas formas mi vida no era nada interesante, solo ir al colegio y casa, de vez en cuando ayudar al abuelo, me sentía como perdida, vacía y falta de algo, como si estuviera esperando algo o alguien, pero trataba de seguir adelante. En dos días cumpliría dieciocho años, había terminado la secundaria y en unos meses más empezarían las clases en la universidad, mis amigas y yo decidimos aplazar el ingreso para tomarnos un descanso, pero no teníamos ni idea de lo que estaba a punto de pasar. Vivía en el pueblo de Valle Encantado, menudo nombre para un pueblo, nunca entendí por qué le pusieron ese nombre, mi abuelo dice que es porque en tiempos pasados este pueblo tenía tanta carga energética que atraía a toda clase de criaturas sobrenaturales, criaturas que existían desde las épocas de los nativos de este pueblo, él ama las historias del pueblo y se las sabe todas, aunque creo que la mayoría se las inventa. Yo no creía en ninguna, lo escucho porque me encanta la pasión con que las cuenta, pero yo creo que lo que lo hace bello es su ubicación, un poblado a orillas de un extenso, hermoso y limpio río, rodeado de mucha vegetación y montañas llenas de vida. El pueblo era tranquilo, alejado de todo el barullo de la ciudad, un pueblo en el que todo el mundo era bienvenido si quería vivir en paz o solamente visitar… pero la tranquilidad estaba a punto de terminar.
—El portal se abrirá pronto y tu destino se cumplirá. —Unos ojos brillaban en la oscuridad, Kantu no podía ver nada.
—¿Quién eres? —preguntaba ella, quería acercarse más a esa sombra que le hablaba.
—Tu destino está decidido, elegida. —Pudo ver unos colmillos brillantes que se acercaban cada vez más a ella, quería correr, gritar, pero no podía, parecía estar paralizada y entonces:
—Kantu, hora de levantarse. —El abuelo de Kantu tocaba la puerta.
—¿Qué fue eso?, ¿una pesadilla? —Despertó agitada, mientras su abuelo seguía insistiendo al tocar la puerta.
—Ya voy, abuelo, aún es temprano y ya acabé el colegio.
—Lo sé hija, es solo que me iré de pesca con mis amigos, además dijiste que me ayudarías con la venta de una casa a las nueve y ya son las ocho.
El abuelo de Kantu tuvo que trabajar para mantenerla al quedarse solos los dos, se dedicó a la compra y venta de inmuebles que dado por las leyendas y energía del pueblo les había dado resultados positivos ya que cada vez más gente se iba para Valle Encantado en busca de tranquilidad y conexión con la naturaleza.
—Cielos —saltó sobresaltada—, iré a darme un baño y bajo, abuelo. —Kantu dejó de lado su pesadilla, pensó que solo había tenía un mal sueño—. Es una tontería, fue solo un mal sueño, no tengo por qué preocuparme.
Mientras tanto en la cocina se hallaba el abuelo:
—Vaya, en dos días será el primer día de agosto, hija, baja, que se enfría tu desayuno.
—Ya estoy lista, abuelo. —Se sorprendió al ver a su abuelo mirar atentamente la televisión—. ¿Qué sucede, abuelo?
—Dicen que en dos días ocurrirá un fenómeno extraordinario y que en nuestra zona podrá ser apreciado, sobre todo aquí en Valle Encantado.
—¿Un fenómeno? —Miró con escepticismo—. ¿De qué se trata?, ¿predicciones del fin del mundo de nuevo? —Sonrió algo burlona mientras tomaba un vaso de leche.
—No… luna de sangre —dijo serio.
—¿Luna de sangre?, ¿qué es eso? —preguntó mientras comía de manera despreocupada.
—Es cuando la luna se torna de color rojizo, es indicio de que algo sobrenatural está por ocurrir.
—¿Te refieres a que la luna se pondrá roja el día primero de agosto? ¿Qué tiene eso de extraordinario, abuelo?