Addiktus Alvaradus: Cientifico.

Addiktus era un científico de poco reconocimiento, su personalidad era de un analista lógico con mente abierta a otras posibilidades, tenía una gran imaginación  y era sumamente meticuloso, esto lo hacían diferente de otros científicos. Era viudo pues su amada Rosanna había muerto de una de esas extrañas enfermedades que le dan uno en un millón.

Tenía un laboratorio improvisado  debajo de su casa. Estaba en perfecto orden, no había suciedad ni mancha alguna que pudiera ser perceptible a primera vista. Solamente su bata tenía una mancha de tinta de una pluma de marfil que su padre le había obsequiado cuando este se graduó de la universidad como astrofísico con especialidad en física cuántica.

Obsesionado con viajes en el tiempo, dimensiones alternas y agujeros de gusano, empezó a buscar la manera de lograr un viaje de este tipo con una serie de engranes que giraran casi a la velocidad del sonido. El engranaje consistía en tener todas y cada una de sus piezas imantadas con cargas positivas. Había diseñado un pequeño prototipo. La base era cuadrada, metálica con carga positiva y medía 5 x 5 centímetros, sobre ella embonaba al centro una varilla metálica de 2 centímetros bien pulida con carga positiva, se insertaba un engrane imantado con carga positiva de forma que no tocaba ni la base inferior, ni la varilla, ni la base superior con las mismas características que la inferior, que también embonaba en el otro extremo de la varilla; literalmente el engrane flotaba pero no giraba tan rápido como el lo deseaba.

Algunos colegas le decían que eso no serviría de nada, se burlaban y le bajaban los ánimos. En cierta ocasión mientras Addiktus veía en televisión un documental de Woodstock 69, un par de predicadores tocaron a su puerta. Addiktus no sabía si creía o no en algún ser supremo con poderes sobrenaturales capaz de crear a partir de la nada, aunque también se le hacía estúpido que una explosión misteriosa “creara” planetas y vida dentro de ellos con condiciones propicias para dar a luz, la existencia de creaturas unicelulares y pluricelulares; y todavía más tonto, creer que los humanos vienen de la evolución de primates que hasta la fecha lucen igual…  pero en esta ocasión al menos escucho el mensaje de los religiosos y les acepto una publicación. Esto porque de algún modo se identificaba con ellos, al ver como la demás gente se burlaba e ellos.

Más tarde cuando termino de ver el documental del festival que tanto le habría gustado asistir para escuchar a legendarias bandas de rock que jamás se volverán a presentar en vivo. Ahora Addiktus hojeo la revista que los hombres le obsequiaron, le llamo la atención un artículo que narraba la tan famosa Historia de Noé y su arca. En ella encontró la descripción de unos seres híbridos, “hijos de ángeles rebeldes que dejaron su lugar de habitación celestial para bajar materializados con aspecto de hombres y que tomaron a las mujeres de hermosa apariencia para tener coito inmoral con ellas”, idea que  se le hizo un tanto descabellada, pero eso hizo que su proyecto de viajar por el tiempo recobrara fuerza en su espíritu. Aquellos híbridos del relato de Noé, la biblia los llama: “Nefilim” que traducido significa “derribador”, gigantes (seres de 3 metros o más de altura) con una fortaleza inigualable, velocidad indescriptible y una conducta despiadada que generaron un clima de tremenda violencia en su tiempo.

Addiktus pensó en lograr visitar aquella época, y extraer de algún modo ADN de aquellos gigantes para así poder clonarlos y modificarlos genéticamente, hacerlos más poderosos, quizás adaptándoles garras retractiles, alas y poderosos rayos que salgan de un tercer ojo.

“Eso suena más descabellado” pensó dentro de sí. Con todo puso manos a la obra y empezó a trabajar más en serio en una máquina del tiempo.

Empezó por crear una aplicación que mostrara una línea del tiempo y un mapa del mundo fácil de manipular de forma táctil y así decidir a qué época y qué lugar visitar, que posteriormente instalo en su teléfono celular. Después hizo mejoras al engranaje, lo hizo más grande, y con 4 engranes, ya que sería el motor principal. Mando manufacturar las bases inferior y superior a un tamaño más grande, de 1 x 1 mts. Las varillas también eran más largas una por cada engrane, estos últimos, eran como del tamaño de un platillo “Splash” de una batería musical, solo que con el grosor de un libro. En total eran 4 engranes que embonaban perfectamente, y todo con carga positiva para que no hubiera contacto evitando fricción y los engranes pudieran flotar, lo único que si hacia contacto eran los engranes.  Ya era hora de probar su invención.

Ahora bien, comenzó con una pila de automóvil, conecto un cable para pasar corriente a la base del inferior, y el otro cable a la base superior; el resultado fue que los engranes comenzaron a girar a unas 45 revoluciones por segundo, se necesitaba más potencia. Probó con conectar a la corriente eléctrica el aparato a una toma de corriente cercana, el resultado; los engranes giraron más de lo esperado pero se necesitaba más potencia. Al no saber de dónde tomar más energía en un simple sótano, decidió salir de casa con su sistema de engranajes al cual denomino como “Roto-zoom” porque también emitía una especie de zumbido.