Adela.

Dieciocho: Dos semanas.

 

El ansiado martes había llegado y sonará ridículo pero ya extrañaba a Oliver. No sé qué hay entre nosotros, nos hemos acostado dos veces y no hemos dejado de tener contacto por mensajes, ambos sabemos que los dos nos gustamos pero, ¿solo es eso?

No me había sentido así con ningún chico así que supongo que no sé qué hacer. Por un lado se ve apetitosa la posibilidad de que pudiera ser mi novio, o algo así, pero por el otro lado me da miedo. No porque le tenga miedo al compromiso o esas cosas, sino porque mi relación falsa con Darien es bastante complicada y no me gustaría que Oliver se sintiera como mi "otro" novio.

Si tan solo lo hubiera conocido un poco antes de que todo lo de Darien hubiera pasado...

Me encontraba saliendo de la disquera, Oliver me estaba esperando afuera ya que él había salido hace rato. Llegué con él y lo saludé con un beso en la mejilla, sobre todo porque no sé si debería saludarlo de otra manera.

Estaba a punto de decir algo cuando alguien dijo mi nombre y volteé confundida, sobre todo porque sabía quién era y dudaba que me hablara a mí.

— ¿Hoy no estarás en mi sesión?—Javier me preguntó cuándo llegó a pararse delante de mí. Claro que ignoró completamente a Oliver.

—No sabía que hoy había sesión—me encogí de hombros.

Si lo sabía, Laura me lo había comentado pero dijo que no me necesitaba porque iban a hacer una toma muy sencilla. Estaba agradecida por ello, sobre todo porque ya tenía planes con Oliver.

— ¿Y no quieres ir?

—No, gracias—traté de sonreír amablemente.

—Entonces podrías esperarme e iríamos a un lugar luego—intentó tomar mi mano pero por suerte de di cuenta antes y la llevé a mi cabello fingiendo acomodarlo desinteresadamente.

—Lo siento, pero ya tengo planes—miré a Oliver.

— ¿Es tu novio?—uy, pregunta incómoda a la vista—. Porque sería una pena que tuvieras novio.

Me di cuenta de que la pregunta era más para mí y que Oliver en vez de ofenderse se veía... ¿divertido?

—Creo que no es algo que debería de interesarte—por suerte pude evadir la respuesta que ni yo sé.

—Créeme que me importa, en fin ya habrá tiempo para que pasemos el rato luego—dijo y se fue.

¿Pasar el rato? ¿Quién se cree? Miré su espalda imaginando que un pájaro le hacía popo en la cabeza. Sería muy divertido y espero que llegue a pasar algún día a ver si así se enseña a no ser tan bobo.

— ¿Lista para irnos?—Oliver hizo que regresara a la realidad.

—Sí.

Creí que Oliver iba a sacar el tema a colación sobre lo que acababa de pasar, pero ni siquiera me preguntó quién era él. Casi como si no le importara.

Y es que empiezo a creer que en realidad no le importó. ¿Y si en realidad solo me ve como alguien con quién acostarse de vez en cuando?

Digo, no me quejaría, pero me gustaría saberlo.

No voy a mentir, estaba esperanzada en que él sintiera aunque sea solo un poco de celos pero creo que no será así y eso hace que me sienta ligeramente decepcionada. 
 

(...)
 

No sé si la comida que estoy teniendo con Oliver pueda considerarse como una cita. Sobre todo porque después de no saber a dónde ir porque nada nos apetecía terminamos yendo a su casa para pedir una pizza.

Claro que en lo que esperamos la pizza se nos ocurrió matar el tiempo haciendo algo bastante interesante.

Es por eso que ahora estamos sentados alrededor de su mesa y yo con solo con mi ropa interior y una playera de él puesta.

Si es una cita entonces diré que es la mejor que he tenido en bastante tiempo. O de todos los tiempos debería decir.

Descarté la idea de la cita ya que ahora tengo muy metido en mi cabeza que esto tal vez solo es un pasatiempo para él.

—Voy a ir de gira con los chicos—dijo de la nada.

— ¿Cuánto tiempo?

—Dos semanas. No es tanto ya que solo es dentro del país en pequeñas ciudades.

—Qué genial.

Súper, dos semanas.

Dos semanas con grupos de chicas detrás de ellos y obviamente detrás de su representante el cual está completamente soltero y si a él no le interesa que cualquiera se me acerque entonces no se lo pensará dos veces si una chica se le insinúa.

¿Y si cuando volviera ya no quisiera tener nada conmigo?

O peor aún ¿y si en ese lapso de tiempo encontraba a una chica que le gustara de verdad como para tener algo serio? Estoy en ese punto en el que no me gustaría saber que hay otra chica además de mí.

Mi ánimo había decaído nuevamente. Había decidido dejar de darle vueltas al asunto pero obviamente este volvía a mí en cada oportunidad que había.

— ¿Qué pasa?—preguntó al notar mi silencio.

Estaba batallando mentalmente entre decirle la verdad o callarme. Puedo jugar a la tonta y fingir que nada me pasa, pero ¿cuándo Adela no se ha atrevido a ser honesta?



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En el texto hay: humor, comediaromantica,

Editado: 24.01.2024

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