Respondí rápido diciendo que estaba bien y que me habían dado de alta del hospital.
Sin embargo, mis dedos se demoraron en el teclado mientras dudabas si poner fin a esto de una vez por todas. Al final, decidí no hacerlo porque no me atreví a pulsar el botón de "enviar".
"Así soy yo. Cómo he perdido tanto, ya no quiero perder nada más. Anhelo el calor y el amor, Aunque a mí misma me costó brindar amor".
Cuando llegué al club, recibí una llamada de Sofía Era mi única mejor amiga que no dudaba en hablar de sus sentimientos.
- Oye, sé que estás pasada y que llevas una vida feliz. Pero Eso no significa que debas estar encerrada en tu nidito de amor todo el día. Deberías reunirte con nosotros alguna vez. No es que tu amor vaya a desaparecer en cuando salgas de tu casa, ¿Cierto?.
Dejé escapar una risa amarga Y pensé para mis adentros. "Han pasado dos años que nos casamos y me di cuenta de que había podido una gran parte de mi. No me extrañó que Sofía siempre se queje. Solía pensar que esos eran momentos muy dulces, Pero lo único que queda es la tristeza. No puedo creer que mi vida se haya convertido en esto, ¡Un mundo lleno de Erick y solo de él!".
- Lo siento. Se me presentó algo. Pero estaré disponible y más tarde ¿Qué pasó?.
- Es una pequeña reunión con nuestros amigos en el club 301. Debes asistir, o ya no querré ser tu amiga. - Dijo Sofía de manera infantil.
Acepté ir ya que estaba en el mismo lugar. La reunión fue bien, y Mariana se dio cuenta de que había perdido peso. De ahí que me preguntaras estaba bien. Sonreí de manera ligera y le dije que me habían dado de alta del hospital hace poco tiempo.
Se quejó de que no me estaba cuidando bien y de que habría llevado el contrato al hospital Si hubiera sabido que me encontraba mal. Además, me preguntó por Erick. Sin embargo, me limité a sonreírle. "¿Cómo voy a decirle a mi socio que mi marido me engañó y que fue a causa de mi aborto? Además, mi marido no era el padre del bebé".
Una vez que acabó la reunión, me dirigí a la habitación privada según la descripción de Sofía y llamé a la puerta. Me arrepentí en cuanto entré a la habitación. Porque, en esa habitación, Sofía y un montón de caras conocidas, así como Carlos. Era el mejor amigo de Erick, que siempre me miraba con desprecio. De hecho, ese bastardo aprovechaba cualquier oportunidad para encontrar fallos en mí.
La razón de su actitud hacia mí era porque lo rechacé en público cuando se confesó conmigo en el pasado. Supongo que se sintió bastante humillado, y todo cambió después de eso. En efecto, me hizo beber tres vasos de whisky en cuando entré a la habitación. Incluso me dijo que se me consideraba grosero si lo rechazaba. En ese momento, el público comenzó a victoriaar y yo le miré ligeramente. Él me devolvió la mirada, con ojos llenos de desprecio y provocación. Era obvio que tenía malas intenciones hacia mí, y ni siquiera se molestó en ocultarlo.
No tendría sentido que Carlos no supiera que yo estaba hospitalizada. Aunque Cristian y Erick eran mejores amigos, Erick y Carlos eran como hermanos.
- Anto, ¿Qué estás esperando? ¡Bebe! Todos sabemos que bebes Como pez, Así que tres vasos de whisky serían pan comido, ¿No?. - Instó Sofía.
Solía ser cierto. Sin embargo, ahora mismo No arriesgaría mi salud De esta manera.
- Me acaban de dar de alta del hospital por un aborto espontáneo. ¿En serio vas a obligarme a beber todo esto? ¿Aún te queda algo de conciencia?.
- ¿Qué? ¿Un aborto espontáneo? ¿Qué pasó, Anto? ¿Por qué fuiste tan descuidada?. - Sofia me miró, estupefacta.
- Que pena. Bueno, quién sabe quién es el padre. Quizás se metió con otro y pasó algo malo. - Carlos resoplo.
Podía sentir un sinfín de ojos mirándome de manera fija mientras respondía.
- Me encontré con un loco que me miraba por donde iba y me caí. No te preocupes. Aunque no pueda beber, puedo hacer algo más.
La puerta del salón privado se abrió de un empujón mientras decía esas palabras. Era Erick que en la entrada. Fruncir el ceño al verle mientras un mal presentimiento se colaba en el corazón. Erick no se fijó en nosotros mientras decía emocionado.
- ¡Todos, miren quién está aquí hoy!.
La multitud vio a la persona misteriosa y comenzaron a susurrar entre ellos. "¿Quién era esa persona misteriosa que entusiasmaba tanto a Erick?" Pensé mientras tomaba un sorbo de mi agua. Entonces, hoy el sonido de unos tacones altos chocando con la baldosa.
Al principio pensé que era Diana. Sin embargo, me equivoqué Cuando miré de cara a la mujer que llevaba un vestido blanco y una dulce sonrisa. No era otra qué
Gabriela. Me sorprendió que la copa que tenía en la mano resbalara y cayera al suelo Con un fuerte estruendo.
"¿Regresó, y además ahora? ¿Por qué?".
Editado: 16.08.2024