El día transcurrio de lo más normal para Gaía y sus amigos en la escuela, sin contar las miradas de odio por parte de Malfoy, las burlas de varios alumnos, entre otras cosas, era la ultima hora de clase y Gaía como siempre tenía que regresar a casa tomando la ruta del metro más rápida.
Su madre era secretaría en una de las empresas más prestigiosas de todo Londres pero tampoco ganaba una fortuna, si bien la colegiatura en Hogwarts era gratis, los libros y demás materiales les costaba demasiado, ademas del alimento, ropa y costear el lujoso apartamento en uno de los barrios más ricos de la ciudad que misteriosamente el nuevo jefe de Roxanne, madre de Gaía, le había obsequiado.
El apartamento era realmente enorme, con tres habitaciones de gran tamaño, cada una con su baño propio lo cual fue un gran alivio para Gaía ya que en su anterior casa tenía que compartir un baño comunitario con los vecinos, lo cual no era lo más cómodo ni lo más decente que se diga, ademas de las miradas morbosas que le dirigían varios de ellos, la gran cocina del apartamento era uno de los lugares favoritos de Gaía después del cuarto de música y la biblioteca donde si bien no estaba escuchando cientos de veces a bandas como Queen, The Rolling Stones o Arctic Monkeys, estaba leyendo novelas de Richard Yates o Paulo Coelho.
-Saben deberiamos ir a la fuente de soda de el centro comercial para celebrar que Lía le dió su merecido a Malfoy- Habló Hermione sacando varios libros de su casillero y colocandolos en su mochila.
-No creo que sea buena idea Herms, te recuerdo que debo llegar a casa a las 3:30 en punto para no tener problemas con mamá, sabes lo dramática y sobre protectora que es.
-Yo creo Lía que deberías vivir la vida loca, solo se tienen dieciséis años una vez y créeme que al paso que vas te vas a convertir en un anciana histérica y aburrida con cientos de gatos en un sucio apartamento a las afueras de la ciudad y déjame decirte cielo yo no quiero una amiga así- Harry apareció junto a el par de amigas acompañado de Ronald Weasley, otro amigo suyo- Así que toma ese maldito celular y envíale un mensaje de texto a tu madre y dile que saldrás con nosotros a tomar unas malteadas y no espero un "no" por respuesta.
-Pero Harry conoces como es mi madre- Replicó Gaía cerrando su casillero y colocándole el candado con contraseña.
-Nada de peros, apresúrate con ese mensaje sino quieres que le diga a todo el mundo que te gusta Adrian Pucey- Harry habló pero la mano rapida de Gaía cubrió su boca para callarlo, los únicos que sabían de lo enamorada que estaba de Adrian eran Hermione, Harry y Ron ya que la pelinegra sabía que su amor por el era casi imposible y no solo porque formaba parte del equipo de fútbol americano, porque fuera un año mayor a ella o porque media escuela estaba detrás de el, sino porque la odiosa prima de Gaía, Eyma, era su novia.
-Harry cierra la maldita boca, nadie puede saberlo- Gaía quitó su mano de la boca del chico de lentes y este asintió temeroso, no era un juego meterse con esta chica y menos con su carácter, si bien Lía Stone era una chica estudiosa, tierna y dulce, también se le conoce por su gran competitividad, rudeza y por ser la causante de algunos huesos rotos por meterse con sus seres queridos.
-Si, lo siento pero no sabía con que más chantajearte para que vengas con nosotros.
-Puede ser cualquier otra cosa menos que me gusta Adrian, nadie puede saberlo- habló Gaía y sus amigos asintieron al creer que nadie más había escuchado aquella conversación.
¡¡¡UH ERROR!!!
Cierto rubio estaba escondido detrás de los casilleros escuchando y grabando todo con su teléfono celular, una sonrisa de satisfacción se formó en sus labios, esto era justo lo que necesitaba para su venganza hacia Gaía por aquella humillación en el pasillo hace un par de horas pero tampoco era tan tonto como como para revelar aquella información tan fácilmente, debía aprovecharse de ella al mejor costo.
Los cuatro amigos empezaron a cerrar sus casilleros y el rubio salió tras ellos, Gaía traía varios libros en sus manos para poder realizar su informe de biología, no le gustaba usar mucho las paginas de investigación que regularmente usan los jovenes de su edad como lo son Wikipedia, entre otras, prefería leer e investigar en base a libros y así aprendía un poco más o bueno eso era lo que su padre siempre le decía.
-Bien entonces a las 4 en la fuente de soda...- Gaía estaba hablando pero un fuerte golpe en su brazo, el sonido de libros y ella misma cayendo al frío piso de los pasillos de el "castillo" de Hogwarts la interrumpió, alzó su rostro solo para encontrarse con los fríos ojos de Draco Malfoy quien sonreía al verla en el piso.
-Oh lo siento Stone pero eres tan insignificante e invisible para mí que ni siquiera me fijé que estabas aquí- Draco habló con su característico tono arrogante parado frente a Gaía quien yacía en el suelo.
-Malfoy que carajos, déjame en paz y te lo estoy pidiendo de buena manera- la chica de ojos verdes habló mientras levantaba sus libros del piso y miraba con furia la imponente figura de Malfoy frente a ella.
-Ou y si no quiero dejarte en paz, ¿Qué es lo que me vas a hacer?, Acaso vas a golpearme con uno de esos estúpidos libros que lees incansablemente o simplemente irás a encerrarte en el baño a llorar como la niñita ridicula que eres.
-Malfoy no quieres saber de lo que soy capaz, asi que mejor vete sino quieres que te deje sin descendencia- lo miró desafiante pero a Draco eso pareció divertirle antes que causarle algún tipo de intimidación.
-Oh quiere matarme, no por favor, no lo hagas- alzó sus manos como en muestra de paz y luego rió al igual que su grupo de amigos que se encontraban junto a el.
-Malfoy vete, por favor, no quieres conocer a Lía enojada, lo decimos porque no queremos que la vayan a suspender por tu culpa- Hermione intervino.