CAPÍTULO 1

Si pudieran volver al pasado... Volverían?- nos pregunta el profesor.

Me sumerjo en mis pensamientos, volviendo al presente de mi pasado, recordando mi niñez, las risas, los gritos de mamá, al verme pintar la pared, las súplicas para salir a jugar, y todo lo que a un niñ@ le trae felicidad...
Recuerdo mi adolescencia donde comenzaron los cambios de humor sin sentido alguno, la depresión, la baja autoestima y el creer que no eres suficiente para nadie, bendito es aquel que no ha pasado por eso.
Comienzo a pensar en mi presente, y en cuanto he cambiado, mi seguridad, la aceptación de mi misma, estabilidad mental, y mi madurez, la forma de enfrentar situaciones en las que antes solo podía llorar, y puedo decir que me siento orgullosa de mi misma.

El timbre indicando la salida me saca de mis pensamientos, me levanto tomo mis cosas y me dirijo a buscar a mi mejor amiga Diana.

Me presento: soy Mía Williams, una chica que asiste a la Universidad, comparado con otras soy alta de parte de mis abuelos, porque mis padres son unos enanos a mi lado, cabello rizo, largo y ojos grises. Me gusta pintar, leer, escuchar música y una que otras cosas, no es por presumir... Pero tengo un muy buen cuerpo.

-Dianaaa- llamo a mi amiga para captar su atención.

Diana es una chica alta al igual que yo, pelo castaño, y largo, de ojos marrones y con una figura envidiable.

- Hola, Mía -me responde ella con una sonrisa burlona

-Hola- le respondo de igual manera.

Luego de eso nos dirigimos a nuestros dormitorios hablando de como nos trató el día y unas que otras tonterías de como ella anda acosando a un pobre chico.

Hoy es viernes, por lo que nos quedamos charlando hasta tarde, aprovechando que mañana es sábado y tenemos el día libre.