Agencia de Seguridad Civil: Ánimas

Capítulo 16: Despiertos

Kevin y Marla observaban asustados al guardia. La tensión en el ambiente era tan grande que podría partirse con un cuchillo. Kevin estaba consiente que a pesar de haber atacado con todas las fuerzas que tenía y un poco más, “R” se levantaría. Era la primera vez en su vida que dudaba de la efectividad de sus ataques, que sabía que sus fuerzas no eran nada contra las de su oponente. La resistencia de aquel hombre le recordaba a Thomas y su locura.

Marla estaba a punto de entrar en pánico, el ver a un Kevin tan débil la desalentaba a querer seguir peleando. Kevin estaba herido y cansado, tal vez él mismo no lo notaba, como lo hacía Marla, que su cuerpo temblaba, tal vez de miedo o de emoción, pero lo que era seguro es que dudaba. Se acercó a Kevin, puso una mano en la herida de su brazo que seguía sangrando y la cubrió con un campo de fuerza, esa era su única manera de ayudar, ella no podía hacer más. Observó la mano con que tocó a Kevin, estaba llena de su sangre. No se imaginaba que sentía ese cuerpo tan agotado.

—Debes irte —Le dijo Kevin tomándola por sorpresa—. Tienes que ir a la entrada y encontrar la manera de escapar. Yo lo distraeré.

—¿Qué? Kevin, pero… ¿Y si no puedes detenerlo? ¿Si me atrapa antes de salir? —Marla no podía dejar de pensar que todo podría fracasar, que cualquier movimiento que hicieran no serviría de nada—. Él… Es demasiado para ti… Si te ayudo tal vez…

—Escucha —Kevin la abofeteó tratando de hacerla razonar. Se volteó para ver a “R”, se sentía humillado y muy molesto. No quería aceptar la verdad, ni ver a Marla. Apretó los puños e hizo rechinar sus dientes con la fuerza que los presionaba— Él… Él es más fuerte que nosotros dos, Marla. —La chica retrocedió al escucharlo, ya lo sabía, pero que Kevin lo dijera la hacía recordar el sentimiento de incompetencia que tanto le costó quitarse—. Si lo enfrentamos los dos, es probable que nos mate.

Marla estaba impresionada, sintió un vuelco en el corazón al escuchar a Kevin decir esas palabras, la persona más engreída del equipo estaba admitiendo su inferioridad. Después de tanta burla y ese último ataque, Kevin ya no era el mismo que la ayudó a salir de aquella celda. Para empeorar su situación escuchó un quejido seguido de un grito de frustración. ¿Por qué? ¿Por qué se habían envuelto en eso? ¿Acaso ese sujeto no los dejaría en paz hasta que murieran?

“R” llegó a ellos con un impulso tremendo, quedó en medio, golpeó con su codo a Kevin y con una pierna a Marla. Los chicos fueron a dar contra el suelo y una pared respectivamente. “R” agarró el cabello de Kevin y lo alzó, su rostro tenía un corte profundo en su pómulo izquierdo. El moreno se volvió intangible nada más tuvo conciencia de donde se encontraba, se escabulló hasta la pared donde Marla había caído.

—Debo decir que ese golpe me sorprendió —“R” se movió hacia ellos con pasos lentos. El abdomen le ardía y le costaba recuperar sus energías—. Aun así. ¿Nunca te has puesto a pensar que tu poder es bastante cobarde? —sintió una mirada furiosa de Kevin, eso le sacó una sonrisa—. Solo piénsalo, te escabulles como una rata para atacar y luego corres buscando refugio.

—¿Eso crees? —dijo el moreno sintiéndose retado, lo confronto a pesar del miedo—. Las ratas corren y se esconden como dices, pero yo no, yo ataco de frente siempre —Kevin se puso en pie y volvió a atacar, dio un salto enfrente del guardia donde planeó su siguiente ataque, simular un ataque y volverse intangible nada más estar en su rostro.

—¿Qué no has aprendido que planear algo no funciona conmigo?

“R” siguió caminando sin pararse, concentrándose en la mente de Kevin para realizar su contra ataque. Kevin hizo tal como planeó en su cabeza, lanzó el ataque con fuerza al rostro del guardia, pero terminó atravesándole, sin embargo “R” si fue golpeado. Un impacto directo a su mentón que lo hizo perder el equilibrio y caer. Kevin se giró en su lugar, su mirada retaba al gran hombre a ponerse de pie, cosa que no tardó en hacer para regresar a un ataque violento. Lanzó una serie de golpes a Kevin, pero solo atravesaba su cuerpo, un golpe dio contra algo invisible que pronto se llenó de ondas ambarinas con la forma de Kevin, causándole un enorme dolor desde el brazo hasta el hombro.

—Señorita, agradecería que no interfiriera en esta pelea —dijo “R” volteando a ver a una Marla muy lastimada, con el brazo extendido en su dirección—. O me obligará hacerle más daño del que mi señor desea.

Eso último se lo susurró al oído, avanzó esa distancia en un instante. Dejó aterrada a Marla que instintivamente creó campos de fuerza rodeándola, como una tortuga que entra en su caparazón. El guardia hizo lo mismo que trató de hacer con Kevin, lanzar una ráfaga de golpes devastadores, pero estos rebotaban en los campos de fuerza causándole una ligera sensación de dolor cada que los golpeaba. Arremetía rápido, para no darle tiempo a la chica de crear más, pero se vio superado en cuanto a eso. Marla lograba crear uno o dos campos de fuerza más cada que el destruía uno.

Dejó de atacar. Los campos de fuerza eran una verdadera molesta, la defendían a ella y a Kevin, haciendo que su trabajo fuera más complicado y eso no le traería nada bueno con Bloodmon. Estiró su brazo, con la mano abierta. El viento se arremolinó en la palma de su mano, combinándose con la energía que liberaba de su propio cuerpo. Marla se abrumó con la sensación que causaba estar cerca, sentía un hormigueo en sus brazos y piernas, “R” se le acercó con una mirada tranquila que cambio en cuanto puso su mano libre en el campo de fuerza. La energía acumulada en su mano se volvió visible, de color amarillo.



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En el texto hay: comedia, accion, aventura

Editado: 08.05.2023

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