Capítulo 24: Nuevos integrantes

Marey llegó al piso de entrenamiento donde los habían resguardado, esperando que ahí se encontrara Andrea y Aya. Salió apresurada del elevador, efectivamente ahí se encontraban ellas dos, también estaban Marla y en sus camillas Mike y Alonso. Este último había despertado por fin, aunque se veía a leguas que le costaba mantenerse con los ojos abiertos. La tensión en el ambiente era perceptible, y aumento más cuando ella entró. Andrea debía estar furiosa por su repentina desaparición, y no la culpaba, ella lo hubiera estado si Santiago y Kevin hubieran ido solos.

—Marey ¿Dónde estaban? —Su jefa se acercóapresurada, mostrando un enojo en su mirada—. Estaba muy preocupada por ustedes tres. ¿Dónde están Kevin y Santiago?

—Bueno, esto… —Marey se puso algo nerviosa, tenía que explicarles todos.

Así hizo, Andrea abrió los ojos de par en par al escuchar que Santiago se había quedado en aquel lugar, y Aya no pudo evitar sentirse triste por ello. Sentía que era su culpa el que Santiago se hubiera alejado tanto de ella, y que ahora se fuera sin despedirse siquiera. Debió ser másvaliente y enfrentarlo a pesar de sus negativas, decirle lo que realmente sentía y no dejar que el tomara conjeturas solo.

—Tenemos que ir por él —anuncio Andrea marchando fuera de la habitación.

—Déjalo —habló el moreno desde la cama con su voz algo ronca. Se aclaró un poco y volvió a decir—.Déjalo ir.

—¿Dejarlo ir? —Andrea se volvió molesta—. ¿Cómo voy a dejarlo ir en el estado en que esta? ¿Cómo voy a dejarlo ir ahora que están todos heridos? Morirá si lo dejamos.

—No —Mike también habló—. Santiago… no morirá.

—Chicos, entiendo que quieren dejar que haga las cosas a su manera, pero no es el momento —Andrea se volvió a sus compañeros—. Si ese tal Edgardo está cerca, buscando a uno de ustedes, es mejor estar todos juntos.

—¿Qué? —preguntó Marey sintiendo un escalofrío en su espalda—. ¿Uno de ellos vino aquí?

—Si —habló Marla—. Quiere llevarse a Alonso para entrenarlo.

—Eso es una tontería —exclamó la morena.

—Lo sé, por eso necesitamos ir por Santiago —Andrea entró al elevador sin escuchar a los demás.

—Déjenlo —dijo Alonso antes de volver a caer inconsciente.

—Aya —Marey se acercó a la chica que aún estaba en shock—. Te encargo este libro, Santiago cree que tiene algo que ver con Dunkel —Le extendió el libro azul. La chica lo tomó confundida entre sus manos. Abrió la portada y vio grabado el nombre de su propietario “Leah”.

Marey corrió detrás de Andrea, aunque a ella tampoco le gustaba y no acababa de entender la situación que estaban viviendo, no quería que fuera tras Santiago. Era algo importante para él que lo dejaran un tiempo a solas. Bajó con la presión encima. Al estar en el vestíbulo corriótras Andrea que iba a la salida de la agencia. La alcanzó, pero también vio a Kevin junto a Meegwun bajando las escaleras.

—Kevin, Meegwun —habló Andrea. Los dos detuvieron su paso y voltearon a donde ella—. ¿A dóndese dirigen? —Meegwun miró a Kevin sin decir nada, a lo que el moreno suspiró.

—Lo siento, Andrea —dijo el moreno—. No quería que lo supieran, pero necesito irme cuanto antes.

—¿Por qué? ¿A dónde vas? —insistió Andrea poniéndose más nerviosa—. ¿Qué piensas hacer, Kevin?

—Andrea, no puedo explicarles mucho, pero necesito irme durante un tiempo —Marey se detuvo al lado de Andrea. ¿Él también los planeaba dejar? Eso ya no le estaba gustando—. Volveré te lo prometo.

—No puedes irte ahora, Kevin —aseveró la chica con desesperación—. Los necesito a todos juntos —Kevin bajóla mirada, no podía enfrentarla—. Acaban de volver y no se han recuperado por completo.

—Lo siento —volvió a decir—, pero no me puedo quedar aquí Andrea. Necesito ir y hacerme más fuerte.

—¿Acaso no puedes hacer eso aquí?

—No, no podría —aseguró el moreno, aunque en realidad no sabía que tanto podría aprender de Melvil, estaba seguro de que quedarse en la ASC no era una opción ahora que su corazón ardía del deseo de vengarse—. Ahora tengo la oportunidad de volverme más fuerte y rescatar a mi pandilla y poder defender a todos ustedes en un futuro, pero solo podré hacerlo si me dejas ir Andrea, por favor.

Marey tomó por el hombro a Andrea, asintió con la cabeza, esperando que dejara ir a Kevin a donde quería. Era lo mismo que Santiago debía de sentir, y que seguramente Alonso en su cama estaba sintiendo, pues todos ellos deseaban que lo de la isla no se repitiera nunca. Meegwun también la observaba, con su típica mirada inmutable, pero que confiaba en Kevin, sino ¿Por qué ayudarlo?

Andrea bajó los escalones que la separaban del moreno y le dio un fuerte abrazo, el ultimo que le daría en mucho tiempo y que sería una despedida para el Kevin que hasta ahora había conocido, o eso pensaba. Kevin respondió al abrazo rodeando su espalda y acariciándola en consuelo mientras ella derramaba algunas lágrimas.

—Prométeme que volverás —Le dijo con amargura—. prométemelo, Kevin.

—Lo haré, Andrea —respondió el otro zafándose de su agarre—, te prometo que volveré y cuando lo haga no tendrás que volver a preocuparte por nosotros.

—No seas tonto, siempre me voy a preocupar por ustedes, son mis niños y tenerlos lejos será muy difícil.