Agente Harris

Agente Harris [12]

Nicholas

 

 

Bueno, el plan no salió como esperaba. 

De hecho se volcó completamente en mi contra.

Era obvio que solo comencé a coquetear con Lilian frente a Blue para ponerla celosa, funcionó unos minutos, pero cuando giré para ver su nueva expresión lo único que encontré fue a ella con los ojos cerrados y la respiración acompasada. 

Estaba dormida.

Mierda, ella se durmió sin decirme nada, sin gritar, sin hacer un drama por lo que sucedía aquí.

Me enojé como nunca antes, por mi actitud idiota y porque a ella no le importó que me fuera con otra mujer. Me olvidé de Lilian y subí a mi habitación cerrando de un portazo.

No pude dormir bien esa noche.

Mucho menos cuando escuché un ruido de afuera, me levanté con el ceño fruncido para mirar por la ventana pero me fue imposible vislumbrar algo debido a la cantidad de árboles que habían por aquí.

Alonzo vive en medio del bosque, dentro de otro bosque, a ese hombre le encanta la naturaleza ya me queda claro.

Volví a acostarme cerrando los ojos para poder dormirme.

 

 

****

 

 

Me despierto de un tirón cuando escucho los golpes en la puerta. ¿En serio es tan difícil dejarme descansar un poco?

Resoplo levantándome de la cama, cuando abro me encuentro con Pauline ya vestida.

—Buenos días, desayuna y alístate porque vamos a salir —dice antes de voltearse e irse.

No me dejó decir ni una palabra.

Vuelvo a resoplar pero antes de bajar para desayunar me meto al baño y me ducho.

Unos minutos después ya estoy fresco, con unos vaqueros y un suéter gris. Dejo mi cabello alborotado ya que está mojado, y cepillo mis dientes aún cuando se supone que voy a bajar para comer.

En la cocina me encuentro con Lucía y Lorena, las saludo y opto por sólo tomar una fruta.

—¿No vas a comer más? —pregunta Lucía preocupada.

—No gracias, no tengo mucha hambre.

Se encoge de hombros pero me dice que en la tarde me llenará el estómago, sonrío y camino por toda la casa hasta llegar al jardín delantero.

Me deleito con la vista, un bosque lleno de inmensos árboles, frutas creciendo en ellos y algunas tiradas en el pasto.

Momentáneamente recuerdo el ruido que escuché anoche, tengo que decirle a Pauline. 

Cuando estaba a punto de dormirme no le tomé importancia pero ahora que lo pienso podría haber sido uno de esos que nos atacaron ayer.

Siento una mano en mi hombro, por un segundo me alegro al pensar que se trata de Blue pero hago una mueca cuando veo a Lilian con una taza de té.

Sus ojos castaños me miran con anhelo, si hay algo seguro es que tuve un gran problema con ella hace dos años cuando vine por primera vez aquí. Me pareció hermosa en ese entonces y es imposible negarlo porque lo es, pero no pensé que fuera tan... irritante. Si se le puede llamar así. Fueron muy pocos días los que estuve con ella, pero ellos bastaron para que llegara a gustarme, sí, hasta que llegó un día en particular.

Juliana es un amor si la pongo al lado de Lilian, no sé si Alonzo es muy permisivo o si no nota lo horrible que es su hija por dentro.

La invité a salir, sí, quería una noche alocada pero no iba a comportarme como un patán así que la invité a salir.

Al principio íbamos bien, hasta reímos, bromeamos y todo. Eso cambio cuando nos cruzamos con un pequeño niño que parecía perdido, me conmovió y claramente lo ayudé, cosa que a ella no le hizo gracia ya que me armó tremendo show en mitad de la calle. La gente nos miraba con desaprobación y eso me valió muy poco después de que ella en un ataque de loca o yo que sé, se abalanzará contra el niño.

Lo tomó con rudeza de su brazo y le gritó que se largara y nos dejara en paz. Jodidamente para ese momento ya temblaba de la rabia, la gente a nuestro alrededor se quejaba pero tampoco hacían nada y eso no hacía más que aumentar mi rabia, porque para juzgar y señalar sí son buenos.

Yo jamás había tratado mal a una mujer, pero ese día ella no era una para mí, agarré su brazo haciendo la mayor presión provocando que chillara y me observara sin entender, la empujé hacia un lado tan fuerte que cayó al andén, cargué en mis brazos al niño que ya para ese momento lloraba sin consuelo. Recuerdo que le dije algo a ella antes de irme, pero no recuerdo exactamente qué fue.

Al final pude encontrar a la madre del niño quien me agradecía llorando a mares.

Después de ese día me fui de la casa de Alonzo sin dar explicaciones a nadie.

No tolero a las personas que tratan mal a otros sin motivos, puedo soñar hipócrita ya que a veces yo mismo me paso con Juliana. Pero si algo sé es que ella es parte de la familia y por más que haya momentos donde no me controle, nunca le haría daño.

—¿Qué fue eso de anoche? —preguntó sin dejar de acariciar mi hombro con total confianza.

Tenía que dejarle las cosas en claro, lo que sucedió anoche fue del momento y ni siquiera me sirvió.

—Nada, sólo quería poner celosa a Blue —soy honesto. Dejo de verla pero siento que la mano que me acariciaba se detiene y después ella está frente a mí.

—¿Me estabas utilizando? —suena indignada y enojada. Sus puños están apretados y sus ojos que antes me miraban con anhelo ahora me ven como si quisiera descuartizarme.

—Lilian, no me gustas, nunca me has gustado y dudo que llegues a hacerlo. Como te dije sólo quería poner celosa a Blue porque ella sí que me gusta —wow, nunca lo había dicho en voz alta. Pauline sólo me preguntó y yo acepté pero en este momento lo estoy diciendo.

Ahora ella parece mucho más que enojada.

—¿Qué? —grita, aturdiéndome—, ¿Cómo es posible que te guste esa idiota?

Enarco las cejas dándole una mirada de advertencia.

—Cuida mucho como le dices —gruño— y supéralo, una cara bonita no es lo único que se necesita para conquistar a un hombre. Tenlo presente.



#5927 en Joven Adulto
#17482 en Otros
#2632 en Humor

En el texto hay: mafia, amorycelos, agentesscretos

Editado: 25.03.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.