La noche habia llegado y el momento mas esperado también. Esto va acabar como acabo el dia que estos malditos mataron a mi familia. Saque el primer sobre. La foto del hombre que habia terminado con mi vida.
Nombre: Donald Grans, 53 años
Me cambie en el auto y me puse un antifaz negro con brillos plateados y dorados, puse el arma debajo de mi vestido, y un hacha que era de mi abuelo sobre mi hombro y entre por la pare de atrás. Esto se va aponer divertido cuando su esposa y sus hijos se enteren lo que papi hizo
Narra Donald:
Me levante de la cama con un poco de sed. Antes de bajas las escaleras, mire a los niños, los dos estaban muy dormidos. Cerre la puerta y baje a la cocina. Cruce la sala cuando vi la puerta de aras un poco abierta, me detuve a mirar. Alguien esta en mi casa. La luz de la sala se encendió.
-Voltee- ¿Quien eres?
-Buenas noches, Donald
-¿Como sabes quien soy? ¿Como entraste a mi casa? Llamare a la policía
Estaba acercándome al teléfono pero cuando lo iba a levantar, ella largo una pequeña risa. La mire.
-No lo haría si fuera tu, a menos que quieras ver a Jade, Luana y Victor, muertos
-Me aleje asustado- ¿Que quieres? ¿Dinero? ¿Joyas? Tenemos todo y mas
Narra Kat:
Me puse de pie y comencé arrastrar el hacha por el suelo.
-De rodillas -Le ordene-
-Me quedo mirando-
-De.. rodillas
Se arrodillo frente a mi y acaricie su cabeza. Juro que estoy disfrutando mucho este momento.
-Recuerdo ese dia.. el dia en que tuviste a mi padre en esta misma posición frente a tus ojos
-Me miro fijamente- No... no se de que hablas
-Me puse a su altura- ¿Que va a pensar tu perfecta familia cuando sepan que mataste a mis padres y mi hermano frente a mis ojos? Sin razón alguna, sin piedad, sin saber el por que de lo que estaban haciendo tu y tus amigos
-Por favor.. no me hagas esto.. no soy el culpable, solo.. obedecíamos ordenes del jefe
-Bla bla bla -Me puse de pie- No eres el culpable.. -Riendo- Eres tan culpable como ellos
-Por favor.. piedad
-Es lindo verte suplicar, -Levante el hacha- Como lo hicieron ellos y nadie los escucho
Todo paso en un segundo. La sangre salpico todo mi rostro y mi ropa. El hacha entro en su cabeza tan fácilmente que hasta me dio placer. El olor de la sangre era algo delicioso de oler, destruí su cuerpo en la sala, para que nadie reconociera a este maldito. Me puse de pie.
-Me limpie la cara- Hora de ir al segundo piso -Dije
Se escuchaba como el hacha estaba arrastrándose por el suelo y las escaleras de esa casa.
-¿Donald? ¿Que sucede? -Dijo la voz de una mujer-