Sector Gamush
Hay dos cosas que los descendientes de los humanos entienden bien, el miedo es una respuesta ante un peligro, evitando que el individuo se ponga en riesgo ante situaciones desconocidas, y el amor, un sentimiento que ha unido y destruido en muchas ocasiones al mundo.
Estos sentimientos para ellos fueron poco a poco cambiando, el miedo a lo desconocido se trabajo con el fin de no producir una catástrofe que impida la supervivencia de los Standust, este miedo a destruido muchas oportunidades de que la humanidad se salve y por eso a día de hoy se extinguieron. Los Standust creen que fue lo mejor, los humanos se destruyeron a sí mismos, pero aun así su subespecie se niega a desaparecer, su miedo los alejo de los Standust y ellos mismos viven su vida alejados de la Nación.
Por ultimo el amor, este sentimiento ha trascendido por generaciones con la necesidad de preservación en las especies de seres vivos, pero los humanos han llevado más allá este sentimiento, llevando a causar conflictos por amor, causar homicidios por amor, e incluso morir por amor.
Pero, aunque intenten suprimir el amor, no es sencillo para ellos, ya que de por si este sentimiento los mantiene unidos como especie, los ayuda a prosperar con sus generaciones futuras, aun así, trabajan para que no lleven al extremo este sentimiento. Sin embargo, este amor sigue protegiendo a los seres más indispensables, los hijos.
*************
Kurtis permanecía como vigilancia en uno de los puestos del muro junto a los soldados, no porque la noche haya terminado significa el completo cese de ataques por las bestias, siempre hay rezagados o criaturas que a pesar de mostrar que la luz del sol les molesta nunca dudan en una oportunidad debido a cielos nublados, incluso a sombras proyectadas por las nubes.
- Me aburro en este sitio -uno de los soldados descansaba su cabeza sobre sus brazos cruzados encima del filo del muro.
- Cuando la semana termine podrás ir a buscar acción en otro sitio -Kurtis intentaba ser algo provocador.
- ¡No porque esto acabe signifique que para nosotros termina y tenemos vacaciones! -respondía calmado- ¡Eres un agente, es posible que regreses a actividades como, vigilancia de calles, ayuda en las granjas o supervisión de máquinas! ¡Nosotros también hacemos lo mismo, además tal vez tus heridas te están mareando! –
- Solo quería dar una chispa para quitar el aburrimiento, y ya me siento mejor, gracias por preguntar -bromeaba.
- Somos muy civilizados para pelear entre nosotros –
Kurtis se rio un poco, luego miro directo al soldado.
- Supongo que las provocaciones son algo, humano, ¿no es así? -sonrió.
- Entonces no hagas bromas así en un asentamiento semihumano, quien sabe si regresas con dientes, aunque no sean tuyos -dijo para luego proceder a reír, acompañado claro de Kurtis y una compañera cercana.
- Saben que tenemos prohibido burlarnos de los semihumanos -mencionó la muchacha aun con tono burlón debido a la risa.
- Ojalá no se volvieran tan salvajes ante una mínima provocación -respondió el soldado.
- Los semihumanos son como los ancestros, tienen miedo y ese miedo es lo que provoca una ola de sentimientos negativos -Kurtis miraba hacia el bosque de manera perdida- sentimientos como odio, envidia, rencor, aborrecimiento, sentimientos que los llevaron a extinguirse, y que parte de su descendencia se haya aislado de lo que podría salvarlos. Creen que deben aprender a controlar cosas imposibles, y su arrogancia evita que puedan evolucionar –
- Los humanos y semihumanos, son seres extraños -dijo el soldado esta vez apoyándose con sus brazos dando la espalda al bosque, para mirar al cielo pensativo.
Aun así, Kurtis se percató de una situación que no esperaba, veía algo entre los troncos de los árboles, una silueta, pero no descifraba que era lo que estaba viendo, sin embargo, estaba consciente de algo que presencio, la silueta se había movido.
- ¡Prepárense, creo que tenemos compañía! -decía sin apartar su mirada del sitio.
Los soldados no dudaron en su afirmación, tomaron sus armas sin parecer amenazadores o adoptando una postura ofensiva, esperaban alguna respuesta ante un movimiento brusco, sea de Kurtis o un tercero que haya alertado al agente.
Miraba fijamente, respirando tan lentamente que ya casi escuchaba sus latidos, el viento y las hojas moviéndose en las ramas de los árboles, la silueta no parecía moverse, hasta que Kurtis decidió informar en voz baja.
- Veo una silueta entre los árboles -dirigiéndose a los soldados- Su movimiento ahora es nulo, pero confirmo movimiento hace solo un par de minutos, uno que me permite deducir un tamaño no más alto que un soldado o agente con Hari de fuerza. –
- ¿Algo más? -preguntó el soldado sin quitar la mirada del lado contrario al bosque.
- Si, no creo que un Standust haya sobrevivido en el bosque sin ser despedazado -seguía hablando en voz baja- supongo que una nueva criatura, con la confirmación de la que vuela, no me sorprendería –
En eso la silueta empezó a moverse, ocultándose tras el árbol, Kurtis solo alcanzo a decir que se alejaba desviando unos segundos su vista para posterior no ver absolutamente nada.
- Se fue -al decir eso los soldados dejaron de estar alertas- ¿Qué demonios fue eso? –
- No lo sé, no alcance a mirar, pero que era para que te haya hecho sudar -el soldado bromeo señalando las gotas de sudor que recorrían el rostro de Kurtis.
Esto lo desconcertó, normalmente Kurtis no siente miedo ante las criaturas, no porque hayan suprimido su terror, más bien que aprendieron a enfrentarlo para defender lo importante.
- Esa cosa tenia forma similar a una persona -miraron a Kurtis confundidos.
- Pero un Standust no sobrevive en el bosque, como podría ocultarse sin ser atacado por las criaturas -la chica camino hacia el filo del muro observando entre los troncos de los árboles- tal vez otra criatura, ¿supongo... –
La chica de inmediato se asustó dando un paso atrás, dejando desconcertados a Kurtis y el soldado.
- No esta solo -dijo en voz baja- veo mas siluetas alejadas una de cada otra, estimo distancias entre ellos de 5 o 6 metros –
Kurtis entonces giro bruscamente a ver hacia el bosque, solo alcanzo a ver una que de inmediato desapareció de forma precipitada.
- Supongo que todos vimos eso -Kurtis ahora se encontraba sorprendido.
- Supones bien -respondió el soldado.
A pesar que ahora el bosque estaba vacío de cualquier presencia, no pudieron evitar sentirse con miedo, a pesar de saber que las criaturas son bestias impredecibles, nunca les habían asustado así, hasta ahora.
Unas horas después en la sala común.
Los rumores de aquellas siluetas en el bosque se habían esparcido como el polvo que lleva el viento entre la ciudad, todos en el muro del sector Rammus hablaban de ello, especulando sobre que eran o que entre cada sector que aparecieron bestias diferentes, ellos tenían pequeños bichos que parecían Standust, algunos lo tomaban como simples cuentos, otros empezaban a preocuparse por la noche si aparecerían junto a las bestias que ya luchan.
Aun así, todos pensaban en una única cosa, ¿tiene esto que ver con la criatura extraña que arrojaba baba rojiza? Aunque ahora dicha baba se ha disuelto por el sol como vapor todos prefirieron evitarla, una sustancia así obviamente no era algo bueno.
***********
Era ya medio día, entre los descansos, la limpieza e incineración de las bestias, la atención de los heridos, y el proceso de fallecidos para su sepultura lejos de las murallas.
Los Standust podrán tener sus batallas contra las bestias como prioridad, pero eso no evita que tengan tiempo para despedir a los caídos en combate.
- ¿Orando por los caídos agente Dring? –
- Los habitantes del cielo no rezamos señor, solo nos despedimos de aquellos que conocemos en batalla -David estaba arrodillado frente al muro que informaba los caídos de la noche anterior, un lugar donde cada persona puede ir a presentar su debida despedida- Conocía a la mayoría de soldados que han muerto, en mi ciudad aprendemos a respetar a aquellos que han compartido apoyo en actividades, ayuda en los trabajos en los sectores, ayuda en combate, en los festivales, tal vez muertos nunca escucharan lo que decimos pero no los olvidamos, así al menos no mueren para nosotros –dijo levantándose.
- Es una característica que siempre me agrado de los flotantes -miraba el mural con los nombres y las fotos- Los Standust de la Nación creen que la muerte solo finaliza la consciencia, pero la energía que usó para vivir, ahora es para otras vidas que empiezan su nuevo ciclo, sepultar sus cuerpos, es para transmitir esa energía al suelo, en un futuro todo su cuerpo servirá para quienes vivan de dicha energía –
- Me han contado las tradiciones de los nacionalistas, aunque no apreciamos el termino flotantes, debemos admitir que identifica con facilidad a nuestra gente -volteo a mirar al teniente- ¿No vino a hablar de tradiciones cierto? –
- No, claro que no, son esas bestias voladoras del sector Skar -tomó asiento cerca mirando el suelo preocupado- Temo por mi hija David, en buena hora ningún novato ha aparecido en la lista de los caídos, lo que menos quiero es exponerla a estos peligros –
- Señor, sabe que la integración para acostumbrarlos a la batalla es obligatoria, en un futuro serán la primera línea de fuego, deben adquirir experiencia -mantenía una posición firme ante el teniente mientras hablaba.
- Eso lo entiendo perfectamente, quiero recomendarte para reasignarte al sector Skar, para que defiendas el sitio de las bestias –
- Señor, sabe que el general no permitirá un cambio así, no sin un motivo creíble, no lo permitirán una segunda vez, sabe perfectamente que sucedió cuando hizo algo parecido –
- Lo sé, entiendo que no lo permitirán, pero conozco a personas que les gustaría transferirse a este sector, solo mandaría un agente en su lugar –
- Me temo que debería negarme, se que le preocupa su hija, pero la base tiene a tenientes capacitados, y capitanes de nuestra vanguardia en el sitio, incluso creo saber que los novatos tienen una buena guardia en el sitio donde se ocultan -David intentaba razonar con el teniente- Señor, no puede hacer que le degraden de nuevo, el caos del caballero negro no fue su culpa, el despliegue de los novatos es una evidencia de su precipitación ante situaciones desesperadas –
- ¡Agente! -dijo en tono de orden- ¡Cuide sus palabras! El despliegue fue una incompetencia que yo mismo me negué –David agacho la mirada.
- No fue su culpa señor -respondió con recelo.
- Siempre será mi culpa al permitir que casi mueran niños, debí acompañarlos y aceptar la degradación en ese instante -suspiró luego de calmarse- Es un maldito milagro que nadie muriera –
- Aun así, fue una negligencia de nuestros generales, no cargue toda la responsabilidad usted, señor -David se retiró, pero aun así dijo una última frase- Confíe más en sus agentes, coronel –
- Ya no soy coronel -respondiéndose a si mismo- no más –
En las afueras había un poco de movimiento, la sombra de una nube cubría gran parte del bosque hasta el pueblo más cercano, así que algunas criaturas decidieron atacar directo al muro en pleno día.
No parecía un trabajo muy serio, a diferencia de la noche, estos solo eran pequeños grupos de tres o cuatro bestias. Fáciles de contener, separar y aniquilar. Un par de agentes en medio del campo, Samantha Morcras y Mike Dogart eran participes de la batalla, a pesar de aun ser clasificados como novatos, estos eventos de pocas criaturas y fácil de contener, permitía la práctica en los agentes y soldados novatos para aprender del enemigo.
Así podrían aprender las distintas formas de como combatirlos, el como conocer sus ataques y poder defenderse de ellos, supervisados por expertos que puedan intervenir en caso de problemas.
- Muy bien, la criatura se dirige hacia ti, ¿cómo respondes a su ofensiva? –la capitana Megara una agente, dirigía su pregunta a la joven Samantha.
La chica usó su Hari espiritual para crear una barrera que permita detener la arremetida de la bestia, aun así, la fuerza de la criatura empujaba tanto la barrera de Hari como a la agente.
- ¡Necesitas concéntrate! -gritaba para que sus palabras la alcancen- Busca un punto de apoyo o la bestia te arrastrara contigo –
La chica entonces apoyo el peso de su cuerpo en su pierna derecha y mandando su pie izquierdo un paso atrás para usarlo de ancla. Pero aun así no evitaba ser arrastrada por la bestia, aunque ahora el arrastre le era más dificultoso a la criatura.
- ¡No solo se trata de tu fuerza física, el Hari espiritual también representa equilibrio mental y corporal! -decía al ver que cada vez estaba más tensa- ¡Encuentra el punto de equilibrio entre tu mente y tu cuerpo! –
La barrera empezó a agrietarse poco a poco, hasta que un empuje con la cabeza de la bestia esta se hizo añicos haciendo caer a la chica sobre su espalda. La bestia se dispuso a arremeter contra ella lanzándose por completo, hasta que un agente con Hari de agilidad golpeo con fuerza a la bestia mandándolo un par de metros lejos de Samantha, el movimiento fue tan precipitado que parecía haber aparecido de junto a la bestia y golpearle al instante.
- ¡Necesitas practicar más tu concentración en la barrera de Hari, recuerda que eres la primera línea de defensa y contención, la fortaleza de tu barrera es vital para que el ataque de la ofensiva pueda acabarlos de un golpe! -Hablaba mientras caminaba hacia Samantha.
- ¿Estás bien? -preguntó el agente ayudando a levantarse a Samantha.
La chica observo que la criatura ya estaba encerrada entre barreras Hari contenida por agentes y soldados.
- Practica lo suficiente y un día llegarás a crear barreras como aquellos agentes -le mencionó luego de ayudarle.
- Si, gracias por la ayuda -respondió.
- Buena deducción el usar tu cuerpo como un ancla, aunque si necesitas trabajar en tu control del Hari -decía en lo que observaban a la bestia encerrada- Cuando tengas un buen control hasta podrás abrir espacios necesarios para facilitar el ataque de los portadores de Hari de fuerza –ella miró como la forma del Hari cambiaba de acuerdo a la necesidad del portador, entre curvarse para unirse a las otras barreras o crear picos para que este deje de empujar las barreras.
- Tienes el potencial niña, pero aun tienes dudas al temer no poder mantener tu barrera -Megara estaba detrás de ambos agentes- Necesitas fortalecer tu mente, tanto la fuerza física como la mental ayudan a manipular mejor la resistencia de las barreras –
- Supongo, que acabó el entrenamiento -decía algo desilusionada.
- Supones mal, lo harás hasta que tu cuerpo se paralice del dolor, así que prepárate ya viene la segunda ronda -sin que reaccione a la afirmación el otro agente ya estaba en posición por si algo no sucedía bien.
De inmediato la capitana Megara dio una señal para liberar a la bestia y sin dudar arremetió contra Samantha, a pesar del poco tiempo, la chica de inmediato creo una barrera y detuvo a la criatura, pero esta vez era arrastrada como un simple carro de carga. El grito de la muchacha hizo que Megara pusiera su mano en su rostro por decepción, seria un largo entrenamiento de novatos.
Por su parte Mike debía entrenar su ataque a las criaturas luego de ser contenidas. Su principal misión es aprender a acabar con la bestia de un solo ataque, el objetivo es evitar que varias bestias que acumulen.
- Recuerda niño, debes concentrar el ataque en un punto de tu brazo, concentrar tu Hari como si fuera energía a presión, tanto que pareciera que en cualquier momento esta explotaría, en el instante que lo sientas, lánzalo con el impulso desde tu cadera, los hombros hasta el puño, tanto la fuerza de arrojar tu puño y la presión de la energía tiene la fuerza necesaria para atravesar la más dura de las rocas -un soldado explicaba al agente Mike el como atacar con su fuerza- Y recuerda, tanto el golpe como la presión, te empujaran, así que no pierdas tu equilibrio y controla tu Hari –
El chico tenia en frente a una criatura tratando de empujar una barrera de Hari, Sheimor un capitán de la agencia era quien detenía a la bestia. Empezó concentrando su energía en el puño como le indicaron, posicionándose para no perder el equilibrio y resistir el empuje, por último, debía reconocer cuando lanzar el golpe, si se demora corre el riesgo de causar la explosión de energía en su puño, aunque el daño no es severo debido a la resistencia de su cuerpo por el propio Hari de fuerza, en una situación de vida o muerte esto significa una muerte asegurada; al contrario si la arroja muy pronto, la presión no será suficiente para acabar con la bestia.
Concentrándose en el punto para soltar el golpe, en el instante que sintió que su puño iba a estallar, lanzó su golpe con toda su fuerza liberando la energía de forma súbita, aunque la presión y el golpe fueron perfectos, su posición no era adecuada, el resultado termina en el muchacho siendo disparado hacia atrás por su propia energía y esto afecta la precisión del golpe, siendo enviado hacia arriba.
- No olvides el balance, recuerda que para poder resistir una carga enorme debes mantener una posición firme -Sheimor le aconsejo, sin inmutarse por las constantes arremetidas de la bestia, de hecho, hasta estaba dándole la espalda.
- Lo haces parecer fácil, pero ni siquiera puedo mantenerla al lanzar el ataque -respondía Mike.
- Mantener una postura y concentración, te permite incluso moverte sin perder apoyo en resistir la carga -dijo mientras camino hacia él sujetando aun a la bestia que no dejaba de empujar.
- Si, lo haces parecer fácil –
Volvió a intentar nuevamente el golpe, resultando en que esta vez era empujado, pero ya no salía volando nuevamente, sin embargo, su puntería aún seguía siendo nula.
- ¿Cómo vas con el novato? -un soldado le preguntó al encargado.
- Pues, me sorprende que sea su equilibrio y postura lo que falle, normalmente todos los novatos explotan -dicho esto cerca un novato soldado estalla al no medir cuanta energía contenía en su puño- Pero el niño, encuentra el punto exacto cuando arrojar su ataque, tiene un buen control en su Hari –
Seguido varios soldados y agentes practicando los ataques fallaban por explotar o sus ataques eran demasiado débiles para golpear a la bestia. Algo que estaba ganando la atención de Sheimor por el chico, debido que el equilibrio es algo más de especialistas en Hari espiritual, una problemática en ellos se debe a que controlar un Hari de ese tipo genera dificultad en el equilibrio cuando empieza a manifestarse, caso contrario en el Hari de fuerza.
La única explicación que se le ocurría a Sheimor, es que tenia en frente a un portador de Hari binario. Un caso extraño de portadores que no ocurre muy seguido, posee mas de una naturaleza Hari, y en muchas ocasiones su resultado es debido a una mutación, normalmente el Hari que dominará o tendrá por naturaleza empieza a manifestarse a los 10 años, y ese tiempo hasta los 15 tendrá para aprender a adaptarse a su Hari, posterior deberá aprender a controlarlo y usarlo en batalla, con el tiempo aprenderá a dominarlo por simple reflejo hasta alcanzar los 23 años, cuando su Hari solo empezará a evolucionar dependiendo de su sincronización con el mismo.
En el caso de un binario Hari, la mutación se manifiesta entre los 10 hasta los 23, cuando de manera incierta, un segundo Hari empieza a manifestarse produciendo dificultad para controlar el ya manifestado, con un debido entrenamiento estricto y riguroso, el manejar de manera correcta dos Haris puede poner un pedestal sobre cualquier otro portador difícil de superar; los portadores de dos Hari se les llama Binario Hari, muy rara vez poseen dos Haris opuestos, es común que sean Haris compatibles.
***********
Sector Marlino
Aridness llegó al sector donde se encontraba su hijo, al bajar de la avispa se encontró con la teniente Trina Blumer, quien ya fue informada de la llegada de la guerrera al sector.
- Es un placer conocer a una guerrera de Hashiro en mi base, ¿a qué debo la visita? -hablaba de forma cordial.
- Me enteré que en este sitio aterrizo un agente, novato para ser especifico -respondió con la misma formalidad.
- Puedo adivinar que el muchacho portaba un traje diferente al que conozco que llevan los agentes -Ari asintió- y por lo visto su traje es parecido al que el niño porta -Ari asintió nuevamente pero más lento- como a un niño se le permitió portar un uniforme de guerrera, tengo entendido que no existen hombres en la isla –
- Es, un asunto difícil de explicar, pero el chico es un guerrero, reconocido como tal -respondió.
- No ahondaré más en el asunto, pero debo preguntarme, ¿cómo un novato que no participan directo en la batalla salvo en los entrenamientos del día, termina en mi base montando una bestia alada? -la tensión entre la teniente y Ari era sentida por todos los presentes.
No se debía por las preguntas de la teniente a Ari, más bien por la impaciencia de ella por perder el tiempo en el sitio.
- No se preocupe, me encargaré de matar al muchacho yo misma -dijo caminando por su costado sin mirarla- ¡Si me disculpa! –
La teniente Blumer es capaz de causar algo de miedo entre sus filas por su carácter estricto, pero era la primera vez que sus soldados la veían confundida, nadie sin gran autoridad hablaba de igual a igual con ella sin llevarse un sermón de su parte, sin incluir el castigo consecuente.
¿Quién era la mujer que no veía a Trina Blumer como una autoridad? Era el nuevo rumor del día en la base Marlino, después de las sombras claro, ya se había extendido entre sectores.
En el campo de batalla, estaban los novatos incluyendo a Scott quien luchaba contra las bestias como entrenamiento para dominar su Hari de agilidad.
- Recuerda, tu velocidad se debe controlar con el impulso que tomas, si no concentras tu equilibrio y energía en tus pies terminaras descontrolándote, en lugar de ser un proyectil solo terminaras siendo una escoba de polvo –
Posterior a lo dicho por el agente, Scott salió disparado como una bala, golpeando a la bestia con fuerza, no la suficiente para empujarla, pero la necesaria para causarle un aturdimiento.
- No esta mal niño -Felicitaba a Scott, pero observó que el traje marcaba con un color rojizo la zona de sus brazos- ¿A que se debe eso? –
- Ah, esto significa, que la fuerza puede romperme los brazos -al escuchar esto la mayoría se sorprendieron con lo que dijo.
Era extraño, alguien con Hari de agilidad tiene una resistencia similar a un portador de Hari de fuerza, pero no en gran medida, aun así, no entendían como un niño con Hari de agilidad con talento y control en su Hari, puede ser herido por su propia fuerza.
- ¿El traje te protege del daño? -pregunto el soldado.
- Algo así, el traje se ajusta a mi necesidad de lanzar un ataque sin que me dañe físicamente -explicaba mostrando como el tono rojo en sus brazos indicaba una fuerza capaz de dañar sus brazos- El traje es más para que mi control no termine dañando tanto a otros como a mí mismo –
Emily quien observaba cerca del campo, gracias a su buen oído, escuchaba ciertas explicaciones de Scott, y recordó cuando algo parecido le contaron que ocurrió en la lucha contra la mano izquierda.
Todo estaba tranquilo hasta que Ari camino saliendo por la compuerta del muro hacia el campo en dirección de Scott, quien aún no la había visto del todo, ignorante de su presencia se preparaba para otra arremetida, pero el brazo de Ari lo tomo del hombro, le dio una vuelta y le metió una cachetada que sonó por toda la base.
Continuará...
Sector Gamush
Hay dos cosas que los descendientes de los humanos entienden bien, el miedo es una respuesta ante un peligro, evitando que el individuo se ponga en riesgo ante situaciones desconocidas, y el amor, un sentimiento que ha unido y destruido en muchas ocasiones al mundo.
Estos sentimientos para ellos fueron poco a poco cambiando, el miedo a lo desconocido se trabajo con el fin de no producir una catástrofe que impida la supervivencia de los Standust, este miedo a destruido muchas oportunidades de que la humanidad se salve y por eso a día de hoy se extinguieron. Los Standust creen que fue lo mejor, los humanos se destruyeron a sí mismos, pero aun así su subespecie se niega a desaparecer, su miedo los alejo de los Standust y ellos mismos viven su vida alejados de la Nación.
Por ultimo el amor, este sentimiento ha trascendido por generaciones con la necesidad de preservación en las especies de seres vivos, pero los humanos han llevado más allá este sentimiento, llevando a causar conflictos por amor, causar homicidios por amor, e incluso morir por amor.
Pero, aunque intenten suprimir el amor, no es sencillo para ellos, ya que de por si este sentimiento los mantiene unidos como especie, los ayuda a prosperar con sus generaciones futuras, aun así, trabajan para que no lleven al extremo este sentimiento. Sin embargo, este amor sigue protegiendo a los seres más indispensables, los hijos.
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Kurtis permanecía como vigilancia en uno de los puestos del muro junto a los soldados, no porque la noche haya terminado significa el completo cese de ataques por las bestias, siempre hay rezagados o criaturas que a pesar de mostrar que la luz del sol les molesta nunca dudan en una oportunidad debido a cielos nublados, incluso a sombras proyectadas por las nubes.
- Me aburro en este sitio -uno de los soldados descansaba su cabeza sobre sus brazos cruzados encima del filo del muro.
- Cuando la semana termine podrás ir a buscar acción en otro sitio -Kurtis intentaba ser algo provocador.
- ¡No porque esto acabe signifique que para nosotros termina y tenemos vacaciones! -respondía calmado- ¡Eres un agente, es posible que regreses a actividades como, vigilancia de calles, ayuda en las granjas o supervisión de máquinas! ¡Nosotros también hacemos lo mismo, además tal vez tus heridas te están mareando! –
- Solo quería dar una chispa para quitar el aburrimiento, y ya me siento mejor, gracias por preguntar -bromeaba.
- Somos muy civilizados para pelear entre nosotros –
Kurtis se rio un poco, luego miro directo al soldado.
- Supongo que las provocaciones son algo, humano, ¿no es así? -sonrió.
- Entonces no hagas bromas así en un asentamiento semihumano, quien sabe si regresas con dientes, aunque no sean tuyos -dijo para luego proceder a reír, acompañado claro de Kurtis y una compañera cercana.
- Saben que tenemos prohibido burlarnos de los semihumanos -mencionó la muchacha aun con tono burlón debido a la risa.
- Ojalá no se volvieran tan salvajes ante una mínima provocación -respondió el soldado.
- Los semihumanos son como los ancestros, tienen miedo y ese miedo es lo que provoca una ola de sentimientos negativos -Kurtis miraba hacia el bosque de manera perdida- sentimientos como odio, envidia, rencor, aborrecimiento, sentimientos que los llevaron a extinguirse, y que parte de su descendencia se haya aislado de lo que podría salvarlos. Creen que deben aprender a controlar cosas imposibles, y su arrogancia evita que puedan evolucionar –
- Los humanos y semihumanos, son seres extraños -dijo el soldado esta vez apoyándose con sus brazos dando la espalda al bosque, para mirar al cielo pensativo.
Aun así, Kurtis se percató de una situación que no esperaba, veía algo entre los troncos de los árboles, una silueta, pero no descifraba que era lo que estaba viendo, sin embargo, estaba consciente de algo que presencio, la silueta se había movido.
- ¡Prepárense, creo que tenemos compañía! -decía sin apartar su mirada del sitio.
Los soldados no dudaron en su afirmación, tomaron sus armas sin parecer amenazadores o adoptando una postura ofensiva, esperaban alguna respuesta ante un movimiento brusco, sea de Kurtis o un tercero que haya alertado al agente.
Miraba fijamente, respirando tan lentamente que ya casi escuchaba sus latidos, el viento y las hojas moviéndose en las ramas de los árboles, la silueta no parecía moverse, hasta que Kurtis decidió informar en voz baja.
- Veo una silueta entre los árboles -dirigiéndose a los soldados- Su movimiento ahora es nulo, pero confirmo movimiento hace solo un par de minutos, uno que me permite deducir un tamaño no más alto que un soldado o agente con Hari de fuerza. –
- ¿Algo más? -preguntó el soldado sin quitar la mirada del lado contrario al bosque.
- Si, no creo que un Standust haya sobrevivido en el bosque sin ser despedazado -seguía hablando en voz baja- supongo que una nueva criatura, con la confirmación de la que vuela, no me sorprendería –
En eso la silueta empezó a moverse, ocultándose tras el árbol, Kurtis solo alcanzo a decir que se alejaba desviando unos segundos su vista para posterior no ver absolutamente nada.
- Se fue -al decir eso los soldados dejaron de estar alertas- ¿Qué demonios fue eso? –
- No lo sé, no alcance a mirar, pero que era para que te haya hecho sudar -el soldado bromeo señalando las gotas de sudor que recorrían el rostro de Kurtis.
Esto lo desconcertó, normalmente Kurtis no siente miedo ante las criaturas, no porque hayan suprimido su terror, más bien que aprendieron a enfrentarlo para defender lo importante.
- Esa cosa tenia forma similar a una persona -miraron a Kurtis confundidos.
- Pero un Standust no sobrevive en el bosque, como podría ocultarse sin ser atacado por las criaturas -la chica camino hacia el filo del muro observando entre los troncos de los árboles- tal vez otra criatura, ¿supongo... –
La chica de inmediato se asustó dando un paso atrás, dejando desconcertados a Kurtis y el soldado.
- No esta solo -dijo en voz baja- veo mas siluetas alejadas una de cada otra, estimo distancias entre ellos de 5 o 6 metros –
Kurtis entonces giro bruscamente a ver hacia el bosque, solo alcanzo a ver una que de inmediato desapareció de forma precipitada.
- Supongo que todos vimos eso -Kurtis ahora se encontraba sorprendido.
- Supones bien -respondió el soldado.
A pesar que ahora el bosque estaba vacío de cualquier presencia, no pudieron evitar sentirse con miedo, a pesar de saber que las criaturas son bestias impredecibles, nunca les habían asustado así, hasta ahora.
Unas horas después en la sala común.
Los rumores de aquellas siluetas en el bosque se habían esparcido como el polvo que lleva el viento entre la ciudad, todos en el muro del sector Rammus hablaban de ello, especulando sobre que eran o que entre cada sector que aparecieron bestias diferentes, ellos tenían pequeños bichos que parecían Standust, algunos lo tomaban como simples cuentos, otros empezaban a preocuparse por la noche si aparecerían junto a las bestias que ya luchan.
Aun así, todos pensaban en una única cosa, ¿tiene esto que ver con la criatura extraña que arrojaba baba rojiza? Aunque ahora dicha baba se ha disuelto por el sol como vapor todos prefirieron evitarla, una sustancia así obviamente no era algo bueno.
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Era ya medio día, entre los descansos, la limpieza e incineración de las bestias, la atención de los heridos, y el proceso de fallecidos para su sepultura lejos de las murallas.
Los Standust podrán tener sus batallas contra las bestias como prioridad, pero eso no evita que tengan tiempo para despedir a los caídos en combate.
- ¿Orando por los caídos agente Dring? –
- Los habitantes del cielo no rezamos señor, solo nos despedimos de aquellos que conocemos en batalla -David estaba arrodillado frente al muro que informaba los caídos de la noche anterior, un lugar donde cada persona puede ir a presentar su debida despedida- Conocía a la mayoría de soldados que han muerto, en mi ciudad aprendemos a respetar a aquellos que han compartido apoyo en actividades, ayuda en los trabajos en los sectores, ayuda en combate, en los festivales, tal vez muertos nunca escucharan lo que decimos pero no los olvidamos, así al menos no mueren para nosotros –dijo levantándose.
- Es una característica que siempre me agrado de los flotantes -miraba el mural con los nombres y las fotos- Los Standust de la Nación creen que la muerte solo finaliza la consciencia, pero la energía que usó para vivir, ahora es para otras vidas que empiezan su nuevo ciclo, sepultar sus cuerpos, es para transmitir esa energía al suelo, en un futuro todo su cuerpo servirá para quienes vivan de dicha energía –
- Me han contado las tradiciones de los nacionalistas, aunque no apreciamos el termino flotantes, debemos admitir que identifica con facilidad a nuestra gente -volteo a mirar al teniente- ¿No vino a hablar de tradiciones cierto? –
- No, claro que no, son esas bestias voladoras del sector Skar -tomó asiento cerca mirando el suelo preocupado- Temo por mi hija David, en buena hora ningún novato ha aparecido en la lista de los caídos, lo que menos quiero es exponerla a estos peligros –
- Señor, sabe que la integración para acostumbrarlos a la batalla es obligatoria, en un futuro serán la primera línea de fuego, deben adquirir experiencia -mantenía una posición firme ante el teniente mientras hablaba.
- Eso lo entiendo perfectamente, quiero recomendarte para reasignarte al sector Skar, para que defiendas el sitio de las bestias –
- Señor, sabe que el general no permitirá un cambio así, no sin un motivo creíble, no lo permitirán una segunda vez, sabe perfectamente que sucedió cuando hizo algo parecido –
- Lo sé, entiendo que no lo permitirán, pero conozco a personas que les gustaría transferirse a este sector, solo mandaría un agente en su lugar –
- Me temo que debería negarme, se que le preocupa su hija, pero la base tiene a tenientes capacitados, y capitanes de nuestra vanguardia en el sitio, incluso creo saber que los novatos tienen una buena guardia en el sitio donde se ocultan -David intentaba razonar con el teniente- Señor, no puede hacer que le degraden de nuevo, el caos del caballero negro no fue su culpa, el despliegue de los novatos es una evidencia de su precipitación ante situaciones desesperadas –
- ¡Agente! -dijo en tono de orden- ¡Cuide sus palabras! El despliegue fue una incompetencia que yo mismo me negué –David agacho la mirada.
- No fue su culpa señor -respondió con recelo.
- Siempre será mi culpa al permitir que casi mueran niños, debí acompañarlos y aceptar la degradación en ese instante -suspiró luego de calmarse- Es un maldito milagro que nadie muriera –
- Aun así, fue una negligencia de nuestros generales, no cargue toda la responsabilidad usted, señor -David se retiró, pero aun así dijo una última frase- Confíe más en sus agentes, coronel –
- Ya no soy coronel -respondiéndose a si mismo- no más –
En las afueras había un poco de movimiento, la sombra de una nube cubría gran parte del bosque hasta el pueblo más cercano, así que algunas criaturas decidieron atacar directo al muro en pleno día.
No parecía un trabajo muy serio, a diferencia de la noche, estos solo eran pequeños grupos de tres o cuatro bestias. Fáciles de contener, separar y aniquilar. Un par de agentes en medio del campo, Samantha Morcras y Mike Dogart eran participes de la batalla, a pesar de aun ser clasificados como novatos, estos eventos de pocas criaturas y fácil de contener, permitía la práctica en los agentes y soldados novatos para aprender del enemigo.
Así podrían aprender las distintas formas de como combatirlos, el como conocer sus ataques y poder defenderse de ellos, supervisados por expertos que puedan intervenir en caso de problemas.
- Muy bien, la criatura se dirige hacia ti, ¿cómo respondes a su ofensiva? –la capitana Megara una agente, dirigía su pregunta a la joven Samantha.
La chica usó su Hari espiritual para crear una barrera que permita detener la arremetida de la bestia, aun así, la fuerza de la criatura empujaba tanto la barrera de Hari como a la agente.
- ¡Necesitas concéntrate! -gritaba para que sus palabras la alcancen- Busca un punto de apoyo o la bestia te arrastrara contigo –
La chica entonces apoyo el peso de su cuerpo en su pierna derecha y mandando su pie izquierdo un paso atrás para usarlo de ancla. Pero aun así no evitaba ser arrastrada por la bestia, aunque ahora el arrastre le era más dificultoso a la criatura.
- ¡No solo se trata de tu fuerza física, el Hari espiritual también representa equilibrio mental y corporal! -decía al ver que cada vez estaba más tensa- ¡Encuentra el punto de equilibrio entre tu mente y tu cuerpo! –
La barrera empezó a agrietarse poco a poco, hasta que un empuje con la cabeza de la bestia esta se hizo añicos haciendo caer a la chica sobre su espalda. La bestia se dispuso a arremeter contra ella lanzándose por completo, hasta que un agente con Hari de agilidad golpeo con fuerza a la bestia mandándolo un par de metros lejos de Samantha, el movimiento fue tan precipitado que parecía haber aparecido de junto a la bestia y golpearle al instante.
- ¡Necesitas practicar más tu concentración en la barrera de Hari, recuerda que eres la primera línea de defensa y contención, la fortaleza de tu barrera es vital para que el ataque de la ofensiva pueda acabarlos de un golpe! -Hablaba mientras caminaba hacia Samantha.
- ¿Estás bien? -preguntó el agente ayudando a levantarse a Samantha.
La chica observo que la criatura ya estaba encerrada entre barreras Hari contenida por agentes y soldados.
- Practica lo suficiente y un día llegarás a crear barreras como aquellos agentes -le mencionó luego de ayudarle.
- Si, gracias por la ayuda -respondió.
- Buena deducción el usar tu cuerpo como un ancla, aunque si necesitas trabajar en tu control del Hari -decía en lo que observaban a la bestia encerrada- Cuando tengas un buen control hasta podrás abrir espacios necesarios para facilitar el ataque de los portadores de Hari de fuerza –ella miró como la forma del Hari cambiaba de acuerdo a la necesidad del portador, entre curvarse para unirse a las otras barreras o crear picos para que este deje de empujar las barreras.
- Tienes el potencial niña, pero aun tienes dudas al temer no poder mantener tu barrera -Megara estaba detrás de ambos agentes- Necesitas fortalecer tu mente, tanto la fuerza física como la mental ayudan a manipular mejor la resistencia de las barreras –
- Supongo, que acabó el entrenamiento -decía algo desilusionada.
- Supones mal, lo harás hasta que tu cuerpo se paralice del dolor, así que prepárate ya viene la segunda ronda -sin que reaccione a la afirmación el otro agente ya estaba en posición por si algo no sucedía bien.
De inmediato la capitana Megara dio una señal para liberar a la bestia y sin dudar arremetió contra Samantha, a pesar del poco tiempo, la chica de inmediato creo una barrera y detuvo a la criatura, pero esta vez era arrastrada como un simple carro de carga. El grito de la muchacha hizo que Megara pusiera su mano en su rostro por decepción, seria un largo entrenamiento de novatos.
Por su parte Mike debía entrenar su ataque a las criaturas luego de ser contenidas. Su principal misión es aprender a acabar con la bestia de un solo ataque, el objetivo es evitar que varias bestias que acumulen.
- Recuerda niño, debes concentrar el ataque en un punto de tu brazo, concentrar tu Hari como si fuera energía a presión, tanto que pareciera que en cualquier momento esta explotaría, en el instante que lo sientas, lánzalo con el impulso desde tu cadera, los hombros hasta el puño, tanto la fuerza de arrojar tu puño y la presión de la energía tiene la fuerza necesaria para atravesar la más dura de las rocas -un soldado explicaba al agente Mike el como atacar con su fuerza- Y recuerda, tanto el golpe como la presión, te empujaran, así que no pierdas tu equilibrio y controla tu Hari –
El chico tenia en frente a una criatura tratando de empujar una barrera de Hari, Sheimor un capitán de la agencia era quien detenía a la bestia. Empezó concentrando su energía en el puño como le indicaron, posicionándose para no perder el equilibrio y resistir el empuje, por último, debía reconocer cuando lanzar el golpe, si se demora corre el riesgo de causar la explosión de energía en su puño, aunque el daño no es severo debido a la resistencia de su cuerpo por el propio Hari de fuerza, en una situación de vida o muerte esto significa una muerte asegurada; al contrario si la arroja muy pronto, la presión no será suficiente para acabar con la bestia.
Concentrándose en el punto para soltar el golpe, en el instante que sintió que su puño iba a estallar, lanzó su golpe con toda su fuerza liberando la energía de forma súbita, aunque la presión y el golpe fueron perfectos, su posición no era adecuada, el resultado termina en el muchacho siendo disparado hacia atrás por su propia energía y esto afecta la precisión del golpe, siendo enviado hacia arriba.
- No olvides el balance, recuerda que para poder resistir una carga enorme debes mantener una posición firme -Sheimor le aconsejo, sin inmutarse por las constantes arremetidas de la bestia, de hecho, hasta estaba dándole la espalda.
- Lo haces parecer fácil, pero ni siquiera puedo mantenerla al lanzar el ataque -respondía Mike.
- Mantener una postura y concentración, te permite incluso moverte sin perder apoyo en resistir la carga -dijo mientras camino hacia él sujetando aun a la bestia que no dejaba de empujar.
- Si, lo haces parecer fácil –
Volvió a intentar nuevamente el golpe, resultando en que esta vez era empujado, pero ya no salía volando nuevamente, sin embargo, su puntería aún seguía siendo nula.
- ¿Cómo vas con el novato? -un soldado le preguntó al encargado.
- Pues, me sorprende que sea su equilibrio y postura lo que falle, normalmente todos los novatos explotan -dicho esto cerca un novato soldado estalla al no medir cuanta energía contenía en su puño- Pero el niño, encuentra el punto exacto cuando arrojar su ataque, tiene un buen control en su Hari –
Seguido varios soldados y agentes practicando los ataques fallaban por explotar o sus ataques eran demasiado débiles para golpear a la bestia. Algo que estaba ganando la atención de Sheimor por el chico, debido que el equilibrio es algo más de especialistas en Hari espiritual, una problemática en ellos se debe a que controlar un Hari de ese tipo genera dificultad en el equilibrio cuando empieza a manifestarse, caso contrario en el Hari de fuerza.
La única explicación que se le ocurría a Sheimor, es que tenia en frente a un portador de Hari binario. Un caso extraño de portadores que no ocurre muy seguido, posee mas de una naturaleza Hari, y en muchas ocasiones su resultado es debido a una mutación, normalmente el Hari que dominará o tendrá por naturaleza empieza a manifestarse a los 10 años, y ese tiempo hasta los 15 tendrá para aprender a adaptarse a su Hari, posterior deberá aprender a controlarlo y usarlo en batalla, con el tiempo aprenderá a dominarlo por simple reflejo hasta alcanzar los 23 años, cuando su Hari solo empezará a evolucionar dependiendo de su sincronización con el mismo.
En el caso de un binario Hari, la mutación se manifiesta entre los 10 hasta los 23, cuando de manera incierta, un segundo Hari empieza a manifestarse produciendo dificultad para controlar el ya manifestado, con un debido entrenamiento estricto y riguroso, el manejar de manera correcta dos Haris puede poner un pedestal sobre cualquier otro portador difícil de superar; los portadores de dos Hari se les llama Binario Hari, muy rara vez poseen dos Haris opuestos, es común que sean Haris compatibles.
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Sector Marlino
Aridness llegó al sector donde se encontraba su hijo, al bajar de la avispa se encontró con la teniente Trina Blumer, quien ya fue informada de la llegada de la guerrera al sector.
- Es un placer conocer a una guerrera de Hashiro en mi base, ¿a qué debo la visita? -hablaba de forma cordial.
- Me enteré que en este sitio aterrizo un agente, novato para ser especifico -respondió con la misma formalidad.
- Puedo adivinar que el muchacho portaba un traje diferente al que conozco que llevan los agentes -Ari asintió- y por lo visto su traje es parecido al que el niño porta -Ari asintió nuevamente pero más lento- como a un niño se le permitió portar un uniforme de guerrera, tengo entendido que no existen hombres en la isla –
- Es, un asunto difícil de explicar, pero el chico es un guerrero, reconocido como tal -respondió.
- No ahondaré más en el asunto, pero debo preguntarme, ¿cómo un novato que no participan directo en la batalla salvo en los entrenamientos del día, termina en mi base montando una bestia alada? -la tensión entre la teniente y Ari era sentida por todos los presentes.
No se debía por las preguntas de la teniente a Ari, más bien por la impaciencia de ella por perder el tiempo en el sitio.
- No se preocupe, me encargaré de matar al muchacho yo misma -dijo caminando por su costado sin mirarla- ¡Si me disculpa! –
La teniente Blumer es capaz de causar algo de miedo entre sus filas por su carácter estricto, pero era la primera vez que sus soldados la veían confundida, nadie sin gran autoridad hablaba de igual a igual con ella sin llevarse un sermón de su parte, sin incluir el castigo consecuente.
¿Quién era la mujer que no veía a Trina Blumer como una autoridad? Era el nuevo rumor del día en la base Marlino, después de las sombras claro, ya se había extendido entre sectores.
En el campo de batalla, estaban los novatos incluyendo a Scott quien luchaba contra las bestias como entrenamiento para dominar su Hari de agilidad.
- Recuerda, tu velocidad se debe controlar con el impulso que tomas, si no concentras tu equilibrio y energía en tus pies terminaras descontrolándote, en lugar de ser un proyectil solo terminaras siendo una escoba de polvo –
Posterior a lo dicho por el agente, Scott salió disparado como una bala, golpeando a la bestia con fuerza, no la suficiente para empujarla, pero la necesaria para causarle un aturdimiento.
- No esta mal niño -Felicitaba a Scott, pero observó que el traje marcaba con un color rojizo la zona de sus brazos- ¿A que se debe eso? –
- Ah, esto significa, que la fuerza puede romperme los brazos -al escuchar esto la mayoría se sorprendieron con lo que dijo.
Era extraño, alguien con Hari de agilidad tiene una resistencia similar a un portador de Hari de fuerza, pero no en gran medida, aun así, no entendían como un niño con Hari de agilidad con talento y control en su Hari, puede ser herido por su propia fuerza.
- ¿El traje te protege del daño? -pregunto el soldado.
- Algo así, el traje se ajusta a mi necesidad de lanzar un ataque sin que me dañe físicamente -explicaba mostrando como el tono rojo en sus brazos indicaba una fuerza capaz de dañar sus brazos- El traje es más para que mi control no termine dañando tanto a otros como a mí mismo –
Emily quien observaba cerca del campo, gracias a su buen oído, escuchaba ciertas explicaciones de Scott, y recordó cuando algo parecido le contaron que ocurrió en la lucha contra la mano izquierda.
Todo estaba tranquilo hasta que Ari camino saliendo por la compuerta del muro hacia el campo en dirección de Scott, quien aún no la había visto del todo, ignorante de su presencia se preparaba para otra arremetida, pero el brazo de Ari lo tomo del hombro, le dio una vuelta y le metió una cachetada que sonó por toda la base.
Continuará...