Ághanon, los sueños de Vera (editando)

VIII. Gozik

 Vera permaneció en silencio. Le resultaba difícil aceptar que posiblemente la estuvieron mintiendo todo ese tiempo, ¿su tía sabría todo eso?, ¿sus abuelos?, ¿acaso los padres de Luis tenían razón? Todo era tan confuso.

—Desconfío, solo eso. Pero entiendo, intento, es obvio que me va a costar mucho aceptar, para mí esto solo era un sueño loco al que me acostumbré y ahora resulta que es parte de mi vida, así con toda esa información—explicó con sinceridad y una frágil calma —pero bueno, ¿qué tengo que hacer? o ¿qué puedo hacer?

 Nadín le dedicó una sonrisa compasiva, era una niña fuerte pero lucía tan frágil.

—Tendrás que hablar con tu familia, en cierto momento te lo tendrán que decir—contestó Alred. Ella ladeó su cabeza y cerró sus ojos aceptando con pena.

—Bien dejemos a un lado eso, lo asimilarás no importa el tiempo que eso te lleve. En fin, aquí irás a un templo del saber—dijo Abbot pensando en alivianar el aire, ella los miró interrogante.

— ¿A un qué? —preguntó confundida ¿Qué se suponía que era eso?

—Un colegio—dijo Elm.

<< ¿De verdad tengo que estudiar acá también?>> — ¿escuela acá? ¿Enserio? —respondió con cierto humor, no se lo creía.

—Sí será de tu agrado. Tendrás nuevos amigos—dijo Nadín más emocionada que Vera.

— ¿y cómo se llama la escuela? —preguntó rendida.

—Gozik—dijo Abbot—es muy buena, de las mejores de Gaiela.

— ¿Cómo voy a hacer? si apenas puedo con una.

—Escucha no irás como todos los estudiantes, será con mentores que se harán un espació solo para ti porque aunque tienes once años no lo aparentas y sería muy extraño. Solo serán lecciones de lo que realmente necesites saber, aún no sabemos de qué región es tu padre o a que especie pertenece —continuó Abbot, esperando que entendiera. Pero Vera parecía más confundida. Lo primero entendía ¿pero qué tienen que ver sus padres?

—Lo que él quiere decir es que, como ya sabes, existe la posibilidad de que uno de tus padres sea originario de aquí  y dependiendo de su linaje puede que poseas energía propia, pero eso recién lo sabremos cuando tengas mayoría de edad ¿lo comprendes ahora? —explicó Elm.

 

 Vera dijo que sí, la verdad es que estaba impactada. Su vida dio un giro, además tenía que estudiar por dos, ¿cómo iba a hacerlo? Eso por un lado, lo peor recaía en su familia.

 Pero a pesar de todas las dudas que inundaban su mente consiguió actuar con calma y se dirigió a ellos con entera disposición.

— ¿Dónde está esa escuela prestigiosa? —preguntó más animada, decidida a comenzar cuando fuera.

—Abbot te llevará, él es quien se ocupó de ello—dijo Elm—cuando resuelvan ir de compras, ya lo saben—se dirigió al elfo.

 Abbot se preparó para salir con la niña y Nadín los detuvo, se acercó a Vera y le dio un frasquito con un nuevo legúl, Vera lo observó curiosa, parecía una libélula pero más pequeña y hermosa, con seis alas de colores brillantes, sonrió al ver que estaba viva pero se sintió mal por verla encerrada. Estaba a punto de liberarlo y Nadín se lo impidió explicándole que no debía soltarlo, que lo amarrara a su collar y que no se preocupara por él, no moriría, era necesario que estuviera con ella cuando se fuera.

 

 Salieron todos juntos de la mansión, Nadín se dirigía a Sitra, para comunicar las novedades a Gangra, junto a Zephyr y acompañados por Alred que regresaba a Ubi. Abbot y Vera iban en dirección a su nueva escuela.

 

—Abbot ¿por qué Elm no paga a la gente que trabaja en su casa? —preguntó curiosa, mientras caminaban lentamente. Él se extrañó ante la pregunta pero respondió.

—No a todas, Kugo trabaja en su casa desde hace mucho tiempo y el recibe su paga al igual que otros servidores. Los que no tienen paga son algunos duendes, gnomos o enanos que están cumpliendo condena pequeña.

— ¿Condena de qué?, ¿por qué fueron condenados?, ¿por qué solo ellos? —disparaba preguntas una tras otra.

 Abbot suspiró —En Ághanon muchos fueron corrompidos de alguna manera—explicó —hubieron disturbios durante varias lunas. Los conocerás cuando comiences a estudiar. Y no son ellos los únicos que tienen condena, existen distintos niveles de pena dependiendo de la causa.

— ¿Y cómo saben la causa?, ¿quién pone las condenas? —preguntó interesada por el tema. Mientras avanzaban por el pueblo ella pasaba inadvertida gracias a sus huellas.

—Las normas básicas de las creencias ancestrales y los códigos establecidos por la orden ejecutan como debe ser la vida y las penas. No son las mismas pero hay algunas que se relacionan entre sí, como ser:

No causar caos, castigar justamente, no censurar opiniones opuestas, no derramar sangre inocente, no incitar a la violencia, tratar a los extraños con amabilidad y otros. Más pocos las cumplían o respetaban.

 Lamentablemente vivíamos como en los tiempos de Fietro. Hace tiempo los menesterosos eran cautivos, pero luego de los disturbios ocasionados por estas criaturas…— Pudo ver el interrogante en el rostro de Vera al nombrar a “Fietro” —.Por algo la sabia ha dicho que entraras a un templo del saber, lo necesitas, no puedes entender el presente de una sociedad sin antes conocer su pasado —regañó. Aunque sentía que hablaba con el aire, porque Vera estaba embobada mirando a su izquierda.  



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En el texto hay: sueos extraños, lunas, energa

Editado: 02.11.2024

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