'Te quiero ver feliz por encima de todo, incluso por encima de mí'
W. Moreno.

¡Que hermoso día!
Dije por mis adentros. Estába recostada en mi cama viendo el techo, y... Estába concretamente sola.
Todos, absolutamente todos, habían salido. Yo le prometí a Emily que saldría, que no se preocupara por mí ¿lo hice? Claro que no.
Ya era más del medio día y no tardaría en llegar mi hermana.
Bajé las escaleras una por una dando pequeños brincos mientras tarareaba una canción.
–¡Que aburrido! –Grite en el último escalón.
–¿Quieres salir?
–Hijo de p.... –Di un salto y en seguida me giré poniendo ambas puños en frente de mí por si era que se encontraba detrás mío quién quiera que sea.
Camine en la misma posición hasta llegar al living, y ahí estába alguien sentado, estava de espaldas, hasta que se giró.
–¿O que prefieres hacer? –Y era nadamás y nada menos que Jos.
Un momento.
–¿Cómo entraste y qué se supone que haces aquí? –Baje mis puños mientras me deslizaba para llegar hasta él.
–Tu me pediste que viniera.
–¿Yo hice eso? –Junto sus labios y asintió con la cabeza afirmando lo que yo había preguntado.
Intenté recordar pero no lo logré ¿en serio le había pedido eso? No lo creo, tal vez le hubiera dicho eso a Emma o Harry pero ¿a él? No, en definitiva no.
–Bueno, ya que estoy aquí ¿que quieres hacer? –Se paró y se posicionó en frente de mí. Me tomo de la cintura y me dió un beso en la frente –. Te ves graciosa cuando intentas recordar algo. –Puso dos dedos entre mis dos cejas –. Frunces el ceño y dos pequeñas líneas se forman entre ambas formando una expresión tierna en tu rostro.
–Como sea, veamos una película o yo que se, no quiero salir, me demasiada flojera.
–Okay. Pero antes de éso, un beso.
–¿Cuál quieres ver? –Pregunté haciendo caso omiso a su petición.
No sabía por qué estaba ahí, me imaginé que al.menos quería verme, y si no me veía como algo atractiva o con otro tipo de interés si no como su amiga, lo aceptaba, sólo así podría estar con él.
–Nena, te ves hermosa. –Tomó asiento mientras seguía cada uno de mis movimientos con su mirada.
–Si cree que voy aceptar que te bese, mejor guarda esos halagos para otra persona. –Puse ambas manos en mis caderas y lo mire con una expresión seria –. ¿Ya vas a decidir cuál quieres ver?
–Te quiero ver a ti, nadamás An. –Su voz la hizo mucho más grave de lo normal y siguió con la misma pose.
–Vamos Jos, no estoy para juegos. –Si me movía, me iba a poner nerviosa, debería de permanecer así si no quería que me afectaran sus actos.
–Nena, no sabes cuánto me gustas. –Caminó en mi dirección pero no me moví –. ¿Por que eres tan bonita? –Tomó un mechón de mi cabello y lo coloco detrás de mí oreja.
–Deja de bromear Jos, sólo siéntate en lo que yo pongo la película.
–¿Y si mejor nos divertimos los dos? Estas sola ¿no An? Se guardar muy bien los secretos. –¿Pero que..? Este de seguro se drogo antes de venir.
–Jos, sólo siéntate. –Esta vez, mi sonó más demandante, y conseguí que se sentará.
Puse una película de terror, y no era como si no me gustaba el romance, si no que ahora no estaba de humor para ver demasiado cariño y afectó por parte de los protagonistas.
–¡Ahhh! –Gritó Jos mientras me jalaba del brazo y se cubría con el mismo. –. ¿Viste eso? Fue horrible. Mejor quitalo. –Entrecerró sus ojos y puso cara de niño chiquito, como las que hacían cuando querían que les comprarán algo.
–No seas llorón, no está fea. –Gire los ojos mientras volvía a ponerle play.
–No, mejor... Vemos otra, la que tú quieras pero que no sea de terror.
–No, y no importa cuanto insistas, no-la-cambiare. –Me giré para continuar pero Jos se me lanzó, el control se cayó y la tele subió su máximo volumen –. Jos ¿qué haces?
–Me distraigo. –Pronunció en un tono despreocupado encogiéndose de hombros.
–¿Te podrías quitar?
–No. –Seguido de ésto, intento hacerme cosquillas pero ni siquiera me inmute.
Su algo me gustaba de mi, era que casi nadie lograba hacerme reír, no era como las típicas chicas que les logran hacer cosquillas, no, conmigo nadie podía.
–Sea lo que sea qué quieras intentar, no lo vas a conseguir, así que mejor quítate si no quieres que me enoje.
–No quiero intentar nada, sólo trato de divertirme. –Enredó sus pies con los míos y colocó ambas manos mías por encima de mi cabeza, bloqueando cualquier movimiento mío.
Y claro, como era mucho más fuerte que yo, podía sólo mantener el agarre con una sola mano.
–¿Lista para que me entretengas?
–¿Pero qué coño? –Ni si quiera me dejó reclamar, pero lo que hizo, me sorprendió.
Me hizo cosquillas. Si, leíste bien, a la grandísima An, a la que nadie logra hacer reír, pues ahí, con Jos encima de ella, tirada en el sillón del living, la hicieron reír como nunca.
No logré soltar el agarre, mi vientre dolía demasiado, ya no podía. Hice de todo, me moví como gusano, intenté morder, patear, pero no logré nada.