Ya tengo 4 años, es la edad en donde la gente empieza a desarrollar sus poderes y a hacer visible su mana, estos poderes están divididos en su rareza y es poco probable que alguien tenga más de dos poderes, estos poderes son:
COMÚN
* Aire.
* Agua.
* Tierra.
* Fuego.
RARO
X2
+ Oscuridad
+ Luz
+ Fantasmas( ver y hablar con fantasmas)
El mana, por otra parte es lo fuerte que tú magia es, por ejemplo si yo tengo luz, pero un mana bajo no me va a servir mi poder ya que no es fuerte. El mana se mide en números, tenés desde mana 0 a mana 10.000. los de mana 0 por más que tengan magia está no se va a poder utilizar porque es como si no existiera ese poder.
Ya pasaron 2 meses desde que cumplí los 4 y ya desperté mis poderes y empecé a entrenarlos, la Emma original no entrenó sus poderes y estos desaparecieron con el tiempo, a mi no me va a pasar. Yo tengo los poderes de aire, tierra, telequinesis, hablar con los animales, luz y oscuridad. O sea, soy superpoderosas y muy inteligente, además de bella, soy un pack completo. Lo único malo es que soy súper agrandada y egocéntrica, tengo que cambiarlo.
Hace unas semana fue mi cumpleaños de 5, estuve entrenando mis poderes, pero no es que me olvidé del estudio, sigo igual de estudiosa. Hoy me voy a ver por primera vez a mi prometido, el príncipe heredero Thomas.
-Hola señorita, ya está despierta?- pregunta Lorena.
-Si, puedes pasar, me estoy preparando para la visita del príncipe- Le digo en tono amable.
-Buen día, en qué le ayudo? Ya eligió un buen vestido?- me pregunta.
-No, búscame uno sencillo pero elegante y después, me ayudarías a peinarme? Ya me bañé- le respondo.
-Claro, no hay problema- dice mientras abre el armario- prefiere el rosa o el celeste? Son los dos más bellos- termina de decir.
-Quiero el celeste, me gusta más- le digo y ella me ayuda a ponermelo- De peinado quiero uno sencillo también, es más, mejor me lo dejó totalmente suelto- le digo.
-Como diga señorita Emma- me cepilla el pelo y nos marchamos a desayunar.
Mis padres están en un viaje por su aniversario dado que no pudieron celebrarlo el día que fue este ya que tenían mucho trabajo, por lo que voy a recibir a Thomas yo sola.
La mañana pasó rápido y mientras estaba en la biblioteca entro Lorena y me dijo que el príncipe había llegado, de inmediato cerré el libro y bajé a recibirlo. El bajo del carruaje y y se dirigió al kiosco del patio donde yo lo esperaba con la comida servida.
-Buen día su Alteza Real, príncipe heredero, pequeño sol del imperio Riucku sir Thomas Wilson- lo saludé de la manera más respetuosa posible con una reverencia perfecta, pareció sorprendido por mi elegancia.
-Buen día señorita Emma Willow- saludo con una leve reverencia.
-Tome asiento, por favor- lo hizo, y mientras lo hacía le dije a las sirvientas que se retiraran.
-Cómo estuvo su viaje?- pregunté curiosa.
-Bien, estuvo tranquilo- respondió, después se metió un trozo de carne en la boca.
Él era lindo, tenía el cabello negro cómo la noche y unos ojos rojos cómo los míos, su tono de piel era un poco más oscuro que el mío, pero no tanto, a pesar de tener 5 años cómo yo, el se veía fuerte, bueno, en el futuro es el mejor espadachín de su imperio y es conocido como un tirano.
-En qué piensas?- con esas palabras me sacó de mis pensamientos y respondí sin pensar.
-En qué eres lindo y que debes entrenar mucho- me dí cuenta tarde, sentí como me puse un poco roja y el también- lo siento, hablé sin pensar- dije, yo y mi boca si filtros.
-E–está bien, no importa, vos también sos linda- dijo mientras se ponía más rojo, en ese momento no pude evitar reír.
-Jajaja- y seguía riendo hasta que paré porque el me dijo.
-De que te ríes? Qué es tan gracioso?- yo y mi boca sin filtros volví a pensar.
-Es que estás más rojo que una manzana- dije.
-Bueno, supongo que es cierto. Ya que eres mi prometida y te reiste de mi me puedes llamar por mi apodo Tomi- dijo.
-En ese caso vos me podés llamar Emma, o Emmi, pero nadie me dice asi- le digo.
-Está bien Emmi, te voy a llamar así y solo yo lo voy a hacer así- dijo, vaya, si que es posesivo.
-Está bien- dije.
Cuando terminamos de comer charlamos mucho, resulta que tenemos gustos parecidos, le gusta la espada, leer, la magia y el piano, la cosa superadora es que ama el chocolate, cómo yo. Cuando fue la hora en la que se tenía que ir él me dijo que volvería pronto, que se hiba a quedar en el imperio por unos meses.
Editado: 17.04.2022