Venecia
Ya pasaron 5 años desde que me fui de aquel lugar, desde la última vez que vi a las chicas, desde la última vez que lo vi.
Cuando volví, me entere de que tenía una herencia millonaria, me sorprendió eso, no voy a negarlo, lo pude cobrar luego de algunos meses, en ese tiempo estuve alquilando un pequeño departamento con el dinero que me presto Marcos, era el abogado de mi papá, según me dijo él, eran muy buenos amigos. Cuando cobre la herencia le devolví todo lo que me presto, el se negó pero aun así se lo entregue, él vivía en Seattle, y decidí mudarme allí, me recomendó ese lugar para empezar de cero. Digamos que cuando regrese todos me abordaron con muchas preguntas, y yo no quería responder a ninguna.
Termine mi ultimo año de preparatoria en Seattle y luego me tome un años sabático, necesitaba pensar en lo que haría, cual seria mi siguiente paso.
¡Ah! Casi me olvido, ¿recuerdan a mi madrina? Bueno ella, la que me vendió para pagar sus deudas, se entero que estaba en Seattle y vino hasta mi departamento y me dijo que estaba arrepentida, para luego prácticamente obligarme a que le diera dinero por todos los años que ella estuvo cuidando de mi.
_ ¿También debo pagarte por haberme vendido? ¡O te vas ahora o llamo a la policía!...
No la volví a ver más después de eso, tiempo después me entere que se suicidó, no lo voy a negar me dolió un poco, pero solo porque ella me cuido y no me dejo en un orfanato y bueno... También porque gracias a ella lo conocí...
Después de un par de años me di cuenta de que había cometido un error, me tendría que haber quedado y luchar por él... Por nosotros... Y por...
_ Los espero la próxima clase _ dice el profesor. Todos comenzamos a recoger las cosas y salimos del salón.
_ Nos vemos luego Venecia _ dicen algunos amigos.
_Adiós _ los saludo con una seña de manos. Ellos son los únicos que me sacan de mi casa, y bueno también Marcos, nos volvimos grandes amigos, a pesar de que el me lleva varios años, tiene un hijo de 4 años, un amor.
Subo a mi auto y conduzco hacia casa. Aparco frente a ella y me bajo.
Cuando abro la puerta Federico esta sentado viendo televisión.
_Hola cariño_ dejo mi bolso en la mesita junto a la puerta al igual que las llaves y me saco mi abrigo y lo dejo sobre el sofá.
_Hola_ dice y le doy un beso en la frente.
Me voy a la cocina para preparar la cena, pero me doy cuenta de que no hay casi nada. Me devuelvo donde esta Federico.
_ Cariño voy a tener que salir al super ¿Quieres que te compre algo? _ el niega pero luego dice.
_ Si... chocolates _ me hace cara de perrito. Sonrio.
_ Bien, pero solo uno_ advierto y salgo.
[****]
_ Disfrute su compra _ dice la chica de la caja.
_ Gracias _ digo amable. Salgo del super y me dirijo al estacionamiento. No hay casi nadie, solo un par de autos aparcados, el lugar esta algo oscuro. Las bolsas están algo pesadas, llevo dos en cada mano y en entre el brazo y el antebrazo llevo mi bolso rosa claro, que va a juego con mi abrigo, es de una tela fina y me llega hasta las rodillas, lo llevo desprendido. Abajo llevo una camisa blanca y un pantalón ajustado negro y botas.
Llegó a mi auto, abro la parte trasera para guardar las bolsas y la cierro, cuando estoy por abrir la puerta del copiloto un pañuelo es colocado en mi nariz, trato de forcejear pero me es imposible, en eso de me viene a la mente cuando me secuestraron.
El baño del colegio, las personas saliendo del baño, el pañuelo...
Y con esos recuerdos me quedo inconsciente.
[****]
Comienzo a abrir mis ojos lentamente.
¿En que momento me dormí? ¿Qué hora es?
Estoy en una cama, pero rápidamente me doy cuenta de que no es la mía. Las sábanas son de seda, suaves, muy suaves. El lugar esta a oscuras, me levanto de repente ¡Error! Un mareo se lleva toda mi atención.
Cuando logro recuperarme miro a mi alrededor, a cada costado de la cama hay una mesita de noche, hay varias ventanas, pero sus cortinas están cerradas, hay dos puerta que no se a donde llevan, buscó desesperadamente algo que me ayude a salir de allí. Mi respiración comienza a acelerarse ¿Que pasa? ¡Maldición! ¿Federico estará bien?
En una de las mesitas de noche hay un teléfono móvil, es mi teléfono, lo cojo rápidamente y marco a la policía, pero cuando estoy por presionar el botón de llamar me doy cuenta de algo.
Si me hubiesen querido secuestrar, violar o lo que sea, nunca me hubieran dejado el celular allí. Lo dejo. Esto debe ser una trampa. Comienzo a razonar.
Bien. Primero; me durmieron y me trajeron a... miro a mi alrededor, parece ser un hotel, muy lujoso por cierto, ¡Demasiado! ¡¿Que carajos?!
Respiro profundo. Me acerco a las ventanas pero me freno al ver un papel, al lado de un florero sobre una mesita. Podría ser una nota. Lo tomo y me doy cuenta de que es un folleto.
_Hoteles Clark _ murmuró el título de aquel folleto_ Hoteles Clark_ repito lento. Mi corazón se acelera, mi respiración se torna más rápida _ No, no, no, él no puede... No... Hay muchos Clark en el mundo _ digo en vos alta. Llevo las manos a mi cabeza, despeinadome un poco. Suspiro.
En eso siento que la puerta se abre. No tenía seguro. Me giro y lo veo.
Allí, de pie, con las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir, con una camisa blanca, no ha cambiado, excepto por su creciente barba.
¿Que hace él ahí?
Es solo un sueño, él no...
No se como reaccionar, quizás sea producto de mi imaginación, o... Un juego... Eso, debe ser un juego de mi cabeza.
Por una extraña razón mi cuerpo comienza a temblar, es como si el enviará ondas eléctricas a mi cuerpo.
_ Hola _ dice sonriendo, se nota que esta algo nervioso.
¿Hola? ¡¿En serio?! Después de 5 años solo puede decirme ¡Hola!
_¿Qué haces?_ pregunto. No, no es un sueño, ni un juego, ni producto de mi imaginación, él estaba ahí, y hermoso, como siempre.
_ Okey seré breve_ suspira, se acerca más a mi, yo retrocedo, eso parece afectarle porque no avanza más_ te amo, te amo más que a nada, fui un completo estúpido por dejarte ir, yo... Lo hice porque cuando paso lo del incendio me di cuenta de que te amaba tanto que si te pasaba algo yo... Yo no podría soportarlo y no te quería perder, no a ti... Te pido disculpas..._ mis ojos comienzas a empañarse_ yo, la verdad no sabia que hacer... Y bueno, vine aquí por ti, y entiendo si tu ya tienes a alguien en tu vida, quizás ya has formado una familia y... bueno yo sólo quería que supieras eso_ rasca su nuca. Unas lágrimas se escapan de mis ojos _ que te amo. Y quiero empezar de nuevo contigo, desde cero, si quieres obvio, podríamos empezar como amigos y luego vemos como van las cosas, _me mira fijamente_ sólo quiero tenerte en mi vida, no me importa si somos amigos o lo que sea, solo te quiero a ti.
Me quedo inmóvil tratando de asimilar esto, después de cinco años, él esta frente a mi, diciendo que me ama. Bien, supongo que esta es la parte en donde lo mando a la mierda con todo y su amor. Pero por alguna razón sólo quiero lanzarme a sus brazos y decirle que yo también lo amo...
Porque sí, después de todo aún lo amo ¡Dios lo amo tanto! Y en ese preciso instante me si cuenta de ello. Porque mi corazón no dejaba de latir, mi cuerpo no dejaba de temblar ante sus palabras. Después de todo este tiempo jamás, jamás lo he olvidado, no hubo ni una sola noche que no soñara con él, no hubo una sola mañana que no pensara en él.
Pero antes de decirle que lo amo y todo eso, tengo que decirle lo de Federico.
_ Christian yo..._ el sonido de un celular sonando me interrumpe. Pero rápidamente me doy cuenta de que es el mio.
_ Adelante, atiende_ dice más nervioso que antes. Me giro y camino a la mesita de noche y cojo mi celular. Es el numero de casa. Federico.
Mierda.
_ ¡Hey!_ saludo algo nerviosa_ ¿Que pasa cariño?_ miro a Christian fruncir su ceño.
_ ¿Por qué tardas tanto?_ me pregunta como si fuera mi papá.
Quien iba a pensar que era un niño de cinco años.
_ Voy en unos minutos _ lo tranquilizo.
_ Bien mami, te espero _ y cuelga.
Me giro hacia Christian y tiene sus brazos cruzados sobre su pecho.
Nos miramos por unos segundos, que pareció una eternidad.
Y no lo pienso más.
_ Antes que nada, yo... mmm_ balbuceo _ es que si hay alguien.
En su cara se nota la tristeza y quizás también decepción.
_ Bien, lo entiendo _ se gira para salir pero mis palabras parecen afectarle.
_ Es un pequeño de cinco años, Federico, es... nuestro hijo _ se gira y en sus ojos puedo ver la sorpresa y confusión. Espero no haberme equivocado con esto.
_¿Qué? ¿Cómo? _ su expresión cambia a una enojada_ ¿Por qué...?_ lo interrumpo porque sé lo que va a decir.
_ Y ni se te ocurra enojarte_ advierto_ tú no me dejaste nada para comunicarme contigo, ni si quiera sabía donde estaba ese lugar, no tenía contacto con ninguna de las personas de allí.
Su rostro cambia.
_Lo siento _ baja la mirada.
_ También te amo_ digo acercándome a él _ y me encantaría que volviéramos a empezar_ lo tomo de su barbilla para que me mire a los ojos _ sólo si prometes nunca alejarte de mi_ lo tomo de la nuca _ de nosotros _ digo refiriéndome a Federico. Sus manos van a mi cintura acercándome más a él.
_ Lo prometo _ dice sonriendo y me besa.
Es un beso suave, delicado, pero a la vez pasional. Él comienza a empujarme suavemente hacia la cama sin dejar de besarme, pero antes de que caiga en ella, lo detengo.
Sonrío _ Pensé que íbamos a empezar de nuevo _ mis manos aún siguen en su nuca.
_ Ya empezamos por un hijo ¿No te parece? No sé desde que cero quieres comenzar _ ríe.
_ Pero por más que me gustaría seguir esto, debo volver a casa, él me espera _ tu rostro se torna serio.
_¿Puedo conocerlo?_ hay algo de timidez en su voz.
Rio_ Obvio, él va a estar muy feliz de conocerte.
No sabia como se lo iba a tomar Fede, suponía que iba a estar muy feliz, pero aun tenía algo de duda. Espero que esto no sea muy precipitado.
[****]
Abro la puerta y entro con Christian siguiendome. Dejo las bolsas al lado de la mesita que esta junto a la puerta. Christian deja las demás. Luego de que salimos del hotel, que por cierto es de Christian, sí, también me sorprendió. Resulta que tiene una cadena de hoteles,"Hoteles Clark"; buscamos mi auto y cada uno se vino en el suyo.
Christian me hablo sobre que Valentina, Edward, Abby y Ethan vinieron con él.
Abby y Ethan tuvieron una hermosa hija, Lesli, es una pequeña de 2 años, rubia y de ojos claros, según Abby, ella es igual a su abuela.
Valentina y Edward, se casaron, y que Junior ya tiene 5 años, es un par de meses más grande que Federico.
Lucas, Mark, Maite y Alice decidieron hacer su vida lejos de aquí, algunos están en Europa, y otros en Brasil, eso fue lo ultimo que supieron de ellos.
_ ¡Ya llegue!_ miro a los alrededores y no veo a mi hijo por ningún lado _ ¿Federico?
_¡Aquí estoy mamá!_ grita desde su habitacion, suspiro aliviada.
_ ¡Ven un minuto! _ suspiro, me giro hacia Christian, esta algo tenso y por lo que puedo ver nervioso.
_ ¿No crees que deberíamos esperar un poco? _ dice, se que tiene miedo y quizás todo esto es muy pronto. Creo que me equivoque.
Bueno eso es lo que yo pensaba, hasta que escuchamos la voz de mi hijo.
_¡Papá! _ grita con una sonrisa de oreja a oreja. Mi corazón late a una velocidad impresionante.
_¿Qué...?_ Christian esta igual de sorprendido que yo. Y aún más cuando nuestro hijo corre hacia sus brazos.
Él obviamente lo recibe con los brazos abiertos. Mis ojos se llenas de lágrimas.
Después de unos segundos en los que Federico abrazo con todas sus fuerzas a su padre, decido habla:
_ Fede, cariño ¿Cómo sabes que él es tu padre?_ el saca su pequeña cabeza del cuello de Christian y me mira, al igual que su padre.
_ La foto que tienes en un libro, es de él, muchas veces te vi mirarla _ inevitablemente me sonrojo. Christian me mira mira fijamente, pero no hay burla, si no hay cariño, amor, mucho amor_ y como soy tan parecido a él, me di cuenta de que él es mi papá _ deja de mirarme a mi y lo mira al nombrado _ ¿Dónde estabas? _ pregunta con inocencia.
Se nota que él no sabe que responder. No tengo idea de como se lo está tomando a todo esto, puedo ver en sus ojos una gran mezcla de emociones.
_ Eso te lo contaré luego _ dice y luego me mira a mi_ pero no volveré a irme_ sonrió, él también lo hace y miramos a nuestro pequeño y él también lo hace.
_¿Lo prometes?_ en sus ojos puedo ver la felicidad, pero a las vez algo de miedo, supongo que es por la respuesta.
_Lo prometo _ dice Christian con tanta seguridad que hace que mi corazón se oprima. Federico lo vuelve a abrazar, yo me acerco y hago lo mismo.
_Te amo_ susurra en mi oído.
_También te amo_ susurro yo en el suyo.
[****]
Después de que cenamos los tres juntos, y que Christian le dijera donde estuvo, obviamente lo disfrazó un poco, pero le dijo la verdad; Federico se fue a dormir acompañado de su padre mientras yo terminaba de lavar los platos.
Cuando terminó de secar el ultimo lo subo a la alacena junto con los otros, me giro para ir a ver si Christian logró hacer dormir a Fede pero un cuerpo se interpone en mi camino.
Levantó mi mirada y me encuentro con esos ojos verdes que me vuelven loca.
Sus manos van a mi cintura y en un rápido movimiento me sube a la mesada.
_ Te amo _ dice y me besa, primero es un beso suave, pero como siempre pasa, el beso se vuelve más intenso cuando nuestras lenguas rozan.
Lleva sus manos a mi trasero acercándome más a él y así poder sentir su erección. Gimo sobre sus labios.
_ Maldición _ dice a lo que yo río, muerde mi labio inferior y luego dice _ ¿Tu habitación?
_ Arriba... en la última puerta _ respondo con algo de dificultad ya que mi respiración es agitada.
Él hace que enrede mis piernas en su cintura y nos sube arriba, sí, debió ser muy difícil subir para él, pero bueno.
Una vez que llegamos a mi habitación, me pega a la puerta y comienza a besar mi cuello, da algunos mordiscos que hace que gima.
Comienzo a frotarme contra él, lo que hace que su erección crezca.
_ No hagas eso_ susurra sobre mis pechos.
_ ¿Qué? ¿Esto?_ y vuelvo a hacerlo pero mas rápido, él gruñe y me separa de la puerta para tirarme a la cama, con algo de fuerza pero sin lastimarme.
Él se sube sobre mi y dice:
_ Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo, te amo, y te agradezco por amarme también _ lo tomo de la nuca y lo otraigo a mi para besarlo.
Me separo y digo: _ Gracias por volver.
Me sonríe y vuelve a besarme.
Esa noche nos amamos de todas las maneras posibles, en un momento de la noche recuerdo que me dijo:
_ No quiero perderte, eres lo único que me sostiene, gracias a ti me di cuenta de que es lo que quiero ¿Quieres casarte conmigo?
_Pensé que...
_ Si, lo sé, ir despacio, empezar de nuevo, pero te amo tanto Venecia que no quiero estar lejos de ti, quiero despertar contigo, quiero dormirme contigo, quiero hacerte el amor a toda hora, en la mañana, en la tarde, en la noche, y aunque lo hagamos todo el tiempo, sé que siempre vamos a querer más, y yo quiero más, quiero mucho más...
_ Te amo Christian Clark y sí, acepto casarme contigo.
_ Te amo Venecia Steel.
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En un rato subo el epílogo. Posiblemente suba un extra de Federico y Lesli.
Editado: 05.07.2020