Ahora tengo una familia lobuna, ¿qué será lo siguiente?

He contactado con una galaxia lejana

Capítulo 02: He contactado con una galaxia lejana en la que la vida parece no existir aquí

Siento que mi vida no ha avanzado como quisiera.

Pensaba que al cumplir dieciocho tendría todo logrado, que me mudaría y sería una gente exitosa a los ojos de una chiquilla de catorce años.

Cuánto me equivoqué.

Escogí una carrera que no me interesaba mucho, porque entre el repertorio no vi mejores opciones para alguien como yo. ¿Lo peor? En tanto tiempo casi no he avanzado nada, incluso he notado la decepción en las personas cuando me preguntan cómo voy, ¿de qué manera les digo que estoy en mi lugar por hacer trampa en las tareas y exámenes?

Para nadie es un secreto que las universidades no evalúan tu aptitud como futuro profesional, sino tu agilidad para hacer las cosas. He visto cómo estudiantes más aplicados que yo, han quedado atrás por hasta un punto que les falte.

En este mundo, si no eres ágil, no eres nadie. Hasta para hacer trampa hay que tener ingenio.

Por alguna razón se llama «carrera», unos se atrasan, otros se adelantan y la gente como yo, rebasa.

—¿Hasta cuándo tendrás que ir para allá?— me pregunta Imri, mientras que estoy dentro del closet. Hoy asistiré a la universidad, ya muy pronto es la semana de exámenes finales.

—Hasta que me muera si las cosas continúan así— no estoy mintiendo, en serio me siento de ese modo —¿Te digo algo porque sé que no me vas a juzgar?

—¿Qué sucede?

—Estoy harta de mi carrera— echo un largo suspiro poniéndome la blusa —Para decir verdad, la estoy cursando porque mis amigas estudian y no quería verme como la fracasada de las tres— hoy usaré falda —Creo que la universidad no es para mí. ¿Sabes? Mis notas no son tan bajas, pero de todos modos… es frustrante que hagas algo que no te llame la atención por aprobación.

—Te entiendo— es probable, aunque de una manera diferente —Te recomiendo que dejes lo que no te gusta y vayas detrás de algo que se adecue más a ti.

—No es tan fácil— no encuentro mi hermosa falda blanca de volantes, es la única que tengo para combinar mi Flow aesthetic —Tengo dos años de mi vida en esto, tirarlos a la borda no es una opción.

—¿Por qué no?

—Tanto dinero, tanto tiempo…— incluso sacrificio y mini infartos —No, no es una opción. Lo mejor es que siga con esto.

—Hasta que mueras— se oye más feo si lo dice él —Solo hazme caso. Si tanto te fastidia algo, déjalo. No importa todo el esfuerzo que le hayas puesto cuando, al final, no lo recuerdas con satisfacción.

El punto es, ¿qué opinaría papá si después de tanto, voy a él y le digo que dimitiré de mis estudios?

Estoy segura de que no soy la hija que quiso tener, para mamá era claro que era una decepción. Sí voy… ¿Cuál sería su respuesta?

Le tengo más miedo a su reacción que a mi futuro, es evidente.

—Veré que hago— por fin salgo del armario —Oye, si les da hambre no dudes en pedir comida. Dile a Fei que la reciba, no quiero que te lastimes— aunque si tanto le gusta la comida del huma-lobo, él podría cocinar —Prométeme que no harás nada riesgoso.

—No es como si tuviera mucho que hacer— sonríe.

—Mi bebé todavía sigue dormido— me acerco a él y le doy un pequeño beso en la frente —Me he acostumbrado tanto a que estemos juntos, que es duro irme. Llamaré cuando esté allá para cerciorarme de que todo esté bien.

—No dudes en hacerlo.

—Te quiero— le doy un beso en la mejilla —E Im.

—¿Sí?

—No porque seamos novios significa que dejaré mis costumbres— río dando una vuelta —¡Es momento del modelaje!

—Oh, mi parte favorita— aplaude un par de veces. Me encanta como siempre me lleva la corriente.

Así que, iniciando con mi peinado: busqué estilos nuevos por Internet, me hice un tejido en la parte delantera de mi cabeza culminando en una cola alta. Me encanta cómo se ve, aunque me encanta todo.

—¿Qué tal mi outfit?— pregunto imitando cada una de las poses de Avon.

Me puse una blusa rosada sin mangas, arriba de esta, me cubrí con uno de esos abrigos blancos y de lana; junto a mi falda blanca y mis tenis blancos, tengo una combinación potente. Dios mío, el mundo no soportará mi belleza.

—Te ves bien— sonríe viéndome de abajo hacia arriba.

—¿Solo eso?— refunfuño cruzando los brazos.

—¡Dios mío! ¡Mis ojos!— se los tapa a gritos —¡Los rayos que salen de ti, me dejaron ciego!

—Ah, tampoco exageres— a risas me acerco a él y le doy un gran abrazo —Mentira, así estás bien— susurro dándole uno, dos, ¡tres besos! —¡Ay!, siempre me dan ganas de quedarme, pero no puedo.

—Nos vemos luego.

Tomé la mochila del closet y ya cuando estaba a punto de irme, me detuvo la somnolienta voz de Ra:

—¿Mami?

—¡Ow, bebé!— giro y con un abrazo lo tomo de la cama y coloco en mi cintura —Despertó el lobito lindo de mami— es imposible no llenarle las mejillas de besos.

—¿Onde va?— cuestiona agarrando el extremo de mi abrigo.

—Me iré por unas horas, no tardaré mucho.

—Umm— ¿y esa cara? ¿Por qué me mira con el rostro arrugado? —Llévame— pide abrazándome, está más pegado a mí de lo normal —¡Mami, llévame!

—No puedo. Prometo que cuando vuelva, ¡te traeré muchos dulces!

—¡No!— aprieta el agarre con insistencia. Sin que él lo viera, le hago algunas señas a su papá —¡Yo ir contigo!

—Amor, no puedo.

—¡Ump!— niega con la cabeza haciéndome lo que se podría describir: una llave cariñosal —¡No vaya!

—Ra, suelta a Lúa. Tiene que irse— le ordena Imri, pero como siempre, decide ignorarlo —¡Oye!— le llama un poco más alto —Ven aquí.

—¡Mami!— dice al borde de lágrimas.

Ay, por Dios. Llegó el día que toda madre espera con temor: hacerse de un corazón de piedra y dejar a su hijo llorando. Este momento marcará un antes y después en nuestra relación, ¿estaré lista? ¿Ha llegado la hora de mi prueba final como pre-mami?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.