CAPÍTULO 16

AKRAM

Salí lo más pronto posible para no decir algo de lo que pudiera arrepentirme luego, estaba colérico, ella había insinuado que en mis acciones había dobles intenciones, mientras que yo solo había querido darle un detalle que le hiciese olvidar, aunque solo fuese un instante todo lo que había perdido.

Me parecía una criatura increíble, de belleza extraordinaria, sin embargo, yo no era quién para forzarla a nada, lo que había ocurrido antes había sido un simple impulso, me dejé llevar por nuestra cercanía, eso era todo.

-Mi señor, que bueno que lo encuentro. -Un agitado Rashid me llamaba desde una distancia medianamente alejada -El Rey manda a llamarlo.

Lo primero que pasó por mi mente fue la advertencia de tener que encontrar una pareja pronto, caso contrario debería desposar a la hija del Jeque Zoram, tal vez sólo deseaba recordármelo.

-Dile que voy más tarde.

-Señor, es urgente, su padre lo convoca de emergencia.

Rara vez mi padre me mandaba a llamar, generalmente evitaba verme o cruzarse conmigo, las únicas veces que me dirigía la palabra o que me mandaba a buscar era para discutir alguna estrategia de ataque, o alguna nueva misión de exploración, así que algo debía de estar pasando para que sea tan insistente.

-Está bien, voy para allá.

Al llegar al palacio vi cómo mi hermano mayor ingresaba con una expresión preocupada, hecho que me alertó de posibles peligros avecinándose.

-Hace su ingreso el Príncipe Khaleb, Primer heredero al Reino de Baréin. -Anunció el custodio de la entrada.

Apresuré mi paso, tenía que ponerme al tanto lo antes posible.

-Hace su ingreso el Príncipe Akram, General del ejército del Reino de Baréin.

-¡Hasta que apareces! -El tono irritado y exigente de mi padre me daba una cálida bienvenida. – Retírense todos, déjennos solos

-No me ocultaba, padre. -Estaba conteniéndome, lo que menos me apetecía era comenzar una discusión. -¿Qué ocurre?

Una vez que todo sirviente y guardia abandonó el gran salón respondió.

-El ejército de los mercenarios se dirige a nuestras tierras, llegará en tres o cuatro días.

En todo el desierto había mercenarios regados, pero había un grupo que era particularmente numeroso, estaban comandados por el segundo hijo del Jeque Yusuf, un hombre deshonesto, que reunió a un grupo de mercenarios para conquistar sus tierras,

No comprendía el por qué se dirigían a nuestro reino, puesto que solían atacar pueblos cercanos a sus tierras, no reinos enteros.

-¿Qué buscan?

-A la segunda esposa de su hijo Malek. -Respondió mi hermano.

Había escuchado ese nombre antes, corría el rumor de que se trataba del más feroz de los mercenarios, su capeón en las batallas, que era capaz de las peores barbaridades que un ser humano pudiese cometer.

-¿Y se supone que la tenemos nosotros? -Pregunté

-Nosotros no, pero podría encontrarse en algún lugar de nuestro reino. -Dijo mi padre.

Antes de que pudiese volver a preguntar, mi hermano complementó.

-Llegó un mensajero del Jeque Yusuf esta mañana, nos adelantó que sus intenciones no son las de atacar, pero advirtió que matarán a todo aquel que se interponga al rescate de la mujer que buscan.

-Parece estar claro que no vienen a atacar nuestro reino, no comprendo cuál es el peligro entonces, que busquen a la mujer y que maten al secuestrador de la esposa si quieren.

-El peligro es que utilicen esa excusa para atacar esta ciudad, nuestro reino es basto y nuestro ejército supera por mucho al suyo, ganamos cualquier contienda a campo abierto, pero un ataque interno es diferente, podrían cometer muchas atrocidades durante su estadía.

Comenzaba a entender a qué se referían, no podíamos prohibirles ingresar a la ciudad puesto que las leyes de Alá señalaban que tenía el derecho de buscar y recuperar a su esposa.

Por lo que podían entrar a la ciudad con ese fin, una vez dentro no solo serían capaces de atacarnos y matar a nuestros hombres, sino que además existía peligro de saqueos y violaciones.

-Si permitimos que ingresen, nuestra población cuestionará la seguridad que les ofrecemos, y no estarán felices con esta noticia -Concluí.

De manera fugaz pasó por mi cabeza la imagen de Adhara, hasta ese momento no había pensado en ella puesto que buscaban a una esposa, y por lo que sabía Adhara no se había llegado a casar, había rechazado esa unión y como consecuencia mataron a su padre y a su gente.

-¿Cómo es que se llevaron a la mujer que buscan? -Esperaba que mis sospechas no fuesen certeras y que no hubiese conexión alguna con Adhara.

En esta ocasión fue mi padre quien respondió.

-La esposa del hijo menor del jeque escapó debido al miedo de que su familia le repudiase por haberse casado sin su permiso y contra la voluntad de su padre, sin embargo, parece ser que ya arreglaron el asunto con su familia y ahora están de acuerdo con la unión.