Alexis despertó tan cansada que le duele todo el cuerpo. Apenas puede mover sus manos. Miró al cielo intentando recordar que fue lo que hizo y donde esta... todo es una mezcla de recuerdos extraños y por ello aun no logra reaccionar ya que lánguidamente contempla a su alrededor. Solo un poco de luminosidad penetra a través de las gruesas cortinas, aún está madrugando porque los rayos solares aun no entran en el lugar.
"¿Esta no es mi habitación?"
Pestañeó confundida y arrugó el ceño volviendo a mirar cada rincón de ese lugar. Nada se le hace familiar, ni los muebles, ni el color de las paredes y menos el diseño de las sábanas. Su corazón saltó de un salto haciéndola reaccionar.
Y fue como si de golpe todos sus recuerdos le golpearan en la cabeza.
Se sentó asustada en la cama dándose cuenta de que no lleva ropa encima y viendo a Adrián dormir a su lado, de inmediato se cubrió con las mantas, tragó saliva con amargura sin creer que ese sueño erótico no fue producto de su imaginación, todo eso sucedió.
"¿Qué hice?"
Se llevó las manos a la cabeza, desconcertada. Pero luego su mirada se detuvo en el hombre que duerme pacíficamente. No pudo evitar entrecerrar los ojos con cierta ternura, y sonrió con suavidad extendiendo su mano con intenciones de acariciarle el rostro.
—¿Qué haces? —le preguntó el demonio apareciendo a su lado.
Y al escucharlo detuvo su mano volviéndose espantada. Apenada solo se mordió los labios y alzó su dedo contra el íncubo que la contempló divertido.
—¡Mira lo que has hecho! —lo acusó sin alzar la voz para no despertar a Adrián.
Aquel levantó sus cejas antes de sonreír con ironía.
—Ah no —el demonio alzó ambas manos—. A mí no me culpes, porque quien se enredó en la entrepierna de ese hombre apuesto no fui yo.
Quiso agarrarlo del cuello, porque la idea de que ella viniera al departamento de Adrián y estuviera en este lugar era de él. Si nunca hubiera estado aquí nada de esto hubiera pasado. Y ahora ¿Qué hará? ¿Su rencor crecerá acusándola de robarle su virginidad? ¡¿Cómo va a zafar de esta situación?!
—¡Ánimo! Tal vez esto cambie la relación que actualmente tienen ambos —agregó el demonio aplaudiendo como si todo se hubiera resuelto.
Alexis chasqueó la lengua con fastidio.
"Si eso fuera así yo no seguiría viva."
Suspiró. Si Adrián tuvo relaciones con ella porque realmente la quisiera significaría que no la asesinaría a futuro y su camino de crímenes nunca se iniciaría, o sea si eso fuera así ella debería estar ya muerta. El que siga viva significa que él aún va a matarla más adelante.
—Hablaremos de eso después, tenemos que salir —Alexis susurró.
Pero apenas hizo el ademán de levantarse Adrián dormido la agarró de la cintura aferrándola a su lado. Sentir el calor de ese cuerpo aprisionándola, y más cuando él también está desnudo bajó las sábanas la atolondró.
—¿A dónde piensas ir? Te olvidas de que ahora eres mía —reclamó Adrián sin abrir los ojos.
Alexis se da cuenta que huir no será tan fácil, y aunque este crio este dormido, tiene demasiada fuerza y la sostiene como si estuviera despierto.
Otro punto...
"¿Suya? Y aun así quieres matarme... ¿Quién te entiende, mocoso idiota?"
—¿Por qué no te calmas y disfrutas? Podríamos tener otro encuentro erótico —señaló el demonio sonriendo.
—Maldito voyerista ¿Por qué no te devuelves al infierno y te quemas el culo? —exclamó Alexis apretando los dientes perdiendo la paciencia, por un lado, intenta soltarse de Adrián, que mientras más lo intenta más la abraza y por otro lado debe tolerar las tonteras de ese demonio pervertido.
El incubo se inclinó tocándole la punta de la nariz con seriedad.
—Si fueras más educada y delicada serías la perfecta protagonista de una novela, tienes un bonito rostro, pero eres una mocosa grosera, mal hablada, y amargada. Así que te las arreglas sola, yo tengo trabajo que hacer —y dicho esto desapareció.
Alexis pestañeó confundida.
"¿Cómo que amargada?"
Luego percibió algo que la hizo sentir un escalofrió que recorrió toda su espalda. Se giró hacia Adrián que parece dormir profundamente ¡No puede ser! Y no pudo evitar entrar en pánico.
"¡Su entrepierna está cobrando vida otra vez!"
Alexis al fin pudo llegar a su departamento, nunca pensó que ir a su hogar fuese una odisea tal como si hubiera escapado en medio del desierto siendo perseguida por una criatura gigante que no dejaba de querer atraparla. Cerró la puerta y se dejó caer sentándose en el suelo. No fue fácil huir del dormido Adrián, fue como si un pulpo se aferrara a sus brazos y piernas sin querer soltarla.
Y para peor le duele tanto la espalda que estar de pie es un suplicio. ¿En serio Adrián era virgen?
Suspiró. No debería pensar en eso. Su estomagó gruñó en ese momento, y a la fuerza se colocó de pie apoyándose en la pared hacia la cocina. Por lo menos ya está en su departamento, no tendrá que verle la cara cuando despierte y sé de cuenta de lo que hicieron. Hizo una mueca de solo imaginarlo.
"Afortunadamente tiene el sueño bastante pesado y ni siquiera sintió cuando choqué con la cómoda"
O eso pensaba ella. Porque la verdad es que Adrián estuvo despierto desde el momento que Alexis quiso huir de la cama y la atrapó entre sus brazos. Fue divertido verla querer escapar en silencio mientras él la agarraba de una pierna, del brazo o lo que pudiera. Apenas la escuchó salir se largó a reír, aunque le hubiese gustado que por lo menos se quedara a desayunar. Sonrió con suavidad.
Pero hay algo que Adrián no entiende, las palabras extrañas que Alexis dijo "Maldito voyerista ¿Por qué no te devuelves al infierno y te quemas el culo? "
¿A quién le hablaba? ¿Una alucinación? ¿Será que al tener su aura fragmentada está provocando alucinaciones? Arrugó el ceño preocupado.
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Editado: 28.06.2024