Alexis suspiró molesta. No solo todos en el departamento de policías vieron como Adrián la cargaba como si estuvieran recién casados, sino además esto acrecentó los rumores de una relación oculta entre el capitán de la policía especial y el Caudillo segundo.
Sumando además que la llevó a un médico ginecólogo casi causando un escándalo en el hospital militar. Ya que en apariencia Alexis finge ser un hombre y no es normal que busqué a un médico de esa especialidad. Tuvo que hablar y fingir que Adrián estaba confundido y luego pedir ayuda al doctor Fernández.
El doctor al escuchar la causa de que ambos estén ahí no pudo evitar su sorpresa. Se quedó anonadado unos momentos e incluso su mirada severa se posó en el rostro culpable de Alexis, quien de inmediato rehuyó de ella desviando su atención. Sí, claro que entiende que se ha metido en un enorme problema, su identidad se revelará frente a todos a medida que esa panza comience a crecer. Pero el tema principal es que si lograra sobrevivir lo suficiente para que ese bebé pueda nacer. Quisiera agarrarse de cabezazos en la cabeza por no haber sido cuidadosa.
Aunque también la culpa es de Adrián ¿Cómo ni siquiera le preguntó si tomaba pastillas o algo y lo metió así sin protección ni nada?
—¿Están seguro que sea eso? —preguntó Alexis cruzando los brazos—. Un par de meses no debería ser suficiente para mostrar síntomas. Tal vez la causa sea una infección, indigestión, rotavirus, adenovirus o cualquier cosas de esas que terminan con la palabra virus ¿Además se imaginan a mi con un vientre enorme y dando a luz? ¡¿Quien ha visto a un hombre pariendo?
—No es lo usual pero contigo puedo esperar las cosas más inverosímiles —señaló el docto aun molesto.
Adrián le tiró de su larga cola en el cabello ante la sorpresa del doctor.
—¿Cómo que hombre? ¡Déjate de tonterias!
Alexis le respondió con un codazo en el estomago.
—¡Oye idiota ¿Cómo tratas así a una mujer embarazada?
El médico los calló a ambos.
—Haremos primero un examen de sangre, y en cuanto tenga la respuesta te llamo, pero debes tener cuidado, tu cuerpo sigue estando débil y un embarazo es algo muy pesado para ti ¿Le has contado a tu padre? —le preguntó el médico con severidad.
—No... —musitó bajando la cabeza culpable—, quiero esperar los resultados.
Alexis no quiere ni imaginar la reacción de su padre, conociéndolo sería capaz de hacer una fiesta por su primer nieto y todos se enterarían de la verdad, que su hija gusta de vestirse como un hombre, pero en la intimidad le gustan los hombres. Le gusta Adrián...
¡Maldita sea! Quiso gritar pero se contuvo, aun no puede creer en el lio que se ha metido pero tiene fe que los resultados sean negativos.
—Procura mientras alimentarte adecuadamente, se acabaron las energéticas, el exceso de dulces, el poco consumo de frutas y verduras —agregó el doctor—. Además, debes empezar a consumir ácido fólico.
—No se preocupe, yo me encargaré de todo eso —habló Adrián, quien hasta ahora ha guardado silencio, con seriedad escuchando las órdenes del médico.
—Sería bueno conocer al padre para saber si habrá problemas de salud a futuro para la criatura —dijo el doctor anotando los datos.
—Soy el...
No pudo terminar porque Alexis le cerró la boca con sus manos, para luego reírse con torpeza ante la expresión desconfiada del médico.
"¡No solo te basta con que uno de los amigos de mi padre sepa de mi embarazo sino además quieres decirle en su cara que eres el padre del bebé!"
Hubo luego silencio antes de que el doctor cruzara sus brazos. Adrián arrugó el ceño sin saber las intenciones de ocultar que él es el padre ¿Será por no pertenecer a una familia noble como la de ella? Arrugó el ceño.
—Si comprobamos que es embarazo voy a tener que darte una licencia apenas tu panza empiece a crecer y no puedas ocultarla, y luego conseguir un obstetra que se encargue del parto, en otro país, preferible...
A Alexis le llega dolor la cabeza pensar en todo lo que se viene, más cuando ello significa que deberá dejar la investigación de la muerte de su madre de lado. Ahora solo queda pensar en si esto va a mejorar o complicar las cosas con Adrián. Quien luce serio y atento a las palabras del doctor.
Cuando al fin llegó a su departamento pudo sentirse aliviada, y se acostó sobre su cama con ganas de solo dormir. Miró de reojo a Adrián que parece no tener planes para irse. Masculló molesta sentándose en la cama para darse cuenta de que aquel revisaba su refrigerador tirando sus cosas ¿A la basura?
Alexis dibujó una mueca incrédula en su rostro mientras se colocaba de pie molesta.
—¿Qué crees que haces? —preguntó de inmediato.
—¿Cómo puedes comer estas porquerías? —respondió sin mirarla leyendo el envase de la comida congelada que guardaba Alexis en la heladera.
—Son mis porquerías, eso no te incumbe —reclamó cruzando los brazos y suspirando impaciente—. Vuelve a la oficina, estaré bien, solo necesito dormir...
Pero antes de que volviera a la cama se vio rodeada repentinamente por los fuertes brazos de Adrián, se detuvo sintiendo como el calor del cuerpo de aquel hombre la ha cohibido a tal nivel que su corazón ha comenzado a latir desesperado ¿Por qué se siente así?
—Mi joven señor ¿Aun sigues considerándome inferior para estar a tu lado? Que gracioso que entre todos los tipos de familias de renombre con que te rodeas él único que te embarazó es el pobre huérfano de una familia destruida —señaló con un claro dejo de molestia en sus ojos.
—Eres el único con quien me he acostado —respondió con sinceridad y luego desvió la mirada dolida de que aun en esta vida no deja de pensar lo mismo de ella—, y nunca te he considerado inferior en toda esta vida.
Adrián se rio alejándose de su lado. Alexis se colocó de pie siguiéndolo.
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Editado: 28.06.2024