El sonido de los monitores del hospital, el oxígeno burbujeando, el olor a medicina y sábanas de hospital fue lo primero que percibieron sus sentidos cuando recuperó la consciencia ella abrió los ojos y lo primero que vio fue a una enfermera que estaba dando su ronda.
-agua- fue lo primero que dijo después de sentir sus labios y garganta resecos, la enfermera se apresuró a darle un vaso de agua y ayudarla a sentarse e inmediatamente fue por un médico.
Natsuki, reviso su teléfono, había pasado ya una semana desde el último día que recordarba, tenía muchos correos sin leer, todos del trabajo, ni un solo mensaje de texto, ni una llamada, no había nadie que tan siquiera supiera que estaba allí.
Un Medico de turno la revisaba mientras el medico especialista salía de cirugía y le contaría a detalle su diagnóstico, mientras tanto, ella recordaba en cómo había llegado hasta el hospital.
Después de mucho insistir su jefe la obligó a tomar almenos una semana de vacaciones, ya que desde hace 5 años no se tomaba ni un solo día, siempre asistía puntual a trabajar aunque tuviera fiebre, nunca falto ni un solo día, trabajaba en todas las fechas en las que sus demás compañeros se tomaban descansos, navidad, año nuevo, cumpleaños, ella siempre estuvo en su oficina, estaba casada con su trabajo y por esto era la jefe de marketing en una gran empresa de publicidad, todos la conocían por su trabajo impecable y su alto nivel de perfeccionismo, todos le tenían entre respeto y miedo querían aprender de ella pero no se atrevían a acercarse más de lo estricto, el día que tomó sus vacaciones salió a beber algo sola como era costumbre, estaba sentada en un pequeño puesto callejero frente al río que atravesaba la ciudad, veía personas pasar en familia, escribiendo textos con una cara sonriente, niños saltando felices al lado de sus padres, enamorados... no sabia si esto lo aborrecía o le daba envidia pero empezó a sentir un fuerte ardor en su estómago, miró la bebida y reviso el grado de alcohol, no parecía tan fuerte cómo para darle tal sensación "¿acaso estaba adulterado?" pensó mientras revisaba por la botella alguna señal de manipulación, el ardor se intensificó y ahora le dolia tanto que no podía hablar, soltó la botella y sintió el sabor de sangre subiendo por su garganta, tocio y al ver su mano estaba empapada de sangre, nuevamente tocio y ahora un gran chorro de ella salía por su boca, lo último que recuerda es caer al piso mientras las demás personas sentadas allí corrían a auxiliarla y poco a poco su vista se nubló hasta ponerse negra, después despertó en el hospital y ahora estaba sentada allí esperando que le dijeran que había pasado.
Natsuki se levantó y se cambió la bata de hospital por la ropa que llevaba puesta ese día, aún olía a alcohol y tenía un poco de salpicadura de su sangre. mientras se ponía la chaqueta el medico encargado de ella entró.
-señorita Natsuki no debería estar levantada, porque se ha quitado los medicamentos, venga le ayudo a acostarse de nuevo.
-me siento bien y mañana se acaban mis vacaciones, así que debería estar disfrutando de mi último día libre en vez de estar tirada en una cama de hospital ¿no cree?.
-señorita es mi deber informar acerca de su estado, después de ello usted decidirá pero lo mejor es que se quede hospitalizada y reciba tratamiento.
-nahh me siento muy bien y ya dormí suficiente, el mundo no para porque me intoxique con alcohol adulterado, envíeme algunas pastillas, le prometo que las tomaré adecuadamente- se termino de poner el abrigo y se agacho para recoger su bolso del mueble.
-no fue una bebida adulterada, señorita Natsuki, tiene cáncer de estómago, en etapa 6, ya ha afectado alguno de sus otros órganos.
Natsuki hizo una muy breve pausa de unos cuantos segundos,sonrio, tomó su bolso y dio la vuelta mirando al medico como si no pasara nada.
-¿Acaso me escucho?- dijo el medico preocupado por su reacción
-lo hice, ¿puede operarlo no es así?, intente programar una cirugía un domingo, así no faltare al trabajo y organizare para trabajar remoto mientras me recupero.
-creo que no me ha entendido señorita Natsuki en la etapa en la que se encuentra ya no hay nada que pueda hacer por usted, no puedo operarla, le recomiendo iniciar quimioterapia así podremos prolongar su tiempo de vida, han existido casos de personas que incluso han mantenido una vida normal por mucho más tiempo del que se espera.
-para que conseguirme más tiempo si de igual forma moriré- seguía manteniendo su sonrisa.
-¿acaso no hay nada que quiera hacer antes de que eso pase?
-No lo sé, pero no tiene mucho sentido...bien , si no hay nada más por decir, aún tengo medio día libre así que envíeme el tratamiento lo seguiré al pie de la letra, mañana debo trabajar.
-señorita Natsuki, es su decisión pero mi deber como medico es velar por su salud, revise su historial médico, nunca ha asistido a controles de rutina, ya habia venido por urgencias por una gastritis, manifestó que no comía a horas regulares, a veces no come, o come cosas instantáneas y rápidas para no perder tiempo, no duerme bien, toma una copa de vino a diario para conciliar el sueño, ademas por lo que noto esta mas preocupada por su trabajo que por usted misma, el estres es uno de los causantes de que desarrolla un cancer de estomago a tan temprana edad, usted no se dejó tomar los exámenes en esa ocasion, dijo que solo era gastritis por las cosas que acabo de decirle, hizo lo mismo que ahora, pidió tratamiento y se fue, si tan solo se hubiera hecho los exámenes lo hubiéramos descubierto a tiempo, escúcheme, aun es joven, puedo ayudarla a prolongar un poco más su tiempo, viva un poco más, disfrute un poco más.
El Doctor Edgar tenía alrededor de unos 60 años era profesor de la facultad de medicina y a lo largo de su carrera se había desempeñado por ser un excelente médico, era bondadoso y querido por todos, y siempre buscaba darles una mejor calidad de vida a sus pacientes, la reacción de Natsuki era algo inusual para el, era la primera vez que veía a alguien sonreír después de dar un diagnóstico así, además negarse a vivir un poco más, le molestaba y estaba genuinamente preocupado, pero al final la decisión era del paciente.